El martillo ejerció la presidencia, pero la asamblea le notificó que tenía que renunciar.¿La causa? ¡Hacía demasiado ruido! Y además, se pasaba el tiempo golpeando.
El martillo aceptó su culpa, pero pidió que también fuera expulsado el tornillo; dijo que había que darle muchas vueltas para que sirviera de algo.
Ante el ataque, el tornillo aceptó también, pero a su vez pidió la expulsión de la lija. Hizo ver que era muy áspera en su trato y siempre tenía fricciones con los demás.
Y la lija estuvo de acuerdo, a condición de que fuera expulsado el metro que siempre se la pasaba midiendo a los demás según su medida, como si fuera el único perfecto.
En eso entró el carpintero, se puso el delantal e inició su trabajo. Utilizó el martillo, la lija, el metro y el tornillo. Finalmente, la tosca madera inicial se convirtió en un bello mueble.
Cuando la carpintería quedó nuevamente sola, la asamblea reanudó la deliberación. Fue entonces cuando tomó la palabra el serrucho y dijo:
"Señores, ha quedado demostrado que tenemos defectos, pero el carpintero trabaja con lo mejor de nuestras cualidades. Eso es lo que nos hace valiosos. Así que no pensemos ya en nuestros puntos malos y concentrémonos en la utilidad de nuestros puntos buenos."
La asamblea encontró, entonces, que el martillo era fuerte, el tornillo unía y daba fuerza, la lija era especial para afinar y limar asperezas y observaron que el metro era preciso y exacto.
Se sintieron entonces un equipo capaz de producir muebles de calidad. Se sintieron orgullosos de sus fortalezas y de trabajar juntos."
Y es verdad, nuestro aporte a cualquier grupo creo que debe de medirse en relación a nuestras cualidades y, los logros colectivos serán, a pesar de nuestros defectos individuales.
Personalmente, y sé que muchas como yo así lo hacen, intento hacer como el carpintero y ver en los demás no sólo sus puntos flacos, sino también sus cualidades y todo lo que pueden aportar. Y, Perenquen veo en tus mensajes lucidez, renovación, humor, retórica, elocuencia y mucho mucho ingenio, entre otras cosas. ¿Nos/me vas a privar de todo eso?.
Un beso muy fuerte.
Brunisky Junio 2007
"Nuestros hijos son nuestros pies en el mundo, nuestro amor por ellos es el eterno combustible de nuestro corazón, su destino es la flecha que tensa nuestro arco vital". (V.A.)