William Sears (II)
1.8 10 Formas de educar
1.9 Cinco maneras en las que los padres pueden manejar su enfado
1.10 18 maneras de decir no de forma positiva
1.11 Ya crecerá
1.12 Porque con tres años son mas faciles de educar
1.8 10 Formas de educar
1.8.1 Conéctese tempranamente
Es fundamental en una relación sana entre padre y niño. Para saber cómo disciplinar a su niño usted debe conocer primero a su niño. Esta clase del conocimiento reside profundo en las mentes de los padres. Usted le podría llamar intuición, pero ese término tiene una especie de mística que confunde a los padres. “¿Cómo puedo confiar en mi intuición? ¡no sé si tengo!") La "conexión" es más fácil de entender. Con el estilo de cuidar de los niños de alto-contacto llamado Attachement parenting, usted puede construir y reforzar esta conexión entre usted y su niño, colocando la base para la disciplina. Los padres conectados llegan a ser sus propios expertos en su propio niño, así que ellos saben qué conducta es apropiado esperar y cómo transmitir estas esperanzas. Los niños conectados saben que conducta esperan los padres y hacen un esfuerzo de comportarse esta manera porque ellos quieren complacer sus padres. Juntos estos padres y los niños desarrollan un estilo de educación que funciona para ellos. Describimos los instrumentos para conectar con su bebé y niño pequeño para que usted pueda leer su conducta de niño y responder apropiadamente, de forma que los dos den lo mejor de si mismos.
1.8.2 Conozca a su niño
Estos son las palabras más útiles en la educación. Estudie a su niño. Sepa sus necesidades de niño y capacidades en varias edades. Sus técnicas de educación serán diferentes en cada etapa porque las necesidades de niño cambian. Una rabieta en un niño de dos años necesita una respuesta diferente que en uno de ocho años.
Conozca la conducta apropiada para cada edad. Muchos conflictos surgen cuándo los padres esperan que los niños piensen y se comporten como adultos. Usted necesita saber qué conducta es usual para un niño en cada etapa del desarrollo para reconocer la mala conducta verdadera. Encontramos que la educación era mucho más fácil con nuestro octavo niño que con nuestro primer niño, principalmente porque nosotros ahora tenemos un asidero: conocemos que conductas requieren instrucción, cuales la paciencia, y cuales el humor, y las que demandan una firme respuesta correctiva. Toleramos esas cosas que acompañan una edad de niño y etapa (por ejemplo, la mayoría de los niños de 2 años no puede sentarse todavía mucho tiempo en un restaurante), pero corregimos la conducta que es irrespetuosa o peligrosa para el niño o para otros (" Usted no puede subir sobre la mesa").
Vea por los ojos de su niño. Los niños no piensan como adultos. Los niños hacen y piensan locuras—por lo menos por estándares adultos. Usted lo manejará mal si usted juzga una conducta de niño de un punto de vista adulto. Un de dos años que corre hacia la calle es no es desafiante, él sólo quiere coger su pelota. La acción sigue al impulso, sin pensamiento en medio. Un niño de cinco años quiere el juguete de su amigo tanto que lo "pide prestado". Un adulto puede parar y pesar la necesidad, la seguridad, y la moral de un acto, pero de un niño pequeño no.
Nuestro hijo Matthew, era a la edad de dos años un niño que se concentraba con facilidad. El llegaría a ser tan absorto en una actividad de juego que era difícil para él dejarla cuando era hora de salir. Un día cuando él jugaba y era hora de partir (llegábamos tarde para una cita), Martha sacó a Matthew y lo llevó a la puerta. Matthew protestó con una rabieta típica de dos años. Al principio ella sintió el usual "Oye, aquí mando yo" y sentía que estaba justificado esperar que nuestro hijo dejara inmediatamente sus juguetes. Pero cuando Martha llevaba el niño fuera de la puerta, se dio cuenta de que su calibrador de la educación estaba desequilibrado y ella no manejaba las cosas de la mejor manera. Sus acciones eran un resultado de su necesidad de salir, pero ellos no tuvieron en cuenta la necesidad de Matthew de un aviso previo y una transición más gradual. Ella se dio cuenta de que no estaba en la naturaleza de Matthew cambiar engranajes rápidamente, incluso si tuviéramos una hora tope. El no la desafiaba. El era sincero consigo mismo. El necesitaba más tiempo para dejar sus actividades. Así que ella le llevó tranquilamente hacia la ubicación del juego, se sentó con él y juntos dijeron "Adiós juguetes, adiós camiones, adiós coches," hasta que él pudo liberarse cómodamente de sus actividades. Sólo tomó un par de minutos, el tiempo que de otro modo se habría malgastado en luchar con Matthew en el coche. Esto no era una "técnica" o "método"; esta acción disciplinaria evolucionó naturalmente del respeto mutuo entre padre y niño y el conocimiento que Martha tenía acerca de Matthew. Al final de este ejercicio Martha se sentía bien porque había logrado lo que ella quiso - que Matthew saliera de la casa con la menor la cantidad del jaleo. Ella aprendio un método de liberarlo de una actividad sin recurrir a una rabieta. Eso es la disciplina.
