Con la primera todo era preguntarme si lo estaría haciendo bien o no con la segunda todo fue más fluido, con más calma. Gracias a la mayor la peque pudo disfrutar del colecho.
Mis niñas preciosas van creciendo y yo me estoy realizando con ellas.
Gracias mi niña preciosa por ser como eres, por tu inocencia, por tu alegría, por esos besos que me das, por esos abrazos, por esas palabras. Siento si a veces pierdo la paciencia y te echo un grito, siento si en un momento dado no te escucho, no dejo de aprender día a día.
Te quiero mucho.