- Sab, 27 Ene 2024, 18:31
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¡Hola!
Soy Marian M. Paredes, alumna en prácticas de la formación de sueño de CESI. También soy maestra de Educación Primaria, especialista en Educación Especial, Trastornos del Lenguaje y Dificultades del Aprendizaje. Además, soy mamá de un niño que va a cumplir 14 meses con el que siempre tengo que afrontar nuevos retos, entre ellos el sueño.
Veo que ha pasado un tiempo desde que publicaste tu mensaje, espero que todo fuera a mejor y que encontrarais la forma de poder descansar. Entiendo lo desbordante que puede ser la situación, además el cansancio físico y mental contribuyen a que se produzca esa sensación de desgaste e impotencia.
Me hubiera gustado decirte que no estás sola, que hay muchas mamis con vivencias similares, y que estás haciéndolo genial ya que estas buscando soluciones para conseguir el bienestar de toda la familia. Lo que pasaste con tu bebé era algo que entraba dentro de su desarrollo natural, esa necesidad de saber que estás ahí y esa búsqueda de contacto constante. Aproximadamente, los primeros nueve meses de vida los bebés se sienten que son un todo con su mamá, es decir, no son conscientes de que son personitas independientes. Necesitan mucho contacto para sentirse tranquilos y seguros, aunque entiendo que puede desgastar mucho. Te recomendaría que las siestas diurnas las intentara hacer con otra figura de apego como puede ser su padre, para que tu pudieras descansar, ya que las noches van a costar más compartirlas de momento. Creo que es sumamente importante que te cuides y descanses lo que puedas para evitar que te invadan esos sentimientos de tristeza y malestar, aunque si persisten o te sigues sintiendo mal valora la posibilidad de acudir a una psicóloga perinatal.
A partir de los cuatro meses empiezan a adquirir el ritmo circadiano, o a diferenciar el día de la noche. Por esta razón es un buen momento para empezar a introducir unas rutinas sencillas que le ayuden a aprender a predecir que se acerca el momento de dormir. Durante el día dar paseos al aire libre, en este momento portear en el fular para echar su siesta es buena opción. Cuando se acerque la noche bajar la intensidad de la luz en casa, así como reducir la actividad (mostrar vosotros una actitud más tranquila, evitar uso de pantallas, etc.) También introducir algún elemento asociativo al sueño como un sonido relajante de agua, un “shhhh” justo cuando se esté empezando a dormir, y repetirlo siempre en ese momento.
Durante el día podríais probar otras formas de dormirle, con mucha calma y atendiendo a sus necesidades de contacto. Con el pecho ir sacando el pezón poco a poco, llegará el día que suelte y duerma tranquila, pero hay que tener paciencia. ¿Probaste a darle de mamar tumbada? También es importante anticiparse a las señales de sueño, de esta manera evitareis que “se pase de rosca”.
Si ves el mensaje y te apetece comentarme qué tal estás y como habéis llevado el tema del sueño durante este tiempo te leeré encantada.
Te mando un fuerte abrazo.
FUENTES CONSULTADAS:
López, R (2023).
Módulo: XIV El sueño de 4 a 7 meses. La neurociencia del sueño infantil y sus implicaciones en la práctica y atención a las familias. Centro de Estudios del Sueño Infantil (CESI).
López, R (2023).
Protocolo de intervención CESI-Dormir sin llorar de 4 a 7 meses. La neurociencia del sueño infantil y sus implicaciones en la práctica y atención a las familias. Centro de Estudios del Sueño Infantil (CESI).