Darnos cuenta de cuanto mejor funcionaba la disciplina cuando teníamos en cuenta las necesidades de nuestros hijos fue un punto muy importante para nosotros. Inicialmente, tuvimos que tratar el temor de permitir que nuestros niños nos manipularan, porque habíamos leído, oídos de otros, y crecimos con la idea que los padres buenos tienen siempre el control. Encontramos, sin embargo, que acercar nuestro punto de vista la del niño realmente nos ayudó a hacernos cargo. Conocer a nuestros niños llegó a ser la llave de cómo educarlos. Ellos supieron que estábamos a cargo de la situación porque éramos capaces de ayudarlos a obedecen. Eso no dejó duda en sus mentes y las nuestras de que papá y mamá saben qué es lo mejor.
1.8.3 Ayude al niño a respetar la autoridad
Hágase cargo de a sus niños. Eso es básico en la educación. Pero ser una autoridad de confianza del niño no viene automáticamente con el trabajo de ser un padre. El niño que al que se le dice que debe obedecer "si no," puede comportarse bien, pero hace así por temor, no respeto. "Honra a tu padre y tu a madre" es una enseñanza sabia y comprobada con el tiempo; no los tema. El honor implica tanto la obediencia como el respeto.
¿Cómo obtiene usted respeto de sus niños? Una figura de la autoridad necesita ser a la vez tibio y sabio. Primero, conéctese a su hijo. Empiece como un confortador del bebé. A hacer esto, usted conoce a su bebé y su bebé confía en usted. El respeto a la autoridad se basa en la confianza. Una vez su niño confía en encontrarle cuando lo necesita, el confiará en usted para poner límites. Un día yo pregunté a una madre por qué ella sentía tan segura como una figura de autoridad. Ella dijo, "mucha de mi seguridad viene de conocer a mis niños." Porque ella entendía a sus niños, ella era capaz de indicarles sabiamente y saber que ellos seguirían. Muchos padres confunden está encargado con está en el control. En vez de controlando directamente a niños, las figuras sabias de la autoridad controlan la situación para hacer más fácil a los niños aprender a controlarse a sí mismos. Los niños responden con la confianza y el respeto genuinos antes que al temor y la rebelión.
1.8.4 Fije límites, proporcione una estructura
Establezca las reglas, pero cree al mismo tiempo las condiciones que hacen las reglas más fáciles de seguir. Los niños necesitan fronteras. Ellos no prosperarán ni sobrevivirán sin límites. Para aprender acerca de su ambiente, los pequeñines deben explorar y deben ser energéticos. Eso es su trabajo. El control ambiental es el trabajo de padres. Esto implica colocación los límites sabios y proporcionar la estructura, que significa crear una atmósfera en el hogar que hace estos límites más fáciles de respetar. La parte de poner límites es decir “no” a un niño que explora que explora que se dirige al problema; la parte de la estructura está en tener un hogar a prueba de niños y proporcionar a las mentes y los cuerpos un lugar seguro para jugar y aprender.
1.8.5 Espere obediencia
Su niño será tan obediente como usted espera, o tan desafiante como usted permite. Cuando nosotros preguntamos a los padres de los niños obedientes por qué sus niños obedecen, todos contestan, "Porque nosotros lo esperamos”. Sencillo como suena, muchos padres permiten que este hecho básico de la disciplina se vaya. Ellos están demasiado ocupados, su niño es "de carácter fuerte;" ellos presentan disculpas: "Es apenas una fase de desarrollo."
