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por Juanma
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Elizabeth Pantley (II)
1.5 Recién nacidos y el sueño
1.6 ¿Qué impide a tu bebé dormir durante toda la noche?
1.7 El visitante nocturno: Los viajes a la cama de los padres
1.8 Ocho consejos sobre el sueño infantil
1.9 Siestas Regulares Mejoran el Sueño de Noche
1.10 Acuesta temprano a tu bebé
1.11 Cómo calmar a un bebé cuando llora
1.12 Sonidos maravillosos para dormir
1.13 Mi libro del sueño, todo un éxito
1.14 Colecho, hazlo posible y seguro



1.5 Recién nacidos y el sueño
Antes de los cuatro meses los bebés tienen una necesidad de sueño diferente de los bebés de más edad. Este artículo te ayudará a entender como tu recién nacido está formando su patrón de sueño, y te ayudará a desarrollar expectativas razonables en lo referente a tu bebé y el sueño.

1.5.1 Lee, aprende y cuidado con consejos erróneos
Todos tienen una opinión acerca de la forma en que debe tratarse el asunto del sueño con tu bebé. El peligro que corren los padres nuevos es que estas migajas de consejos erróneos puede tener un efecto negativo sobre nosotros... si no estamos al tanto de los hechos. Cuanta más información posees menor será la posibilidad de que otras personas te hagan dudar de tus decisiones en la crianza de tu bebé.

Cuando conoces la verdad, podrás responder con confianza a aquellos que tienen buenas intenciones pero que te están ofreciendo consejos equivocados. ¡El primer paso es adquirir conocimiento! Conoce lo que estás haciendo y por qué lo haces. Lee libros, revistas, asiste a clases o a grupos de apoyo — todo esto ayuda.

1.5.2 La biología del recién nacido
Durante los primeros meses de la vida de tu bebé, él duerme cuando está cansado; es así de sencillo. Puedes hacer muy poco para obligar a un recién nacido a dormir cuando no necesita dormir. Un punto importante que hay que comprender acerca de los recién nacidos es que tienen estómagos muy, pero muy pequeños. El crecimiento del recién nacido es rápido, su dieta es líquida, y la digestión también es rápida. Sería muy agradable poner este paquetito a dormir en su cunita de noche y no volverlo a escuchar hasta la mañana, aunque los padres más ingenuos saben que esto no es una expectativa real para un niño pequeñito.

Los recién nacidos necesitan alimentarse cada dos a cuatro horas — y a veces más.

1.5.3 Dormir “durante toda la noche”
Tal vez hayas escuchado que los bebés deben dormir durante toda la noche, cuando tienen de dos a cuatro meses de edad. Lo que debes comprender es que, para un recién nacido, cinco horas de sueño forman toda una noche, y solamente un grupo pequeño de bebés puede dormir así a esta edad. Muchas veces es preciso un año o más para establecer un patrón de dormir toda la noche, cada noche.

1.5.4 Dormir mientras está comiendo
Es muy natural que a un bebé le sobrecoja el sueño mientras está tomando pecho, biberón o chupete. Cuando un bebé siempre concilia el sueño de esta forma, asocia el acto de chupar o mamar con dormir; con el tiempo, no podrá conciliar el sueño de otra forma. He escuchado a algunos expertos clasificar esto como una “asociación negativa de sueño”. ¡Mi bebé y yo no estamos de acuerdo con esta definición! Esta es la asociación más natural y agradable que un bebé pueda tener para conciliar el sueño. En consecuencia, muchos padres que están luchando con bebés mayores que no pueden conciliar el sueño o mantenerse dormidos están luchando contra esta asociación poderosa y natural de mamar y dormir.

Así que, si deseas que tu bebé concilie el sueño sin tu ayuda, es esencial que a veces lo dejes mamar hasta que tenga sueño, pero no hasta dormirse. Cuando puedas, retira el pecho, el biberón o el chupete de su boca para que duerma sin algo en la boca.

1.5.5 Despertando para comidas nocturnas
No importa que tu bebé se despierte para comer durante la noche. La clave es aprender cuando necesita comer y cuando puedes dejar que reconcilie el sueño por sí solo. Aprende a leer las señales de tu bebé. Los bebés hacen muchos ruidos al dormir, como gruñidos, lloriqueos y llantos. Estos ruidos no siempre son señales que se está despertando, sino que son sonidos del sueño, y tu bebé esta totalmente dormido (o casi) durante estos episodios. Recuerdo cuando mi primera hija, Ángela, era una recién nacida. Su llanto me despertaba muchas veces, y caía muy dormida en mis brazos antes de llegar al sillón o a la mecedora. Estaba haciendo ruidos del sueño. ¡En mi deseo de responder a cada llanto de mi nena, lo que hice en realidad es enseñarle a despertarse con más frecuencia!

Escucha y observa cuidadosamente a tu bebé. Si está despierto y con hambre, querrás darle de comer lo más pronto posible para que siga durmiendo. Pero si solamente está haciendo ruidos de sueño, déjalo que duerma.

1.5.6 Ayuda al bebé a distinguir entre día y noche
Un recién nacido duerme de 16 a 18 horas al día, con el sueño distribuido en 6 ó 7 periodos. Puedes ayudar a tu bebé a distinguir entre el día y la noche, para que así duerna durante períodos más largos por la noche. Durante los períodos de sueño del día, déjalo dormir en un cuarto con mucha claridad, donde pueda escuchar los ruidos naturales del día. Puedes colocar el moisés en el comedor de la casa.

Por la noche, su cuarto debe ser oscuro y silencioso. Da a tus bebés señales de que es de noche dándole un baño y poniéndole un pijama.

1.5.7 Observa sus señales de cansancio
Una manera de animar el buen sueño en tu bebé es familiarizarte con las señales de cansancio, y ponerlo a dormir apenas muestra esa señal. Un bebé que se trata de mantener despierto cuando está cansado es un bebé descontento. Con el paso del tiempo, este comportamiento desarrolla en el bebé una falta de sueño, que complica más el desarrollo de un patrón de sueño deseable.

Aprende a leer las señales de sueño que tu bebé ofrece: inquieto, bostezo, silencio, pérdida de interés por los juguetes, y una mirada vidriosa. Pon el bebé a dormir cuando se vea cansado.

1.5.8 Ponte cómoda
Es un hecho que tu bebé va a despertarse durante la noche; asúmelo. El primer paso es aprender a relajarse acerca de esta circunstancia. Llenarte de estrés o frustración no va a cambiar nada. La situación mejorará a medida que pasan los días; y cuando menos lo pienses, este recién nacido ya no será tu pequeño: estará caminando, hablando y metiéndose en todo... durante el día y durmiendo plácidamente durante toda la noche.



1.6 ¿Qué impide a tu bebé dormir durante toda la noche?
Aunque todos deseamos que nuestro bebé duerma, nuestras emociones a veces nos detienen a la hora de realizar cambios en sus hábitos de dormir. Veamos si algo está impidiendo tu camino.

1.6.1 Conoce tus propios objetivos
La sociedad nos hace creer que los bebés “normales” duermen durante toda la noche desde su segundo mes de vida; las investigaciones indican que esto es más bien una excepción que una regla. El número de familias pasando por tu situación es mucho mayor de lo que te imaginas.

“Durante nuestra última reunión, un papá trajo a colación el hecho de que su hija de dos años todavía no dormía toda la noche. Aprendí que de 24 niños pequeños solamente seis de ellos dormían toda la noche.” — Robin, madre de Alicia de trece meses de edad.

Tienes que descifrar dónde está el problema. ¿Será la rutina de tu bebé, la forma de manejo de esa rutina, o simplemente está en la mente de otros? Si dices que quieres cambiar los hábitos de dormir de tu bebé porque interfieren con el resto de la familia, entonces estás lista para hacer cambios. Pero si alguien te está obligando o forzando para hacer estos cambios, como la tía Berta porque dice que así debe ser, es hora de pensar largo y profundo.

