Moisés me trae diario corriendo, que yo no lo suelto y pues él corre y corre, yo de su mano o tras él.
En un instante, yo me voltee a poner las bolsas de las compras bajo el cochecito de Carolina y Moisés se me suelta y se sube solo al elevador y lo cierra Me tiré las bolsas y me eché a correr por las escaleras eléctricas para alcanzarlo al siguiente piso, pero con la angustia de que se fuera a otro piso y ya no lo viera.
Moisés se detuvo en la siguiente planta, el elevador tiene cristal hacia el exterior y mi mamá se quedó abajo observando en qué piso se bajaba para avisar a los de seguridad, afortunadament llegué al siugiente piso antes que él (no sé como lo hice) y lo recibí cuando la puerta del elevador se abrió.
Fueron minutos o segundos, pero angustiantes.