Mi hijo de doce meses por fin ha empezado a dar sus primeros pasitos.
Que cosa mas.... jodida. Si, porque, de repente, se ha convertido en
un autentico suicida.
Lo primero que uno descubre cuando su hijo empieza a andar es su
afición por los deportes de riesgo:
Concretamente, a mi hijo los que mas le gustan son el "esquinning",
que consiste en lanzarse de cabeza contra todas las esquinas. El
"tresilling", consistente en subirse al tresillo y tirarse de morros
contra la mesa...
Y el mas peligroso: el "telefunking", que básicamente consiste correr
hacia el televisor... y empotrarse contra la pantalla.
Bueno, con deciros que para que no se haga daño hemos tenido que
acolchar las mesas, las puertas y las esquinas de toda la casa..
Ahora más que en una casa parece que vivo en un psiquiátrico. Que,
como yo le dije a mi mujer:
- ¿Por que no acolchamos directamente al crío..?
Y ella me contesto:
- ¿Y una leche, yo he parido a un niño, no al muñeco de Michelín!
Pero seamos justos, eh?: a esa edad la vida es muy difícil.
Tiene que ser muy humillante llorar porque tienes sed y que tus padres
lo primero que piensen es que te has cagado.
Es como si tu entraras en un bar, pidieras una caña, y el camarero en
vez de ponerte una cerveza te oliera el culo.
Claro, por eso luego quieren vengarse de nosotros y se convierten en
kamikazes con panales: se han fijado que los niños intentan suicidarse
atacando nuestros puntos vitales? tu entras en casa, le llamas,
Alvarito!, y ves que coge carrerilla y viene lanzado hacia tu línea de
flotación.
En ese momento solo tienes dos opciones: o bien te apartas y dejas que
se estrelle contra el mueble bar y te descojonas de él... o te quedas
quieto y dejas que te haga impacto y entonces es él, el que te
descojona a ti. Yo, como le quiero mucho, siempre elijo la segunda
opción... aunque reconozco que a veces me cuesta un huevo.... o los
dos
Pero volviendo a las manías suicidas, también le ha dado por abrirlo
todo: los cajones, las ventanas, la cabeza... Es tal el miedo que me
da, que he acabado como Javier Clemente: jugando al cerrojazo... Por
toda la casa tengo cerrojos: es mas difícil salir de mi casa que salir
de Cuba.
¿Y la comida, que? Otro peligro. Tu les intentas dar la papilla y el
que "pa' tu padre". Y , sin embargo, como dejes el jabón a su alcance
estas perdido... Que digo yo que los fabricantes deberían tener esto
en cuenta y hacer potitos con sabor a lavavajillas: "Compota de
Fairy".
Me imagino el eslogan... "Dos en uno: les alimenta .... y les lava el
estomago". ¿Y lo de meterse cosas en la nariz? Otro peligro. Me
pregunto: ¿como puede nadie encontrar placer en meterse algo por la
nariz...? Quitando a Maradona, claro... Me estoy refiriendo a meterse
canicas, monedas... Bueno, es que lo de comerse monedas es una
obsesión. Solo falta que en los ojos les aparezcan las cerezas para
ser una máquina tragaperras.
Y luego lo llevas a urgencias, lo miran por los rayos X, y el médico
te dice: "Usted no tiene un bebé, usted tiene el BBV".
Al final siempre te mandan que les des un laxante y que esperes a que
lo expulse. Y tu todo el día persiguiéndolo con el orinal. Vamos que
estás más pendiente de la devolución del niño que de la de Hacienda.
Es en esa época cuando descubres que el dinero es una mierda. Y es que
no puedes perderles un segundo de vista.
Yo estoy tan obsesionado, que el otro dia llegue al trabajo y le
limpié las manos a mi jefe con una toallita. Aunque esto ha sido
siempre igual, mi padre dice que, de pequeño, yo también me tragaba
monedas, y aquí estoy.