Gracias por compartir todos estos años conmigo, por estar siempre ahí, por escucharme, por apoyarme, por confiar en mi, por aguantar mi mal humor en determinadas ocasiones, por animarme en los momentos bajos.
Y sobre todo, gracias por esta hija que es lo más maravilloso que nos ha pasado, por ser tan buen padre, por formar parte de esta mini-familia que hemos creado juntos y por permitirme que me dedique a nuestra niña las 24 horas del dia.
Son 11 años y medio y espero que os queden otros 100 más juntos, te quiero, te admiro y confio en tí.
Gracias, mi vida.