Ciertamente, si tu pequeño te está despertando cada hora o dos, no tienes que pensar mucho la respuesta a la pregunta “¿esta rutina me está molestando?" Obviamente lo está. Pero si tu bebé te despierta una o dos veces durante la noche, es importante que determines exactamente cuánta interrupción está causando este patrón y que establezcas un objetivo realista.

Empieza hoy haciéndote estas preguntas:

• ¿Estoy contenta con la forma como están las cosas, o me estoy volviendo, resentida, enojada o frustrada?
• ¿Cómo está afectando negativamente esta rutina de noche a mi matrimonio, mi empleo y mis relaciones con mis otros hijos?
• ¿Mi bebé está saludable, contento y descansado?
• ¿Estoy yo saludable, contenta, y descansada?

Una vez contestadas estas preguntas, entenderás mejor no solamente lo que está pasando con el sueño de tu bebé, sino que serás consciente de cuán motivada estás para cambiar.

1.6.2 Renuncia a abandonar el cuidado nocturno
Un relajado examen de tus sentimientos tal vez te sorprenda. Quizás encuentras que realmente te gustan esas horas tranquilas y silenciosas cuando no hay nadie más a tu alrededor. Recuerdo una vez, a media noche, cuando estuve dando de mamar a Coleton a la luz de la luna. La casa estaba pacíficamente callada. Mi esposo, abuela y los tres niños mayores estaban dormidos. Acaricié su pelo, su piel tan suave, me maravillé de este pequeño a mi lado y este pensamiento me sobrevino. “¡Me gusta esto!” Me gustan estos momentos silenciosos que compartimos durante la noche.” Entonces comprendí que es necesario desear hacer un cambio para poder establecer una rutina de dormir.

Tal vez necesites examinar tus propios sentimientos. Si encuentras que estás realmente lista para hacer un cambio, habrás de terminar con esta fase del desarrollo de la vida de tu bebé y pasar a otra fase en esta relación.

1.6.3 Preocupación por la seguridad de tu bebé
¡Nosotros los padres nos preocupamos por nuestros bebés! Cada despertar de nuestro bebé nos asegura que está bien — durante toda la noche. Nos acostumbramos a estos chequeos; nos garantizan continuamente que nuestro bebé está bien.

“La primera vez que mi bebé durmió cinco horas seguidas, me desperté con un sudor frío. Casi me caigo de la cama y salí corriendo por el pasillo. Estaba tan segura que algo terrible había sucedido, que casi lloro cuando encontré que mi bebé dormía plácidamente.” — Azza, madre de Laila de siete meses.

Los padres que duermen junto con su bebé no están exentos de estos temores. Aún cuando duermas al lado de tu bebé, lo examinas frecuentemente durante la noche. Él lleva durmiendo largo tiempo, pero tú no, porque todavía estás de vigilante de seguridad. Estas son preocupaciones normales, que tienen sus raíces en los instintos naturales de proteger a tu bebé. Una vez que puedas asegurarte de que tu bebé está bien mientras duermes, habrás tomado el primer paso para ayudarlo a dormir toda la noche.

1.6.4 Creencia de que las cosas cambiarán por sí solas
Puedes tener la esperanza de que, una noche, tu bebé de forma mágica duerma durante toda la noche. Quizás tienes los dedos cruzados pensando, “va a pasar esta etapa y no tendré que hacer nada diferente”. En verdad, es muy raro el niño que, acostumbrado a despertarse por la noche, de repente decide dormir durante toda la noche por sí solo.

¡Posiblemente esto te pase a ti, pero tu bebé quizá tendrá dos, tres o cuatro años cuando suceda! Decide ahora si tienes la paciencia para esperar tanto tiempo, o si estás preparada para iniciar el proceso ya.

1.6.5 Muy fatigada para iniciar el cambio
Un cambio requiere esfuerzo, y un esfuerzo requiere energía. Cuando estás exhausta, es posible que encuentres más fácil mantener las cosas como están en vez de probar algo diferente. En otras palabras, cuando el bebé se despierta por quinta vez esa noche y estás desesperada por dormir, es más fácil recurrir a la forma habitual de volverlo a dormir (mecer, amamantar, dar el chupete) antes de probar algo diferente.

Solamente el padre privado de sueño entiende lo que estoy diciendo aquí. Otros darán este consejo en forma calmada “Si las cosas no van como deben, simplemente cambia lo que estás haciendo.” En realidad, cada despertar perturba un poco más tu estado mental y lo único que deseas es dormir — ideas nuevas parecen requerir demasiado esfuerzo.

Para ayudar a que tu bebé duerma bien, tendrás que obligarte a hacer algunos cambios y seguir tu plan, aún a media noche, y aunque sea la décima vez que el bebé te ha llamado. Después de leer este artículo y estar convencida de que tu bebé está listo, es tiempo de hacer un compromiso hacia el cambio. Este es el primer paso, y a la vez muy importante, para ayudar a tu bebé a dormir durante toda la noche.



1.7 El visitante nocturno: Los viajes a la cama de los padres
Si en tu casa oyes un “cloc-cloc-cloc” en el pasillo cuando tu hijo sale de su habitación para trepar a tu cama en mitad de la noche, ten por seguro de que no eres la única. Es perfectamente normal para un niño pequeño que busque en sus padres el confort y la seguridad que necesita. Es una señal de su confianza y profundo amor hacia ti. Y también es perfectamente normal que los padres provean de ese confort y seguridad llevando al niño a su cama o acompañándole en su propia cama.

Hay diferentes maneras respetuosas de animar a tu hijo a que permanezca en su cama toda la noche, pero, antes de introducir estas ideas, es preferible que evalúes la situación. Querría preguntarte que pensaras las respuestas a las siguientes preguntas:

• ¿Estáis tú, tu pareja y tu hijo durmiendo bien?
• ¿Si nadie más en el mundo supiera o le importara lo que estáis haciendo, estaríais contentos con la rutina que tenéis ahora?
• ¿Las visitas de tu hijo están interfiriendo demasiado en vuestra intimidad de pareja?
• ¿Estás pensando en hacer cambios porque tú quieres un cambio y porque es lo correcto para tu familia, o simplemente para satisfacer un amigo, pariente u otra persona?
• Si esta noche tu hijo de repente empezara a dormir toda la noche en su propia cama, ¿cómo te sentirías: muy contenta, feliz, un poco triste, muy triste o deprimida?
• ¿Qué es lo que concretamente te molesta de las visitas nocturnas de tu hijo?
• ¿Por qué te visita tu hijo por la noche? ¿Es simplemente un hábito? ¿O son miedos, pesadillas, ansiedad de separación, dolor de dientes, o cualquier otro problema que le hace levantarse y buscarte?

El primer paso es ponderar estas cuestiones y examinar tus sentimientos reales sobre la situación. A menudo, la ambivalencia y frustración llevan a no tomarse un tiempo para identificar lo que sientes en realidad y plantearse un objetivo claro y una propuesta concreta para tus acciones. Una vez tengas un conocimiento más conciso de tus ideas y las de tu pareja, elige uno de estos objetivos:

1. Vamos a continuar como estamos, sin culpa ni preocupación, durante los próximos x meses. Tras este tiempo, reevaluaremos la situación y tomaremos una nueva decisión.
2. No tenemos prisa, pero querríamos empezar a hacer cambios. Comenzaremos a hacer cambios graduales y anticiparemos que en x meses, nuestro hijo dormirá toda la noche en su cama.
3. Queremos cambiar ya mismo, tan pronto como sea posible, así que nos comprometemos a seguir un plan y a seguirlo cada noche.