Los niños de corta edad no saben qué conducta es aceptable o inaceptable hasta que usted se lo diga. Una tarde en un restaurante “amigable con niños”, nosotros observamos dos familias que manejan la misma situación en dos maneras diferentes. El niño de dos años y medio en una familia subía incesantemente sobre el respaldo de su silla, y mantuvo esta conducta hasta llegar a ser molesta a clientes cercanos. "Prohibiciones" débiles de los padres no disuadieron al trepador persistente. Era claro que este niño no llegó a tener la menor idea de que subir era una conducta inaceptable. El obtuvo el mensaje, "preferimos que usted no suba, pero nosotros no haremos nada acerca de ello."
Otro niño de dos años y medio obtuvo un mensaje y una conducta diferente, mostrada de forma diferente. El padre se sentó al niño junto a él, se dirigió con frecuencia al niño, y lo mantuvo implicado en la conversación de la familia. Tan pronto como el pequeñín comenzó a subir, el padre inmediatamente lo redireccionó y plantó cortésmente al trepador en su asiento. Con una combinación de distracción creativa y restricción respetuosa, el padre transmitió al niño que esperaba de el que se abstuviese de subir porque subir perturbaría las personas do los sitios cercanos. El niño obtuvo el mensaje de que ningún esfuerzo por subir al asiento estaría bien. El niño archivó esta experiencia en su banco de la memoria, para ser recuperada la próxima vez ellos fueron a un restaurante cuando, presumiblemente, él hizo menos tentativas para subir sobre el asiento.
¿Exhibía el padre en la segunda familia control de la conducta? Sí, pero en el sentido correcto del término. El control abusivo es cuando usted impone forzosamente sus hechos sobre su niño, espera ser obedecido, pero en detrimento de su relación. Cuándo usted insiste en la obediencia y ayuda al niño para obtener el control de él mismo, usted utiliza su poder sobre el niño en una manera buena que ayuda a que él desarrolle los controles interiores. Recuerde, los niños quieren los límites para no sentirse fuera de control, y ellos quieren a los padres para que les paren en esos límites. Ellos van probando los límites para ver si usted los apoya. Cuándo usted no lo hace, el niño está inquieto porque nadie es suficientemente fuerte para contenerle. Para un niño, eso es espantoso.
1.8.6 Sea modelo de conducta
Un modelo es un ejemplo que su niño imita. La mente de un niño creciente es una esponja, empapando experiencias de vida; es una videocámara que captura todo que un niño oye y ve, almacenando estas imágenes en una cámara mental para la recuperación posterior. Estas imágenes almacenadas, especialmente esas con frecuencia repetidas por personas significativas en la vida de niño, llegan a ser la parte de su personalidad—el ser de niño. Así, uno de sus trabajos como padres deberá ser proporcionar materia buena para que su hijo absorba.
"Pero yo no puedo ser perfecto." por supuesto que no. Ningún padre es perfecto. Al escribir este libro, Martha y yo a menudo decíamos, "sabemos todo esto y aún cometemos errores." De hecho, es poco sano ser modelo de perfección—una meta que ni el padre ni el niño pueden alcanzar (aunque muchos se paralizan tratando). Es la impresión general que su niño recibe lo que cuenta, no las pifias ni arrebatos ocasionales. Si un padre está por costumbre enojado, la cólera llega a ser la parte del ser de niño. El niño aprende que esto es la forma en que las personas tratan con la vida. Si un padre es modelo de felicidad y la confianza, con una enojada ocasional, el niño ve un modelo más sano: las personas son felices la mayor parte del tiempo, pero a veces las dificultades le hacen enojar. Usted maneja la situación y vuelve a ser feliz.
Los padres, ustedes, son las primeras personas que su niño conoce. Ustedes son los primeros cuidadores, las figuras de autoridad, los compañeros, masculino y femenino. Usted pone el estándar para la actitud del niño hacia la autoridad, su habilidad de jugar con iguales, y con su identidad sexual. Parte de usted mismo llega a ser parte de su niño. Sí, mucha de la conducta del niño es genética. Más de un padre ha dicho, "El vino construido de esa manera," pero mucho es influido también por los modelos de comportamiento del niño.
