Para empezar me pasé la mañana en la consulta del ginecólogo, porque le surgió una emergencia y tuve que esperar a que volviera. Resulta que tengo una inflamación, cree que se debe al aborto que tuve hace 2 meses, no es nada grave pero estoy con el tratamiento.
He pillado una infección de orina, para variar, estoy que me meo por todos los rincones, con perdón de la expresión, bebiendo litros de agua y con el antibiótico.
Fui a recoger a mi marido en el trabajo, por un día que consiguió acabar pronto y fuimos los dos a recoger al peque al cole. En el camino de vuelta, se nos averió el coche, con el consiguiente cabreo por mi parte porque el coche no tiene ni un mes, mi marido y el peque volvieron a casa por sus medios y yo me quedé allí. Entre que llamé a la asistencia, a la grúa, a la garantía y a todo lo demás, llegué al concesionario con el tiempo justo para que metieran el coche en el taller, me dijeran que cerraban y que no lo podían mirar hasta el lunes, no tengo ni idea de lo que es ni de cuánto va a tardar.
Mientras, el peque se hizo un corte en la mano jugando en el parque. (Afortunadamente no es nada)
Yo volví a casa en metro, y por si no hubiera habido suficiente mala suerte, para rematar me torcí un tobillo subiendo la escalera. Me he puesto una pomada y un vendaje, puedo andar pero estoy coja y no estoy para muchos trotes.
Mis chicos se han ido al parque y yo me he quedado en casa porque me cuesta caminar, me siento sola, aburrida y de mal humor. Hay cosas que debería hacer pero no puedo, otras que puedo hacer pero no quiero, en fin, estoy desganada.
Me repito lo de "mañana será otro día" pero no me lo acabo de creer...
Gracias por escuchar el desahogo...
Escritora, bloguera, traductora, y un montón de cosas más...
Mi blog: El mundo de Kim