1.7.1 No envíes mensajes confusos
Si has compartido tu cama con tu amoroso hijo, tanto si ha sido desde el nacimiento como recientemente, te puedo casi garantizar que, a pesar de que hayas decidido sacarlo de tu cama, hay una pequeña parte de ti que no quiere dejarle marchar. Es completamente normal, dada la maravillosa experiencia de compartir la cama con tu hijo. De todas formas, si realmente quieres que tu hijo duerma en su propia cama, tendrás que reservarte estas emociones. No cometas los errores que estas familias hicieron durante el proceso de cambio. Se han cambiado los nombres para protegerles de la vergüenza.

• Sharon informó que utilizando las ideas de su plan de sueño estaban teniendo un gran éxito con su hija, Kayla, para que durmiera en su cama. “¡Lo hizo durante una semana entera y yo estaba muy contenta! Esta noche, se estaba preparando para ir a su propia cama, cuando mi marido, como premio, le ofreció ir a dormir a… ¡nuestra cama! Así que no tengo que decir que ahora estamos donde empezamos con incluso un poco más de resistencia.”
• “¡No puedo creer lo que hice!” El nuevo mensaje de Marisa llegó justo una semana después de que me enviara un correo electrónico para decirme que Gracia estaba haciendo muchas menos visitas a la cama de su mamá durante la noche. “Me levanté la pasada noche y me di cuenta de que Gracia estaba pasando otra noche en su propia cama. La echaba tanto de menos de mi lado, que fui a su habitación y ¡me puse en su cama con ella! Esta noche, cuando vayamos a dormir, estoy segura de que me pedirá que ¡duerma en su cama con ella otra vez! ¡Creo que acabo de generar un nuevo problema! Por favor, ¡ayuda!

1.7.2 ¡Está bien hacer un cambio!
Para aquellos que todavía estáis conmigo, o sea, para los que habéis decidido que toca trasladar a vuestro pequeñín de la cama familiar y decir adiós a todos esos codazos y patadas, dejadme deciros que es perfectamente correcto que hagas este cambio. No hay ninguna edad correcta o situación para ajustarse a ello, es sólo un criterio de elección: si estás listo, lo estás. Tu hijo está obviamente bien cuidado, amado y seguro, y esos sentimientos no cambiarán si usas un método sensible y amoroso para que tu niño duerma en su propia cama toda la noche.

1.7.3 ¿Qué hacer ahora?
Hay varias maneras de dejar a tu niño en su propia cama toda la noche. Como cada niño es distinto y cada situación es diferente, cada familia lo abordará de manera particular y exclusiva. Lo que sigue es una lista de ideas para elegir. Toma una, dos o más que te parezcan adecuadas y dales una oportunidad de verdad. Sé paciente y mantente en tu plan. Las próximas semanas o meses verás mejoras. La velocidad a la que estas mejoras ocurran dependerá de la personalidad de tu hijo y de la motivación que te impulse a seguir con este plan.

1.7.4 Las soluciones
Lo que sigue es una lista de ideas que han funcionado en otras familias como la tuya. Puedes elegir ideas individuales de esta lista, o combinar esto o aquello, para crear una solución exclusiva para ti.

1.7.4.1 De la cama al suelo y de aquí a su habitación
Si no te importa que el niño venga a tu habitación durante la noche pero te gustaría que no estuviera en tu cama, prepárale un lugar en tu habitación. El lugar puede ser tan sencillo como un futón y una manta en el suelo, un colchoncillo enrollable o una estora con un saco de dormir y una almohada.

Durante la noche, si se le olvida el nuevo plan y sube a la cama contigo, simplemente ayúdale a volver a su lugar y recuérdale que es donde tiene que estar. Es perfectamente correcto que te tumbes a su lado al principio; le ayudará a acostumbrarse a esta nueva rutina.

1.7.4.2 El achuchón matutino
La idea es trasladar la visita de tu hijo a medianoche a una hora más aceptable por la mañana. Muchos padres, además, también disfrutan de este plan, puesto que no tienen que perderse esos achuchones y cariñitos por completo, pero después de haber pasado una buena noche durmiendo.

Dile a tu hijo que puede entrar cuando “haya luz afuera”. Esto funciona si la luz del día aparece en el momento adecuado para ti. Otra idea es poner una música o una alarma suave a una hora aceptable. Explícale: “Si la música suena, puedes venir a nuestra cama. Si está todo en silencio, por favor, vuelve a dormir hasta que suene la música.”

1.7.4.3 La promesa del fin de semana
Cuéntale a tu hijo que si permanece en su cama durante toda la semana, podrá dormir contigo el fin de semana o el sábado. Cuelga un calendario y déjale poner una estrella cada día que duerme toda la noche sin despertarte. Pon algo especial en los días del fin de semana.

Esta idea funciona muy bien para algunos niños que les gusta mucho dormir en la cama familiar los fines de semana. Para otros, en cambio, les parece demasiado difícil separar las noches que sí de las que no pueden. Si crees que puede funcionar con tu niño, inténtalo.

1.7.4.4 El efecto rebote
Es una buena idea para aquella familia que quiere hacer un cambio rápido en su rutina nocturna, y para aquel padre que quiere que su hijo salga de su cama en más o menos una semana.

Justo antes de que empiece la rutina de irse a la cama, explícale brevemente porque quieres que permanezca en su cama. Por ejemplo: “Cuando vienes a mi habitación durante la noche, me despiertas y luego estoy malhumorado.” Y dile que quieres que esté en su cama toda la noche. Empieza la noche con una rutina agradable y pacífica. Acábala con tu hijo en su cama. Siempre que se despierte, CADA VEZ que se levante, devuélvele a su cama de una manera calmada, amorosa y en paz. Dale besos, abrazos, acaricia su espalda. Incluso, si es necesario, siéntate o túmbate a su lado hasta que se vuelva a dormir. Elige una frase clave para repetírsela varias veces, como “Es hora de dormir. Mamá te quiere mucho. Por favor, quédate en tu cama y sueña cosas bonitas.”

Puede que tengas que repetirlo hasta diez veces o más las primeras noches, pero con insistencia, deberías asistir a una rápida reducción de las visitas nocturnas.

1.7.4.5 Motivación con un regalo
Las encuestas sobre el sueño muestran que la mayoría de niños pequeños pueden tener una gran motivación para cambiar si se les ofrece un regalo, lo cual no es un gran descubrimiento para ti si tienes un niño pequeño. La idea de los adhesivos ha sido siempre muy popular. Compra un calendario y ponlo en un lugar visible en la pared. Permítele a tu hijo poner un adhesivo (estrella, círculo o lo que sea) cada mañana sobre el día que ha permanecido en su propia cama.

El objetivo de tu hijo debe ser conseguir un cierto número de adhesivos, que puedes definir tú, pero no tendría que ser demasiado alto para que no perdiera el interés durante la espera. Puedes empezar con un número pequeño, por ejemplo 3, hasta subirlo a 10. Cuando se han enganchado el número mágico de adhesivos en el calendario, el niño tiene un premio. Puede ser un helado, un juguete o un privilegio especial.

La duración del proceso dependerá de la necesidad que tenga el niño de estar contigo durante la noche. Le puede parecer que tú eres mucho mejor regalo que cualquier juguete que le puedas ofrecer… ¿y no es maravilloso ser amado tanto?



1.8 Ocho consejos sobre el sueño infantil
Las siguientes ideas sobre el sueño se pueden aplicar a cualquier niño, independientemente de la edad. Estas ideas pueden mejorar no sólo el sueño del niño, sino también su estado de ánimo durante el día. Y, por supuesto, también ayudarán a mejorar tu propio sueño.

1.8.1 Mantén un horario consistente para ir a dormir y despertarse todos los días, los siete días de la semana
El reloj biológico de tu hijo tiene una gran influencia en sus despertares y somnolencia. Cuando estableces una hora concreta para ir a dormir y para despertarlo, es como si dieras cuerda a ese reloj para que funcione correctamente. Intenta ponerlo a dormir pronto. Los niños responden mejor cuando van a dormir pronto, y la mayoría duermen mejor y durante más tiempo.