1.8.7 Nutra su confianza en si mismo
La persona que crece con una imagen de sí mismo positiva es más fácil de educar. Ella piensa en si misma como una persona que vale la pena, y así que ella se comporta de una manera que vale la pena. Ella es capaz de privarse de alguna mala conducta con la voluntad de mantener este sentimiento de bienestar. Cuándo este niño se porta mal, vuelve más rápidamente al sendero correcto, con menos necesidad para de castigo.
No es así el niño con una pobre imagen de sí mismo. El niño que no siente que es bueno no actúa bien. Sus padres no confían en el, así que él no puede confiar en si mismo. Nadie espera que se comporte bien, así que él no lo hace. El ciclo de la mala conducta empieza: más mala conducta, más castigo, que intensifica la cólera de niño y baja el amor propio de niño, produciendo una conducta más mala. De ahí que nuestro enfoque para disciplinar se enfoca principalmente a promover bienestar interior en el niño desde el principio. A través de la vida su niño será expuesto a personas y acontecimientos que contribuyen a su auto-valor y a otros que lo astillan. Llamamos a estos constructores y destructores. Nosotros lo ayudaremos a poner las condiciones para que su niño esté expuesto a muchos más constructores que destructores, y, por supuesto, para ser un constructor usted mismo.
1.8.8 Forme la conducta del niño
Un padre sabio es como un jardinero que trabaja con lo que él tiene en su jardín y decide también lo que él quiere agregar. El se da cuenta de que él no puede controlar las características de las flores, cuando florecen, su olor y el color; pero él puede agregar esos colores que no tiene en su jardín, y él lo puede formar para ser más hermoso. Hay flores e hierbas en cada conducta de niño. A veces las flores florecen tan hermosamente que usted hace ni advierte las hierbas; otros tiempos que las hierbas alcanzan las flores. El jardinero riega las flores, pone guías a las plantas para ayudarlas a crecer rectas, y mantiene las hierbas controladas.
Los niños nacen con algunos rasgos conductuales que o prosperan o se eliminan, según cómo los niños sean atendidos. Otros rasgos se plantan y son alentados vigorosamente a crecer. Tomado enteramente, estos rasgos componen la personalidad eventual de niño. Su herramientas como un padre es las técnicas nosotros llamamos modeladores, las maneras probadas con el tiempo para mejorar su conducta de niño en situaciones diarias. Con ayuda de modeladores usted elimina esas conductas que aflojan a su niño hacia abajo y nutren esas calidades que ayudan a que él madure.
La mayoría del tiempo, formar la conducta de un niño es una reacción de cuando-entonces. (Cuándo la habitación de Billy es un lío, entonces Mamá dice "no más jugar fuera de hasta que se limpie.") Finalmente, el niño interioriza estos modeladores, desarrollando sus propios sistemas interiores de cuando-entonces, y aprende a tomar responsabilidad de las consecuencias de sus acciones. (" Cuando mi cuarto es un lío, no es divertido jugar allí, así que yo mejor lo limpio.") El aprende a formar su propia conducta.
En cada etapa del desarrollo, sus instrumentos de formación cambian, dependiendo de las necesidades de su jardín pequeño. En la sección de educación de este sitio, nosotros le damos tips de horticultura a ayudarle a formar seguramente la conducta de su niño y hacer que su personalidad trabaje para su ventaja, así él será una persona más amable que contribuye al jardín de la vida.
1.8.9 Críe niños que se preocupen
Un niño moral es responsable, desarrollando una conciencia, y es sensible hacia las necesidades y derechos de otros. Un niño moral tiene un código interior del bien y la injusticia que va ligado a su sentido interior de bienestar. En el interior él mismo él sabe "yo me siento bien cuando actúo bien, y yo me siento mal cuando actúo mal." La raíz de es un niño moral es la sensibilidad a su ser y a otros, junto con la habilidad de anticipar cómo una acción afectará a otra persona—y tenerlo en cuenta antes de avanzar. Una de las habilidades sociales más valiosas usted puede ayudar a su niño a desarrollar es empatía—la habilidad de considerar los derechos y sentimientos de otras personas. Los niños aprenden empatía de las personas que los tratan con empatía. Una de las mejores maneras de resultar ciudadanos buenos deberá ser criar a niños sensibles.
