Articulo del Pais:
http://www.lasprovincias.es/v/20100728/ ... 00728.html
"No hay horario para progenitores ni familiares para entrar a ver a los recién nacidos ingresados en la Unidad de Neonatología del Hospital de Dénia. No hay horarios programados, pero si unas normas a seguir para respetar la «fragilidad de los bebés» con el fin de humanizar los cuidados del prematuro, fomentar el método canguro y potenciar también la cultura de la lactancia materna.
Y estas pautas, pasan por la exigencia de guardar silencio. Un mutismo para evitar el ambiente caótico de los departamentos de neonatales tradicionales con luz intensa, ruidos estridentes y estímulos agresivos, que acaban en una ausencia de mimos y caricias en los bebés, protagonistas únicos de estas unidades para el desarrollo.
Además se exige la limpieza de manos porque es «la única medida de asepsia demostrada efectiva», explica el jefe de Pediatría del Hospital de Dénia, José María Paricio. Por lo que en este centro sanitario de la Marina Alta, desde su apertura, es ésta y el silencio, las únicas exigencias para visitar la Unidad de Neonatología.
Son los llamados Cuidados Centrados en el Desarrollo del bebé (CCD) que prevalecen en numerosos hospitales españoles, entre ellos el de Dénia. Su objetivo es conseguir un adecuado desarrollo neurológico y emocional de los recién nacidos, en especial, los prematuros que pasan tiempos considerables ingresados en las unidades neonatales.
Los CCD promueven el cumplimiento de un conjunto de medidas que aminoran la agresividad del medio ambiente de estos recién nacidos (disminuyendo los estímulos de luz y ruido), la agresividad de las intervenciones médicas y de enfermería y potencian la interrelación entre los neonatos y sus progenitores.
Todo ello con el objetivo de conseguir un buen desarrollo emocional, una buena organización cerebral y una mayor vinculación y afecto por parte del pequeño. Porque como asegura el doctor Paricio «el mejor lugar donde puede estar un recién nacido es en el regazo de su madre».
De esta manera, la Unidad de Neonatología del Hospital de Dénia ha colocado en la entrada de la unidad las normas de acceso al recinto de neonatos o no nacidos a término, o que sufren algún tipo de patología que les obliga a permanecer ingresados. Así centrándose en el silencio y el lavado de manos, las normas para las visitas «las dicta» el mismo bebé ingresado: «mis papás pueden entrar en la sala siempre que puedan», «me encanta estar en contacto piel con piel con mamá y con papá», «mamá ven a darme pecho muchas veces, siempre que puedas», o «si venís muchos a la vez, me agobio», «necesito tranquilidad y silencio, apaga el móvil porque me asusta».
Según el doctor Paricio, los neonatos son muy susceptibles a los sonidos por lo que se han eliminado de la unidad de Dénia, incluso los ruidosos dispensadores de papel seca manos. Toda una filosofía implantada en hospitales españoles que se ha llamado Proyecto Hera."