1.8.2 Intenta que haga siesta todos los días
Las siestas son importantes porque para un niño con energía le resulta difícil seguir todo el día sin un descanso intermedio. Un niño sin siestas a menudo se despierta alegre y progresivamente empeora su estado de ánimo, quejándose más o mostrando una hiperalerta a medida que pasa el día y que va perdiendo gas. Además, la duración y calidad de las siestas afectan al sueño nocturno, puesto que buenas siestas implican un mejor sueño nocturno.

1.8.3 Ajusta el reloj biológico de tu hijo
Aprovecha la biología natural de tu hijo, de manera que esté cansado cuando llegue el momento de acostarse. La oscuridad incrementa la generación de melatonina, la hormona corporal del sueño, y es como el botón biológico de “parar”. Puedes ayudar a conciliar el sueño de tu hijo con la hora de ir a dormir bajando la intensidad de las luces de tu casa una hora antes de acostarse.

Exponer a tu hijo a la luz de la mañana es como pulsar el botón de “encendido”, aquel que dice “es el momento de levantarse y ser activo”. Así que ¡pon luz a tus mañanas!

1.8.4 Desarrolla una rutina consistente para ir a dormir
Las rutinas crean sentimientos de seguridad. Una rutina para ir a dormir consistente y pacífica permite a tu terremoto de hijo experimentar una transición entre el movimiento diurno y la tranquilidad necesaria para caer dormido. Una rutina específica para antes de dormir termina, de manera natural y simple, en la conciliación del sueño.

Además, una rutina organizada te ayuda a coordinar las situaciones que deben ocurrir antes de ir a la cama: baño, pijama, cepillado de dientes, etc. Te permite funcionar como un piloto automático en el momento del día en que estás más cansada y eres menos creativa.

1.8.5 Crea un entorno agradable para dormir
Quizás no hayas reflexionado mucho sobre el sitio donde tu hijo duerme, pero éste puede ser una de las claves para un mejor sueño. Asegúrate de que el colchón es confortable, las mantas proporcionan suficiente calor, la temperatura ambiental es correcta, el pijama es agradable y la habitación es acogedora.

1.8.6 Alimenta correctamente para mejorar el sueño
La comida puede afectar el nivel de energía y la somnolencia. Los alimentos ricos en carbohidratos tienen un efecto calmante en el cuerpo, mientras que las comidas con alto contenido de proteínas o azúcares incrementan el estado de alerta, especialmente si se toman solas. Algunas ideas de bocaditos para comer antes de irse a la cama son: tostadas de pan completo con queso o mantequilla de cacahuete, cereales con plátanos, yogures o galletas bajas en azúcar.

La deficiencia de vitaminas debida a una elección inadecuada de comidas poco sanas puede afectar la salud completa del niño, incluyendo su sueño. Intenta facilitar a tu hijo una variedad de comidas saludables cada día.

1.8.7 Ayuda a tu hijo a estar sano y en forma
Muchos niños no realizan suficiente actividad física durante el día. Ven demasiada televisión, lo que añadido a la falta de actividad y a nuestro tipo de vida sedentario, no ayudan a conseguir un buen sueño. Los niños que practican una variedad de ejercicio físico cada día se duermen más rápidamente, su sueño es mejor, dura más tiempo y se despiertan mucho más frescos. Evita la actividad física en la hora previa de irse a dormir, porque el ejercicio es estimulante y tiene un efecto de alerta. Así que, en lugar de saltar sobre la cama ¡tendría que estar durmiendo en ella!

1.8.8 Enseña a tu hijo a relajarse y a dormir
Muchos niños se van a la cama sin estar muy seguros de qué tienen que hacer cuando están allí. Seguir una rutina previa que les calme y favorezca cierta somnolencia puede ayudarles. Un componente común de estos rituales es contar un cuento, y por muy buenas razones. Un niño que está escuchando a su padre o madre leer o explicar un cuento, tiende a permanecer inmóvil y concentrarse en la historia. Esta silenciosa quietud le permitirá adormecerse más fácilmente.

Comprométete a trabajar con estas ocho ideas y seguramente verás mejoras en el sueño de tu hijo y también en el tuyo.



1.9 Siestas Regulares Mejoran el Sueño de Noche
Según las investigaciones del sueño, y la experiencia maternal, la duración y la calidad de las siestas afectan el sueño nocturno. (Y por consecuencia, el sueño nocturno afecta la siesta.)

Los bebés difieren en sus necesidades de siesta pero aquí hay una guía general que aplica a la mayoría de bebés:

Edad Número de siestas Horas de siesta
4 meses 3 4-6
6 meses 2 3-4
9 meses 2 2,5-4
12 meses 1-2 2-3
2 años 1 1-2
3 años 1 1-1,5

1.9.1 ¿Cuándo debe tomar siesta un bebé?
La hora en que toma la siesta es muy importante. Una siesta muy tarde en el día afectará negativamente el sueño durante la noche. Ciertas horas del día son mejores para la siesta porque van con el reloj biológico del bebé. Estos períodos óptimos para la siesta balancean el tiempo entre dormir y despertar y afectarán de forma positiva el sueño nocturno.

Todos los bebés son diferentes, pero generalmente, las mejores horas para las siestas son como sigue:

• Si el bebé toma tres siestas: media mañana / temprano por la tarde / temprano por la noche
• Si el bebé toma dos siestas: a media mañana / temprano por la tarde
• Si el bebé toma una siesta: temprano por la tarde

1.9.2 ¡Observa las señales de sueño de tu bebé!
Cuando tu bebé muestre señales de cansancio inicia inmediatamente la siesta. Si esperas que el bebé esté muy cansado, no podrá dormir. Una vez que conoces las necesidades de sueño puedes planear una rutina para las siestas para iniciar el proceso. Si la consistencia de las siestas es una idea nueva para ti, observa más de cerca a tu bebé y sus señales de cansancio, y deja a un lado la rutina hasta que establezcas un patrón de descanso para tu bebé. En otras palabras, ¡no inicies una rutina presiesta si su bebé está listo para dormir!

Observa estas señales de fatiga; tu bebé puede presentar una o más de ellas:

• disminución de actividad
• tranquilo
• vista vidriosa
• desea acostarse
• irritabilidad
• bostezo
• falta de interés en las personas y en los juguetes
• restregando los ojos
• acariciando un “peluche” o pidiendo un chupete, biberón o deseo de mamar

1.9.3 ¡El momento oportuno es muy, muy importante!
Probablemente has experimentado esta escena: Si el bebé se ve cansado, piensas “hora de la siesta”, lavas su manita, su cara, cambias su pañal, haces una llamada telefónica, sacas al perro, te diriges a la cuna o a la cama, solamente para encontrar que de repente él está con los ojitos bien despiertos y listo para jugar ¿Qué ha sucedido? Se ha pasado la ventana de oportunidad del sueño y tu bebé ha tomado un segundo brote de energía que durará una hora o dos horas hasta sentirse cansado otra vez. Esto sucede a menudo durante la última parte del día. De repente, tu bebé está (finalmente) listo para una siesta a la hora de la comida, y surge una duda: ¿lo dejo dormir ahora y así extiendo hasta más tarde su hora de dormir, o no lo dejo que duerma y tengo un bebé fastidiado y cansado? En vez de enfrentarte a este problema, atiende de inmediato a sus señales de fatiga y ponlo a tomar la siesta cuando esté cansado.

Después de una semana de observación cuidadosa, es posible que puedas crear un horario que funciona con sus períodos de vigilia y descanso, y así facilitar un horario de siesta. Tu bebé puede aprender a dormir sin llorar hasta cansarse.