A los niños además de enseñarles la conducta responsable hacia los otros y hacia las cosas, también hay que enseñarles a tomar responsabilidad de sí mismos. Uno de los instrumentos más valiosos para la vida usted puede dar a su niño es la habilidad de hacer las elecciones sabias. Usted quiere plantar un sistema de seguridad dentro de su niño que constantemente le recuerda:” piensa lo que estás a punto de hacer”. Aprendiendo a tomar responsabilidad de sus acciones siendo niños pequeños se preparan para hacer las elecciones correctas cuando las consecuencias son más graves. Nuestro deseo es ayudarle a criar niños cuidadosos.
1.8.10 Hable y escuche
Comuníquese con su niño de modo que no llegue a ser sordo para sus padres. Las mejores figuras de la autoridad se especializan en la comunicación con niños. La misma orden dada de forma considerada hace la diferencia en si un niño obedece o le desafía. Los educadores sabios saben cómo abrir a un niño que se cerró y considerar la Regla de oro: eduque a sus niños respetuosamente.
Además de aprender cómo hablar a un niño, es igualmente importante aprender a cómo escuchar. Nada gana más puntos sobre un niño (o adulto) más que transmitiendo que usted valora su punto de vista. Estar encargado de su niño no significa ponerle hacia abajo.
Cada uno de éstos puntos de disciplina depende de los otros. Deberá ser una figura de autoridad, un modelo bueno, un modelador de la conducta y maestro de obediencia y no podrá si usted y su niño no están conectado y usted no conoce a su niño. Usted puede saber los principios psicológicos de formar la conducta, pero el modelador no funcionará si usted no se puede comunicar con su niño. E incluso una relación conectada no garantiza a niños disciplinados si usted falla de transmitir su esperanza que su niño le obedezca. Estos diez componentes interdependientes forman la base del enfoque para educar, que proponemos en nuestra página. Póngalos todo juntos, y usted tiene un modelo para criar a niños que son una alegría para estar con ellos ahora y que le harán orgulloso en el futuro.
1.9 Cinco maneras en las que los padres pueden manejar su enfado
1.9.1 Cure su pasado “enfadoso”
Ser padre puede ser terapéutico. Puede mostrarle cuales son sus problemas propios y motivarle a arreglarlos. Si su pasado está cargado de ira no resuelta, inicie el camino para curarse usted antes de enfadarse y dañar a su hijo. Lo estudios de muestran que los hijos de madres que demuestran ira con frecuencia, son más difíciles de educar. Identifique problemas en su pasado que puedan contribuir a la ira del presente. ¿Fue usted maltratado o duramente castigado cuando era un niño? ¿Tiene usted dificultad para controlar su genio? ¿Nota usted una falta de paz interior? Identifique situaciones del presente que le hacen enfadar: un trabajo poco satisfactorio, espos@, usted mismo, los niños. Recuerde que es usted espejo de sus emociones. Si su hijo ve una cara crónicamente enfadada, y oye permanentemente una voz enfadada, esa es la persona que será en el futuro con mayor probabilidad.
1.9.2 Mantenga la perspectiva
Todos tenemos un botón de “enfado”. Algunos padres son tan proclives a enfadarse que cuando explotan el perro se esconde. Pruebe este ejercicio: en primer lugar divida los malos comportamientos de su hijo en “pequeñeces” (molestias) que no merecen la pena el disgusto de enfadarse, y las cosas “grandes” (ponerse en peligro, dañar a los demás y la propiedad) que demandan una respuesta, para su propia tranquilidad y la de su hijo.
En segundo lugar condiciónese usted mismo para que las pequeñeces no le molesten. He aquí unas “grabaciones” que repetir en su mente la próxima vez que su hijo tire algo:
• estoy enfadado pero puedo controlarme
• los accidentes ocurren
• yo soy el adulto aquí
• me enfado con el hecho, no con el niño
• mantendré la calma y así todos aprenderemos algo
Repita estos ejercicios una y otra vez actuando. Añada algunas líneas para decir:
• ops! se te ha caído
• te alcanzo una toalla
• está bien: te ayudaré a limpiarlo
Notará usted un gran contraste entre esto y lo que oyó de pequeño. También se dará cuenta de que no es tan fácil como parece.
