Gracias por tenderme una mano amiga en estos días que he estado de bajón, gracias por vuestro apoyo, por vuestras palabras de ánimo, por vuestras experiencias, por saber escuchar y saber aconsejar en la distancia. Gracias a mi niña porque por ella os he conocido.
Seguimos en la misma situación, pero al menos estoy intentando que lo que no me conviene me "resvale" o no me afecte demasiado.
Un beso a todas y gracias de nuevo.