1.9.4 La rutina de la siesta
Una vez establecido un horario de siesta para tu bebé, es muy útil si creas una rutina específica para la siesta. Esta rutina debe ser diferente que la establecida para ir a dormir de noche, aunque puede haber similitudes — por ejemplo, la presencia de una música tranquila que induzca el sueño. Sigue la rutina todos los días de igual forma. (Con la excepción, como ya indicamos, si tu bebé muestra señales de estar cansado y listo para dormir. En este caso, se breve o elimina esa rutina por ese día.)

Para el bebé que es reticente a la siesta, su rutina podrá incluir algún movimiento relajante como:

• mecerlo en un columpio
• sentarlo en una mecedora
• pasearlo en un porta bebé
• cantarle una canción de cuna.

Una rutina de siesta no necesita ser larga ni complicada para ser efectiva. Si la siesta de tu bebé ocurre a la misma hora todos los días habrá señas sutiles, tales como el tiempo de la merienda, que avisarán a tu bebé de que la hora de la siesta se acerca.

¡Muchas siestas indican mejor sueño de noche!



1.10 Acuesta temprano a tu bebé
Dormirse temprano significa dormir mejor.

En sus esfuerzos para lograr que su bebé duerma mejor, muchos padres ponen a sus bebés a dormir tarde en la noche. Ellos piensan “Si está “realmente cansado” dormirá mejor, ¿verdad?” ¡Equivocado! Esto da el resultado contrario puesto que el bebé está sobre cansado, y falto de sueño.

En muchos casos, el reloj biológico del bebé está predispuesto para dormir temprano. Cuando los padres usan este tiempo, un bebé generalmente se duerme con más facilidad y tiene un sueño más placentero. La mayoría de los bebés están dispuestos para dormir entre las 6:30 y la 7:00 PM. Los bebés y los niños pequeños muchas veces tienen un período lloriqueo, o se vuelven irritables al final del día. Sospecho que es una señal de un niño sobre cansado o un niño deseando dormir.

1.10.1 ¿Temprano a dormir, temprano a levantarse?
¡Para los bebés, temprano a dormir no significa temprano a levantarse! La mayoría de bebés duerme por más tiempo cuando van a la cama más temprano. Muchos padres tienen miedo de poner a sus bebés a dormir temprano, pensando que estarán ya listos para levantarse a las 5:00 AM. Pero este hecho trae resultados contrarios a los deseados, y muchas veces es estar despierto tarde en la noche resulta en el despertar temprano por la mañana. Mi hijo menor, Coleton de dos años iba a dormir a las 9:30, la misma hora que los otros niños iban a dormir, porque era conveniente para mí. Le llevaba mucho tiempo para tranquilizarse. Cuando empecé a ponerlo a dormir a las 7:00, se dormía con más facilidad y tenía el sueño más profundo.

1.10.2 ¿Qué de los Padres que Trabajan?
Si eres un padre trabajador y tu tiempo con tu bebé empieza entre las 6:30 y las 7:00 PM, te encontrarás entre luchando entre mantenerlo despierto para pasar tiempo con él o llevándolo directamente a la cama. Encontrarás, que cuando su bebé se acuesta temprano, y tiene un buen descanso, se despertará contento y listo para jugar; ya que has logrado una buena noche de sueño, podrías levantarte un poco más temprano para jugar con tu bebé antes de ir al trabajo, como una alternativa al juego vespertino.

1.10.3 Encontrando la Mejor Hora de Dormir para tu Bebé
Encontrar la mejor hora para poner tu bebé a dormir puede tomar un poco de experimentación. Si estaba acostumbrado a poner tu bebé a dormir muy tarde, puedes probar estas dos alternativas:

1. Haz el ajuste poniendo el bebé a dormir quince a treinta minutos más temprano cada dos o tres noches. Observa cuánto más fácil lograr dormir y nota su hora de despertar y temperamento hasta que logras encontrar el mejor horario para ponerlo a dormir o

2. Empezando como a las 6:30 PM, observa muy de cerca a tu bebé. Apenas exhibe señales de cansancio (Irritabilidad, falta de interés en los juguetes, vista vidriosa, bostezo) ponlo directamente a dormir, aun si su hora de dormir era a las 11:00PM. Cuando haces esto, mantén un ambiente silencioso y tranquilo y el cuarto del bebé oscuro para que parezca el ambiente usual de la media noche. Tu bebé tal vez piense que solo va a tomar una siesta y despierta después de un descanso corto. Si hace esto, atiéndelo de inmediato, para que no se despierte completamente. Sigue tu manera usual de ayudarlo a seguir durmiendo, tal como meciéndolo, o dando de mamar; mantén el cuarto oscuro y callado, así como haces a la media noche.



1.11 Cómo calmar a un bebé cuando llora
Cuando estamos embarazados o esperando por una adopción, siempre soñamos con nuestro futuro bebé y visualizamos esas hermosas imágenes de postal: bebés encantadores sonriendo y mirando el rostro sonriente de mamá.

Leemos libros antes del gran día acerca de cómo cuidar a un recién nacido - cómo bañarlo, alimentarlo y vestirlo- entonces nos sentimos en cierta manera preparados. Sin embargo, un bebés llorando nunca es parte de esa idílica visión, entonces esta situación nos toma por sorpresa. Pero el hecho es que todos los bebés tarde que temprano, lloran. Algunos lloran más que otros, pero todos lloran. Entender por qué los bebés lloran puede ayudarnos a atravesar esa fase y responder efectivamente al llanto del bebé y posiblemente ayuden las ideas que se listan a continuación.

1.11.1 ¿Por qué llora mi bebé?
En términos sencillos, los bebés lloran porque no pueden hablar. Los bebés son seres humanos y tienen necesidades y deseos, tal como nosotros, pero no los pueden expresar. Aún si pudieran hablar sería frecuente que no entendieran por qué se sienten de la manera que lo hacen, no se entenderían a sí mismos lo suficiente para articular sus necesidades, por eso los bebés necesitan a alguien que los ayude a entender la situación. Su llanto es la única manera en la que ellos pueden decir “ayúdame, algo no anda bien”.

1.11.2 Diferentes clases de llantos
A medida que vayas conociendo a tu bebé te volverás un experto en entender sus llantos tan bien como nadie podría hacerlo. En sus investigaciones, los profesionales del desarrollo infantil han hallado que ciertas clases de llanto significan determinadas cosas. En otras palabras los bebés no lloran siempre de la misma manera. (Otros expertos en desarrollo infantil también han dicho que las madres han sabido esto por milenos).

Con el tiempo reconocerás las diferentes clases de llantos tal como si ellos fuera expresados en palabras. Adicionalmente a estas señales, frecuentemente puedes determinar por qué tu bebé está llorando analizando la situación que lo rodea. A continuación enumeraremos algunas razones comunes para el llanto del bebé y las claves que tal vez te pueden decir qué está pasando.

1.11.2.1 Hambre
Si han pasado tres o cuatro horas desde su última comida, si se acaba de despertar o si su pañal está recién cambiado después de estar muy mojado o sucio y comienza a llorar, probablemente tiene hambre. Alimentar al bebé puede detener su llanto.

1.11.2.2 Cansancio
Mira estas señales: merma la actividad, pierde el interés en las personas y los juguetes, se frota los ojos, su mirada está vidriosa y la más obvia, bosteza. Si notas alguna de estas señales en tu bebé cuando llora, lo más seguro es que necesita dormir. ¡Hora de ir a la cama!

1.11.2.3 Incomodidad
Si un bebés está incómodo -pañal muy mojado, se encuentra muy acalorado, está apretado- se retuerce o arquea cuando llora como si tratara de deshacerse del motivo de su incomodidad. Trata de descubrir cuál es la fuente de su pedido de ayuda y soluciona su problema.

