Al sexto día, el gringo desesperado le comenta a los otros dos:
'Ya no aguantar más, yo no querer morir de hambre' y valientemente saca un cuchillo se baja el pantalón y se arranca un pedazo de nalga y les dice al francés y al gaditano:
'Tomar un pedazo y pensar que ser un gran bistec...... .'
y así, los tres calmaron su hambre.
Al siguiente día se para valientemente el francés, casi enloquecido y grita:
'¡¡¡¡¡¡¡ Hoy comeremos pernil !!!!!!!'
se levanta el pantalón y se rebasa un pedazo del muslo y lo comparte entre los tres.
Entrada la noche, el gaditano no sabía que hacer porque ahora le tocaba a él arrancarse un pedazo de su cuerpo para que cenaran.
Le echó valor, se levantó, empezó a bajarse la bragueta de su pantalón, y se sacó su enorme polla.
Cuando el gringo lo vio, gritó emocionadamente:
'¡¡¡¡¡¡¡¡ Ohhhhhhh, comeremos hot-dogs !!!!!!!!!'
a lo que el gaditano les contesta:
'No pisha, esta noche tomareis un biberón y a dormir......
Un beso.