Mi papá es un hombre muy diciplinado y deportista (cosa que envidio bastante).
Pues el miércoles pasado lo internaron a las 9 am para relizarle el cateterismo y a las 10 am, ya estaba de nuevo en su habitación, pues el cardiólogo y su médico de cabecera, diagnosticaron su corazón en perfecto estado y su arteria semi-obstruida y la sangre delgada gracias al tratamiento previo.
Mi angustia, pasó...como les comenté en el post anterior, estaba preocupada, pero sobre todo por no saber certeramente que pasaba, afotunadadamente fué un procedimiento "de rutina" con resultados muy favorables.
El día de hoy fuimos a una recepción familar, mi hijo estaba jugando "soccer" con otros niños mayorcitos (6 años), se acercó mi hijo a la mesa conmigo llorando y haciendo "pucheros", pues estaba solo detras de la pelota pero los otros niños simplemente lo ignoraban. (Es obvio, un bebé, no puede jugar igual que ellos).
En ese instante mi padre se levantó, a 2 días de su intervención se puso a jugar "soccer" con los niños, para que mi hijo no llorara.
No sé explicarme, estoy ahora con lágrimas en mis ojos. MI padre aún con la herida y mi hijo con él jugando. No pude evitar derramar lágrimas de alegría, por un lado mi padre sano y feliz y por otro lado mi hijo, jugando también sano y feliz.
Gracias a Dios y gracias a ustedes por escucharme (leerme), por sus buenos deseos. Gracias simplemente por estar aquí.