1.11.2.4 Dolor
Un llanto por dolor es repentino y agudo, tal como un adulto o un niño mayor lloraría cuando se hiere. Este llanto puede incluir largos períodos de llanto seguidos de una pausa durante la cual tu bebé parece que deja de respirar. Puede entonces tomar aliento y exhalarlo en otro llanto prolongado. Es hora de chequear la temperatura del cuerpo del bebé y desvestirlo para revisar todo su cuerpo.

1.11.2.5 Sobreestimulación
Si la habitación está ruidosa, hay gente tratando de llamar la atención del bebé, hay sonajeros en acción, cajas musicales sonando y tu bebé repentinamente cierra los ojos y llora (o gira su cabeza), es probable que esté tratando de aislarse de todo lo que hay a su alrededor y encontrar algo de paz. Es hora de hacerle unos mimos suaves en una silenciosa habitación con luz tenue.

1.11.2.6 Enfermedad
Cuando tu bebé está enfermo, puede llorar de manera débil y gimiendo. Esa es su manera de decir “me siento horrible”. Si tu bebé parece enfermo, busca señales de malestar, tómale la temperatura y hazlo ver por un médico.

1.11.2.7 Frustración
Tu bebé está apenas aprendiendo a controlar sus manos, brazos y pies. Puede tratar de llevar sus dedos a la boca o alcanzar un juguete particularmente interesante, pero su cuerpo no coopera. Llora con frustración porque no puede lograr lo que quiere hacer. Todo lo que necesita es un poco de ayuda.

1.11.2.8 Soledad
Si tu bebé se queda dormido y lo pones en su cuna, pero se despierta pronto llorando puede estar diciendo que extraña la calidez de tu regazo y no quiere estar solo. Una situación simple de resolver.

1.11.2.9 Preocupación o miedo
Tu bebé repentinamente se encuentra en los brazos de una tía abuela y no te puede ver; sus gorjeos anteriormente felices se tornan en llanto. Está tratando de decirte que está asustado: no conoce a esta nueva persona y quiere estar con papá o mamá. Explícale a la tía que el bebé necesita un poco de tiempo para entrar en calor con alguien nuevo y trata de que ambos se conozcan bien mientras el bebé está en tus brazos.

1.11.2.10 Aburrimiento
Tu bebé ha estado sentado en su silla de comer por 20 minutos mientras tú hablas y almuerzas con un amigo. No está cansado, hambriento o incómodo, pero comienza a emitir un llanto quejoso. Puede estar diciendo que está aburrido y necesita algo nuevo para mirar o para tocar. Una nueva posición en su silla o un tomar un juguete en sus manos.

1.11.2.11 Cólico
Si tu bebé llora inconsolablemente por largos períodos de tiempo todos los días, a la misma hora cada día, puede tener cólicos. Los investigadores están aún tratando de encontrar la causa exacta de los cólicos. Algunos expertos creen que los cólicos están relacionados con la inmadurez del sistema digestivo de los bebés. Cualquiera que sea la causa -y puede ser una combinación de todas las teorías- los cólicos están entre las más exasperantes situaciones que los padres de un bebé pueden enfrentar. Los cólicos ocurren solo a los recién nacidos hasta más o menos los cuatro o cinco mese de edad. Mira los patrones del llanto de tu bebé; estos pueden proveer pistas como sugerencias que pueden ser de ayuda. Entonces experimenta con algunas de las siguientes ideas que hay en esta lista y en el resto del artículo.

• Si amamantas a tu bebe, hazlo a demanda, tanto por nutrición como por confort, tantas veces como tu bebé necesite de un momento de calma.
• Si amamantas trata de evitar alimentos que puedan causar gases al bebé, tales como lácteos, cafeína, lechuga, brócoli y otros vegetales gaseosos.
• Si alimentas con biberón ofrécele más frecuentemente pero en menores cantidades; experimenta con diferentes fórmulas con la aprobación de tu médico.
• Si alimentas con biberón ensaya diferentes tipos de biberones y tetinas que impidan que el aire entre mientras el bebé toma.
• Experimenta con la cantidad de veces y frecuencia que pones a tu bebé a “hacer los provechitos”.
• Ofrécele comidas en un ambiente cómodo.
• Si el bebé quiere chupo, ofrécele uno.
• Invierte en un cargador de bebés o portabebés y úsalo durante los períodos de cólico.
• Si el clima no es propicio para darle al bebé un paseo en cochecito, entonces sube al bebé al coche dentro de casa y dale un paseo en él.
• Dale a bebé un baño tibio.
• Sostén al bebé con sus piernas dobladas sobre su abdomen haciendo una ligera presión.
• Masajea el abdomen de tu bebé o dale un masaje completo.
• Envuelve a tu bebé en una manta suave.
• Pon a tu bebé bocabajo sobre ti y masajéalo o acarícialo en su espalda.
• Camina con tu bebé en una habitación tranquila y oscura mientras le tarareas o cantas.
• Trata de mantener a tu bebé lejos de situaciones muy estimulantes durante el día, prevén situaciones de sobrecarga sensorial.
• Reposa sobre tu espalda y pon a tu bebé encima de ti mientras lo masajeas. Ponlo en su cuna si se queda dormido.
• Saca a tu bebé a dar un paseo en carro.
• Pon música suave o pon algo de “ruido blanco” tal como una aspiradora o agua corriendo de una canilla.
• Como último recurso, pregunta a tu doctor qué medicación puedes dar a tu bebé para calmar los cólicos y gases.

1.11.3 ¿Qué hay acerca de llanto de un bebé muy enojado?
Hay muchos momentos en los cuales no puedes saber si el llanto de tu bebé está directamente relacionado a alguna situación que se pueda solucionar: hambre o pañal sucio por ejemplo. Allí es cuando los padres se frustran y se llenan de nervios. Aquí es cuando debes respirar hondo e intentar alguno de las siguientes estrategias para detener el llanto:

1.11.3.1 Carga a tu bebé
No importa la razón del llanto de tu bebé, ser sostenido por una persona cálida que le ofrezca un sentimiento de seguridad tal vez pueda calmar su llanto. Los bebés aman ser sostenidos en brazos, mecidos, ser llevados en cargadores y (cuando son un poco mayores) ser llevados en cargadores en la espalda; el contacto físico es lo que ellos buscan y los calma de la mejor manera.

1.11.3.2 Amamanta a tu bebé
Amamantar a tu bebé es tan confortable como nutritivo. Todos mis hijos se calmaban fácilmente cuando les ofrecía pecho. Por eso mi esposo lo llamaba “el arma secreta”. Y mis hijos son niños normales, promedio. Amamantar es una importante y poderosa herramienta para calmar a un bebé.

1.11.3.3 Bríndales movimiento.
Los bebés disfrutan los movimientos repetitivos y rítmicos como de oscilación, danza o un carro en marcha. Muchas mamás de manera instintiva comienzan a mecer a su bebé molesto, y lo hacen por una buena razón: funciona.

1.11.3.4 Pon algo de “ruido blanco”.
El útero era un lugar muy ruidoso. ¿Recuerdas los sonidos que escuchaste con el estetoscopio doppler? No mucho tiempo atrás tu bebé escuchaba esos mismos sonidos 24 horas al día. Por lo tanto tu bebé puede ser calmado algunas veces con un poco de ruido blanco -se trata de aquel tipo de ruido constante, uniforme tal como el sonido el corazón, la lluvia, la aspiradora, etc.- Algunos relojes mecánicos pueden emitir también ruido blanco.

1.11.3.5 Permite que la música calme a tu bebé
La música calmada y suave es una maravillosa técnica para calmar bebés. Esa es la razón por la que las nanas han perdurado por años. No necesitas ser un cantante profesional para cantar una nana a tu bebé; tu bebé adora escuchar tu voz. Adicionalmente a tus canciones los bebés generalmente tienen sus preferencias que pueden ir desde jazz hasta música clásica, incluso rock y rap.

