Dentro de dos semanas vamos de viaje. Estaremos una semana fuera. Vamos a Grecia, a casa de los abuelos paternos, así que no estaremos en hotel, sino en casa. No es la primera vez que vamos, en verano fuimos un mes pero la niña era muy pequeñita (3 meses) y se adaptó más o menos bien.
Pero ahora (tendrá 11 meses cuando vayamos) me temo lo peor. Estaremos en un sitio extraño, con gente extraña para ella, porque obviamente no se acuerda de los abuelos, los conoce muy poco. Y me da miedo que todo esto pueda repercutir en su sueño. Vamos, que estoy convencida que así será. Y por eso quería preguntaros qué podríamos hacer para que le fuera todo un poco más fácil.
Hemos pensando que allí vamos a a hacer lo posible para que le recuerde a casa: colechar, llevarnos su peluche de la noche (aunque no le haga mucho caso), he pensado incluso a llevarme el protector de cuna que tengo puesto en la pared, que es lo que ve ella cuando se duerme. ¿Sería ya demasiado llevarme sábanas de casa para que al menos sintiera el olor a casa, el que ella conoce?
La verdad es que los pocos progresos que hemos hecho últimamente (muy pocos, pero al fin y al cabo algo hemos notado) creo que se van a ir al traste.
¿Qué más podríamos hacer para que le sea el entorno un poco más familiar?
Gracias de antemano,
Mercè