Cuando una pequeñez de la vida diaria se produce, usted estará más condicionado para controlarse. Puede respirar profundamente, alejarse, mantenerse frío, planee su estrategia y vuelva a la escena. Por ejemplo: un niño emborrona pintura en la pared: Usted se ha condicionado para no explotar, usted, naturalmente está enfadado y es útil para usted y su hijo mostrar su desagrado. Usted da como respuesta un no firme pero sin gritar. Usted pide un “tiempo fuera”. Una vez que se ha calmado, insístale al niño (si es suficientemente mayor) en que le ayude a limpiar. Tener el control sobre su ira le proporciona al niño el mensaje siguiente “mamá está enfadada, y con razón. No le gusta lo que he hecho pero me sigue queriendo y cree que soy capaz de limpiarlo solo”
Hemos encontrado que tener un enfado a veces es peor para nosotros que para el niño. Nos deja exhaustos. Con frecuencia es nuestro sentimiento tras el enfado lo que nos molesta más, más que el zapato arrojado al water. Una vez que nos damos cuenta de que podemos controlar nuestros sentimientos más fácilmente de lo que nuestros hijos pueden controlar su comportamiento, seremos capaces de sobrevivir a estas etapas de la infancia, y la vida con nuestros hijos será más fácil. Cuando enloquecemos por un niño, no dejamos que la ira crezca tanto que se convierta en furia contra nosotros mismos por la pérdida de control.
1.9.2.1 El círculo de la ira
• enfado con el niño
• enfado con uno mismo
• mas enfado con el niño por hacernos enfadar con nosotros mismos
• enfadado por estar enfadado
Usted puede romper este círculo en cualquier punto para protegerse usted y su hijo.
1.9.3 Haga de la ira su aliada
Las emociones tienen un propósito. La ira sana le encamina a arreglas los problemas, en primer lugar porque no dejará el comportamiento de su hijo sin corrección y en segundo lugar porque no le gusta como su mal comportamiento le molesta. Esta es ira útil. Yo siempre he tenido una tolerancia muy baja para los chillidos de los niños. A la edad de 15 meses nuestro octavo hijo, Lauren, desarrolló un chillido que destrozaba los oídos, que hacía subir mi presión arterial como un cohete. O bien mi tolerancia estaba disminuyendo, o bien mis oídos se habían vuelto más sensibles con los años, pero el girito de Lauren pulsaba mi botón de enfado. No me gustaba mi hija por ello, ni me gustaba yo por no gustarme mi hija. Hubiera sido más fácil manejar el problema si yo no hubiera estado enfadado. Pero porque estaba enfadado y me di cuenta de que esto afectaba a mi actitud hacia Lauren, me sentí encaminado a hacer algo con sus gritos, que yo consideraba un comportamiento malo que no encajaba en su, por otra parte, encantadora personita. Así que en lugar de mantener el foco sobre lo mucho que odiaba esos sonidos, lo puse en las situaciones que producían esos chillidos, e intenté anticiparme a esas situaciones. Descubrí que cuando Lauren se aburría, estaba cansada, hambrienta o ignorada, chillaba. Es una personita que necesita una respuesta rápida, y sus chillidos la obtenían. Mi enfado me motivó a encontrar soluciones “para-chillidos”. Me convertí en un padre más sabio, y Lauren un bebé más agradable. Esto es ira útil.
La ira se vuelve dañina cuando no se entiende como una señal para arreglar la causa. Usted la deja crecer hasta que le disgustan sus propios sentimientos, usted y la persona que causa que usted se sienta así. Pasa usted su vida en una batalla por pequeñeces, que hubiera podido ignorar o grandezas que hubiera debido arreglar. Esta es ira dañina.
