Las campañas de vacunación, los suplementos vitamínicos o el uso de mosquiteras con insecticida para prevenir el paludismo son algunas de las medidas que han permitido este logro
ELPAIS.com - Madrid - 13/09/2007
El número de muertes infantiles ha descendido por primera vez por debajo de los 10 millones, en concreto, 9,7, respecto a los 13 que se registraron en 1990, según anuncia Unicef, si bien la cifra continúa siendo estremecedora. El aumento del número de mujeres que amamantan a sus hijos, las campañas de vacunación, los suplementos vitamínicos y el uso de mosquiteras con insecticida para luchar contra el paludismo, son, según la organización, algunas de las medidas que han permitido este logro.
Millones de niños y niñas menores de cinco años mueren cada año por causas prevenibles como la falta de agua potable, las malas condiciones sanitarias o el sarampión. Dentro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio para 2015 figura la reducción de la tasa de mortalidad infantil en dos terceras partes, un resultado que podría salvar a otros 5,4 millones de niños en ocho años.
"Es un momento histórico", ha dicho la Directora Ejecutiva de Unicef, Ann M. Veneman. "Hoy día sobreviven más niños que nunca antes. Ahora tenemos que apoyarnos sobre este logro en la salud pública para avanzar en el cumplimiento de los Objetivos del Milenio", ha añadido, si bien ha observado que los resultados son todavía "inaceptables" puesto que muchas vidas podrían salvarse cuando "los niños y niñas tienen acceso a servicios de salud integrados y basados en la comunidad".
La depresión de África Subsahariana
De los 9,7 millones de niños que mueren cada año, 3,1 son del sur de Asia y 4,8, del África Subsahariana, lo que supone casi la mitad de todas las muertes infantiles.
Entre los datos más positivos, destaca el descenso de mortalidad en niños registrado en América Latina, Europa Central y Oriental, Asia Oriental y Pacífico. Las cifras son especialmente esperanzadoras en América Latina, con 27 muertes por cada 1.000 nacimientos frente a las 55 por cada 1.000 de 1990, lo que supone una reducción del 51%.