1.11.3.6 “Envuelve” a tu bebé.
Durante los primeros tres o cuatro meses de vida, muchos bebés se sienten reconfortados si puedes recrear esa sensación de estar “apretaditos” de la cual gozaban en el útero.

1.11.3.7 Masajea a tu bebé.
Los bebés aman ser tocados y frotados, entonces un masaje es una manera estupenda de calmar a un muy enojado bebé. Una variante de masaje es darle palmaditas al bebé; a muchos bebés les encanta sentir unas suaves y rítmicas palmaditas en la espalda o las nalguitas.

1.11.3.8 Permite que tu bebé succione algo.
El más natural chupo para un niño es el pecho de su mamá, pero cuando el pecho no es una opción, un biberón o un chupo, los mismos dedos del bebé, un juguete especial para llevar a la boca o el dedo meñique de papá puede también funcionar de maravilla como una fuente de confort.

1.11.3.9 Distrae a tu bebé.
Algunas veces una actividad nueva o un cambio de escenario -una caminata en la calle, bailar con el bebé, un baño- puede ser de mucha utilidad cuando se quiere pasar de un bebé enojado a un bebé feliz.

1.11.4 Leer el lenguaje corporal del bebé.
Muchas veces puedes evitar el llanto de bebé respondiendo diligentemente las primeras señales de que tu bebé necesita algo, señales como protestar, tener su cuerpo rígido, buscar el pecho. A medida que vas conociendo a tu bebé y aprendiendo sus señales, determinar qué desea se vuelve cada vez más sencillo para ti - incluso antes de que comience a llorar.



1.12 Sonidos maravillosos para dormir
El ambiente que tu bebé disfruta por largos nueve meses en el útero no era quieto en absoluto. Allí había una constante sinfonía de sonidos -los latidos de tu corazón y fluidos moviéndose dentro y fuera de la placenta.
(¿Recuerdas esos sonidos que escuchabas cuando pudiste oír el sonido del corazón de tu bebé con el estetoscopio?) Las investigaciones indican que los sonidos de “ruido blanco” o música suave a la hora de dormir ayudan a muchos bebés a relajarse y caer dormidos más fácilmente. Esto es más posible dado que esos sonidos crean un ambiente más familiar para tu bebé que una habitación en completo silencio.

Muchas personas disfrutan usando música calmante a la hora de dormir a sus bebés. Si este es tu caso elije con cuidado la música que usas. Algunos temas (incluso piezas de jazz y música clásica) son demasiado complejos y estimulantes. Para que la música sea calmante para el bebé, escoge sonidos simples, repetitivos y predecibles como nanas tradicionales. Cintas creadas especialmente para que los bebés duerman son una buena elección. Escoge algo que tú mismo disfrutes escuchando noche tras noche. (Usar un reproductor con función automática que repita los temas es de mucha ayuda para mantener la música sonando por el tiempo que la necesites).

Hay una gran variedad de cintas disponible, y muy hermosas, con “sonidos de la naturaleza” que funcionan bien para estos fines, así como un generador de sonidos o “ruido blanco” que probablemente hayas visto en almacenes. Estos sonidos -gotas de lluvia, un arroyo burbujeante, agua que corre- generalmente son similares a esos sonidos que un bebé escucha en el útero. Un reloj que hace tic tac o un acuario con burbujas también son fantásticas opciones de ruido blanco.

“Hoy fui a comprar un pequeño acuario y su tarareo constante parece relajar a Cloé y ayudarla a dormir. Sin embargo no compré ningún pez para poner en él. ¿Quién tiene tiempo para cuidar un pez cuando estás todo el día a medio dormir?

Tanya, mamá de Cloé de 13 meses

Puedes encontrar algunas cintas y CDs hechos especialmente para bebés o aquellos hechos para ser escuchados por adultos cuando desean relajarse. Sin importar tu elección, escucha primero lo que desees comprar y pregúntate: ¿Esto realmente me relaja? ¿Me ayudaría a conciliar el sueño si lo escucho a la hora de dormir?

Si debes poner a tu bebé a dormir en un ambiente ruidoso y activo y lleno de gente, poner a sonar la cinta te ayudará a disimular los sonidos que puedan molestar al bebé tales como ruido de platos, gente conversando, risas de niños, televisión, perros ladrando, etc. Esto puede también ayudarte a hacer una transición desde un ambiente ruidoso al cual el bebé está acostumbrado en el día a uno de absoluta quietud en la noche.

Una vez tu bebé se familiariza con este ambiente calmante o con la música puedes usar esto para ayudarlo a quedarse dormido cuando se despierta en el medio de la noche. Simplemente pon la música suavemente durante el proceso de dormirlo y calmarlo. Si se despierta de nuevo y llora, repite este proceso.

Si tu bebé se acostumbra a sus sonidos para dormir tú puedes tomar ventaja de esto y llevar la cinta contigo si vas a estar fuera con el bebé durante la hora de la siesta o la hora de quedarse dormido. La familiaridad con estos sonidos ayudará a tu bebé en un ambiente poco familiar.

Eventualmente tu bebé necesitará cada vez menos de estas técnicas para quedarse dormido. No sientas que debes acelerar el proceso; no hay ningún problema si tu bebé se queda dormido escuchando los sonidos. Cuando estés preparada para quitárselos puedes ayudar este proceso reduciendo el volumen de la música poco a poco hasta que finalmente no pongas ningún sonido en absoluto.

Los bebés disfrutan estos sonidos pacíficos, y estos (los sonidos) se convierten en una pieza del rompecabezas que ayuda a tu bebé a dormir -gentilmente y sin ninguna clase de llantos-.



1.13 Mi libro del sueño, todo un éxito
Una vez el bebé ha cumplido un año de edad, empezará a entender más sobre la vida. Será capaz probablemente de seguir instrucciones simples, como “pon esto en el estante”. La mayoría de bebés a esta edad disfrutan leyendo libros, especialmente libros con fotos de bebés reales. Puedes usar este amor por los libros para alentar a tu bebé que duerma durante toda la noche. Puedes conseguirlo escribiendo su propio libro sobre el sueño. Aquí tienes como.

Utiliza papel muy resistente y duro. El libro debe ser grande, de unos 21 x 30 cm. o mayor; une las páginas con cinta adhesiva resistente.

Titula el libro Todo sobre [nombre de tu bebé]. Mostrará la historia de la vida de tu bebé, enfocándose básicamente en el sueño y/o el destete, si quieres que el bebé deje el pecho o el biberón. Puedes usar también esta idea para que el bebé deje el chupete o para prepararle para cualquier otro cambio que sea importante en su vida, como por ejemplo un nuevo embarazo, o tratar un próximo divorcio o separación.

Recoge fotografías de tu bebé desde el momento del nacimiento. Empieza con una como recién nacido y continúa con otras que muestre como se va hacienda mayor, acabando con aquellas que muestren acciones y elementos de la rutina para irse a dormir. Fotos con el bebé tomando el pecho o un biberón, usando un chupete, llevando un pijama, leyendo un cuento, tumbado en la cama o dormido, son las más adecuadas. Si es posible, toma más fotos del bebé durante cada paso de tu rutina actual de irse a dormir, incluyendo algunas en que aparezca durmiendo profundamente. En alguna de las fotos que esté dormido, haz que papá o mamá también estén presentes, sonriendo y mirando al bebé.

No hagas el libro tan largo como para que el bebé pierda interés, puesto que el objetivo del libro es precisamente el final. Tú conoces a tu bebé y qué tamaño de libros prefiere. La última sección del libro serán tus objetivos para dormir (y/o destete), remarcándolos muy claro y específicamente.

Leed el libro cada noche (al bebé puede gustarle tanto que deseará leerlo también durante el día, y ¡será perfecto!). Habla con él sobre todo lo que leáis. Ayúdale a hacer lo que comentáis sobre el libro.

