- Vie, 20 Abr 2012, 22:29
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Lo prometido es deuda... vamos allá
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La lluvia hace que los pensamientos se vuelvan grises, vamos a intentar darles algo de color
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Siempremami escribió:Soy yo para todo, desayuno, llevarlos al cole, traerlos, darles la comida, volver a llevarlos, recogerlos, baños, cenas... Entiendo q alguien lo lea y piense, tiene suerte, y si, soy afortunada de poder pasar todo el tiempo con ellos, pero ... uf, hay días...
Te entiendo perfectamente. Yo soy consciente de ser una privilegiada porque puedo estar de excedencia para cuidar de mi hija; pero al mismo tiempo, eso significa no despegarme de la polluela ni un segundo, tener que llevar y traer al polluelo del cole, encargarme de la casa, la compra, la comida, las gestiones... para que luego la gente piense que me he cogido unas vacaciones
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Repito que estoy encantada, pero eso no impide que a veces me sature, que necesite un rato para mí, para escuchar el silencio, para poder estar aunque sea un par de minutos sin que uno de los dos grite MAMAAAAAAA en cuanto me alejo un par de metros.
He llegado a la conclusión de que es normal sentirse así a veces, por mucho que nos guste y nos llene una actividad determinada, a veces se siente la necesidad de descansar.
Los sábados por la mañana mi marido se lleva a los polluelos a desayunar y a jugar al parque, y tengo un par de horitas para mí, así que aprovecho para depilarme, pintarme las uñas, llamar por teléfono o hacer lo que me apetezca y no he tenido tiempo de hacer.
Te recomendaría intentar buscar un ratito cuando puedas, cuando los niños están dormidos o si tu pareja te puede relevar un poco. No friegues, no pienses, no hagas nada excepto relajarte, así recargas pilas y podrás afrontar la semana con energías renovadas.
Siempremami escribió:Qué haceis cuando a la hora de comer son juegos, risas y no hacen caso a lo que se les dice?, les reñís y entre ellos, (esto las q tengan dos hijos o más ), se parten de risa y no hacen caso??, y asi para comer, para cenar, un día, otro día...
Pienso que si consideramos la comida un acto social, los juegos y las risas no están fuera de lugar. Si les decimos algo puntual tiene un pase, pero si la tónica general es quejarnos por todo lo que hacen deja de tener efecto. No digo que sea tu caso, pero es el mío y me aplico el cuento:
a veces empiezo con la retahila de siéntate bien, coge bien el cubierto, no te muevas tanto, come más rápido, no hables con la boca llena, cuidado que vas a tirar el vaso y me doy cuenta de que lo que le estoy pidiendo es impropio de su edad. Una cosa es que me enfade si empieza a hacer pelotillas con la comida para tirarlas por la cocina, y otra que con 6 años le exija la misma exquisitez que cabría esperar de un lord inglés.
A lo práctico, lo que me funciona, aparte de limitarme a refunfuñar cuando es estrictamente necesario, es ponerle un toque de humor, decirle
por mucho que te quedes mirando la comida no conseguirás hipnotizarla / la cuchara no es un arma de destrucción masiva / como claves el tenedor tan fuerte vas a abrir un boquete en el plato, en realidad le estoy riñendo pero con humor, y me hace caso y todo
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Siempremami escribió:Con el pequeño también tengo la sensación de que es un pulso contínuo con el para todo, es tozudo y le cuesta dar el brazo a torcer, hacer lo q le digo, tiene q ser cuando el diga o como el diga, uF! y otra vez volvemos a tener una etapa de rabietas y gritos
No será lo que quieres oír, pero para echar un pulso hacen falta 2. Si tú piensas que todo tiene que ser cuándo y cómo él diga, es probable que él piense lo mismo, que todo tiene que ser cuándo y cómo digas tú. Opino que lo que no está reñido con el respeto, la salud, la integridad física, la higiene o las normas básicas de convivencia es negociable, que siempre es mejor sustituir un no por un sí con matices. Es más fácil que estén dispuestos a ceder si nosotras también lo hacemos, siempre les podemos recordar que antes hicimos lo que nos pidieron y ahora les toca a ellos; en cambio, cuando nos ven exigentes e inflexibles, suelen repetir ese mismo patrón, pero un niño pequeño lo hace a su manera, mediante gritos y lloros, porque a menudo no le alcanza el lenguaje para hacerse entender de otro modo.
Besos.
♥ Mamá de dos polluelos que dieron forma a mis sueños y los hicieron realidad ♥
Escritora, bloguera, traductora, y un montón de cosas más... Mi blog: El mundo de Kim