Ayer se durmió otra vez abrazada a mí, pero en los despertares buscaba la teta pero la rechazaba. Y yo me sentía tan impotente de no poderla calmar, lo he conseguido a base de brazos y cantarle, pero cuando se dormía con la carita pegada en el pecho, yo me sentía triste.
Ay qué difícil que es esto, hay que prepararlos para que el destete sea gradual para ellos y ¿para nosotras?, yo pensaba que la que no estaba preparada era ella, pero me está demostrando que lo acepta. Y ¿yo? pues resulta que no estaba preparada pra este cambio tan drástico.
Estoy contenta por mi hija, pero estoy triste por haber perdido ese momento que disfrutábamos las dos. Aunque últimamente por la noche no disfrutaba yo. Por eso me siento egoista, por culpa del dolor, por no haber sabido aguantar, le he quitado algo que para ella era un momento mágico.
Yo la abrazo, duermo con ella, pero lo duro que se me hace cuando se despierta por la noche y me rechaza, me da manotazos y pasa un rato hasta que acepta los brazos.
Sé que hay pasos hacia delante y pasos hacia atrás, espero estar a la altura de mi hija.
Estoy extremadamente sensible, espero que se me pase pronto.