A medida que vayáis leyendo este libro hecho en casa, pon en marcha también un plan completo para dormir a tu bebé. Paso a paso y noche a noche, tu bebé se acercará cada vez más al objetivo de dormir toda la noche.



1.14 Colecho, hazlo posible y seguro
1.14.1 Pregunta:
Estamos esperando nuestro primer hijo pronto y estamos pensando en usar una cama familiar. Hemos investigado sobre los “por qués” y hay bastante información. ¿Pero cuáles son los trucos prácticos? ¿Cómo lo montamos?

1.14.2 Aprende sobre ello
La cama familiar, colecho o compartir la cama, no importa como lo llames, significa que tu hijo duerma contigo o muy cerca de ti. La cama familiar se está convirtiendo en algo cada vez más habitual (o tal vez siempre lo había sido, pero hasta ahora nadie había hablado de ello). Compartir el sueño es muy popular entre los padres (particularmente madres lactantes) de bebés pequeños que se despiertan por la noche, pues permite que los padres no tengan que levantarse de la cama, y hacer paseos arriba y abajo por los pasillos. El colecho también es popular entre los padres de niños mayores, con los que disfrutan de su cercanía durante la noche.

¡Hay tantos tipos de camas familiares como de familias! Aquí hay algunos de los sistemas más habituales:

• La cama familiar: Los padres y el bebé duermen en la misma cama – normalmente más grande de lo normal.
• Lado a lado: El niño duerme en un colchón o futón en el suelo al lado de la cama de los padres.
• Sidecar: Un moisés o cuna se engancha a la cama de los padres, normalmente con uno de los lados de la cuna retirado.
• Habitación compartida: El bebé y los padres tienen camas separadas en la misma habitación.

El uso de estos sistemas también varía en cada casa. Algunas de las situaciones habituales son:

• Sueño compartido con el bebé durante la noche y las siestas.
• Sueño parcialmente compartido durante las siestas o el sueño nocturno, con el bebé en la cuna, moisés u otros sitios durante esos otros momentos.
• La cama doble de mamá es una situación habitual en la que la madre tiene un sitio donde duerme con el bebé y otro donde duerme con su pareja. Ella va cambiando de cama según la frecuencia de despertares del bebé y lo cansada que esté.
• Las camas musicales son otro sistema habitual. Hay varias camas en diferentes habitaciones y los padres y sus bebés van cambiando de sitio en sitio dependiendo de la situación de cada noche.
• La cama familiar ocasional ocurre cuando el bebé tiene su propia cuna o cama, pero es bienvenido en la cama de sus padres cuando tiene una pesadilla, se siente enfermo o necesita de más cariño o atenciones.
• La cama de hermanos es habitualmente la continuación de la cama familiar. Los hermanos mayores comparten el sueño con los demás cuando ya superan la necesidad de la cama de sus padres o el sistema de sidecar.

1.14.3 Cómo decidir
Cada familia tiene diferentes necesidades nocturnas. No hay un único sistema que funcione para todos los bebés y padres. La clave es encontrar la solución que haga sentir bien a todos los miembros de la familia.

Es muy importante descartar la necesidad o deseo de satisfacer la percepción de otra persona de lo que tú deberías hacer. En otras palabras, no importa lo que tus parientes, vecinos, pediatra o escritor favorito diga sobre los sistemas de sueño, la única respuesta “correcta” es aquella que funciona para la gente que vive en tu casa.

1.14.4 Hazlo seguro
Si decides tener a tu bebé durmiendo contigo durante las siestas o por la noche, deberías seguir las siguientes instrucciones de seguridad:

• Tu cama debe ser absolutamente segura para tu bebé. La mejor opción es poner el colchón en el suelo, asegurándote de que no hay lugares donde el bebé pueda quedarse atrapado. Comprueba que tu colchón es plano, firme y suave. No permitas dormir al bebé en una superficie blanda, como una cama de agua, sofá, con cojines u otras superficies flexibles.

• Asegúrate de que las sábanas ajustables están seguras y no se pueden desprender.

• Si la cama está alzada del suelo, utiliza barreras con mallas para prevenir que el bebé caiga rodando de la cama, y ten especial cuidado en que no haya espacio entre el colchón y el cabezal o el final de la cama. Algunas barreras diseñadas para niños no son seguras para bebés porque tienen espacios en que pueden atrapados.

• Si la cama está situada contra una pared o algún mobiliario, comprueba cada noche que no hay espacio entre el colchón y la pared o el mueble, por donde el bebé se podría colar.

• Los niños deberían situarse entre la madre y la pared o barrera. Los padres, hermanos y los abuelos no tienen la misma sensibilidad instintiva de la situación del bebé como las madres. Mamás, vuestro bebé puede despertaros con un mínimo movimiento o ruido. Si te das cuenta de que estás tan profundamente dormida que sólo te despiertas cuando tu bebé grita llorando, puedes considerar seriamente cambiar a tu bebé a la cuna junto a tu cama.

• Utiliza un colchón grande para proveer de suficiente espacio para el movimiento de todos.

• Considera la situación de sidecar donde el moisés o cuna del bebé se ajusta al lado de la cama como la principal opción.

• Asegúrate de que el dormitorio del bebé y cualquier otra habitación donde el bebé vaya a tener acceso, es segura para el bebé (imagínate al bebé saliendo de la cama y explorando la casa mientras duermes. Incluso si nunca lo ha hecho todavía, ¡puedes estar segura de que algún día lo hará!)

• Nunca duermas con el bebé si has tomado alcohol o cualquier tipo de droga o medicina, roncas mucho o si sufres de falta de sueño y encuentras dificultad en despertarte.

• No duermas con tu bebé si eres una persona de gran tamaño, ya que el sobrepeso de los padres ha sido determinado como un factor de riesgo en una situación de colecho. Si bien no es posible dar una relación concreta entre los pesos de los padres y el del bebé, comprueba como el bebé y tú os sentís uno al lado del otro. Si el bebé rueda hacia ti, si el colchón se hunde en exceso o si sospechas de cualquier otra situación peligrosa, no tomes riesgos y traslada al bebé a un moisés o cuna al lado de la cama.

• Quita todas las almohadas y mantas durante los primeros meses. Sé extremadamente cautelosa cuando añadas almohadas o mantas a medida que tu bebé crezca. Viste al bebé y a ti misma cálidamente. (Un consejo para madres que amamantan: utiliza una camiseta vieja, mejor de cuello alto, cortándola por la mitad hasta la línea del cuello como una camiseta extra para mayor calidez.) Recuerda que el calor del cuerpo aumentará la temperatura durante la noche. Asegúrate de que el bebé no se sobrecalienta.

• No lleves camisones o pijamas con cintas o cuerdas. No lleves joyas y, si tu pelo es largo, recógelo.

• No uses perfumes o lociones fuertes que puedan afectar los delicados sentidos del bebé.

• No permitas que ningún animal doméstico duerma en la misma cama que el bebé.

• No dejes nunca al bebé solo en una cama de adultos excepto si es perfectamente segura (por ejemplo, poniendo al bebé en un colchón en el suelo en una habitación segura, cuando tú estás cerca o escuchando con un interfono fiable).

• Por el momento no hay ningún sistema de seguridad especial para proteger a un bebé en una cama de adultos. Sin embargo, como resultado de la gran cantidad de padres que quieren dormir de una manera segura con sus bebés, hay cada vez más inventos en los catálogos para bebés.

1.14.5 Cuándo hacer los cambios
Las situaciones sobre el sueño tienden a sufrir un proceso de transformación durante los primeros años de vida del bebé. Algunas familias deciden conscientemente elegir el colecho como sistema para dormir con sus bebés hasta que notan que están listos para dormir solos. Otras familias trasladan a sus hijos a una cuna para satisfacer su necesidad de sueño privado. El mejor consejo es seguir tus necesidades de cada momento y ajustarte a cada una de ellas con aquello que funcione mejor para ti.

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