1.9.4 Deje de darse palizas
A menudo la ira crece en el interior así como hacia el exterior, sobre algo que a usted no le gusta, pero como reflejo, después de gastar un montón de energía en la emoción usted se da cuenta de que la situación como está ahora es mejor para todo el mundo. Esta visión no hace empequeñecer, y nos ayuda a disolver futuras llamaradas. Nuestra frase para las equivocaciones irritantes es: nadie es perfecto, la naturaleza gana de nuevo.
1.9.5 Esté prevenido para situaciones con alto riesgo de desencadenar ira
¿Está usted en una situación vital que le enfada? si es así, está usted en riesgo de desahogar su ira con si niño. Perder un trabajo o experimentar un evento con similar pérdida de autoestima, le puede hacer enfadar, con razón. Pero tenga en cuenta que eso hace más fácil que comportamientos de otra manera tolerables de los niños “pequeñeces”, le lleven al límite. Cuando uno está enfadado las pequeñeces se convierten en grandezas. Si es usted repentinamente víctima de una situación que le lleva a estar enfadado, ayuda el preparar a su familia:”quiero que entendáis que papá puede estar preocupado de ahora en un par de meses. He perdido mi trabajo y estoy muy nervioso por ello. Encontraré otro y todo volverá a estar bien, pero mientras, si alguna vez me enfado, no es que no os quiera, sino que tengo problemas conmigo mismo”. Si usted no “vuela su techo” es sabio pedir disculpas a sus niños (y esperar disculpas similares cuando ellos pierden los papeles):”discúlpame pero estoy enfadado, y si no parezco racional o sensible es porque estoy luchando, no es por tu culpa. No me he vuelto loco por ti”. También ayuda ser honesto con uno mismo, reconocer su vulnerabilidad y mantenerse en guardia hasta que el problema causante del enfado se resuelva. Siempre habrá problemas en nuestra vida que no podemos controlar. A medida que nos convertimos en padres más expertos- y personas- aprendemos a darnos cuenta de que la única cosa en nuestras vidas que controlamos son nuestras propias acciones. Como usted maneje su ira puede funcionar en su favor o en contra suya y de su hijo.
1.10 18 maneras de decir no de forma positiva
“No” es una palabra cargada de poder, rápida en los labios, fácil de decir. Su hijo oirá esa palabra con mucha frecuencia, y usted la oirá de su hijo también con frecuencia. Es necesario para un padre decir no a un niño, de forma que más tarde el niño pueda decirse no a si mismo. Todos los niños y algunos adultos tienen dificultad para retrasar la gratificación. “lo quiero ahora” es un deseo guía para los niños pequeños. Aprender a aceptar el no de otra persona, es un preámbulo a aprender a decirse no a si mismo. Lo que hace que los niños (y los adultos) se metan en problemas, es una reacción impulsiva a un deseo. Es decir si inmediatamente sin tomarse tiempo para hacer circular el deseo por tu “sensor” interno y considerar la necesidad de decirse no a si mismos. Aquí expongo como usar esa pequeña palabra, para dar mensajes positivos.
1.10.1 Haga un balance
Demasiados noes o demasiados sies, pueden torcer la autodisciplina de un niño. Es importante conseguir el balance correcto de sies y noes en el entrono de un niño. si usted raramente dice no a su hijo, las pocas veces que lo haga, su hijo se “desintegrará” porque no está habituado a ser frustrado. Si todo el dia está lleno de noes, el niño creerá que el mundo es un sitio negativo, y crecerá siendo una persona negativa. El mundo real está siempre lleno de sies y noes. En algunos hogares, los niños aprenden pronto cual es el padre que dice si, y cual el que dice no. Hasta los diez mandamientos tienen cosas que debes hacer y otras que no.
1.10.2 Los no crecen
El arte de decir no crece con su bebé. Durante el primer año, las necesidades de su bebé y sus deseos son lo mismo, así que será usted básicamente un padre de “si”. Durante el segundo año, los deseos del bebé no siempre son seguros o saludables, así que será usted un padre de si y no.
De los 9 a los 14 meses, el decir no es casi seguido, los llamamos noes de baja energía. Entre los 14 y los 18 meses, a medida que los bebés meten la directa, se frustran con facilidad, y fácilmente protestarán al intentar ser dirigidos en una dirección diferente de la que ellos quieren. En este momento, usted necesitará noes de alta energia y soluciones alternativas creativas. Alrededor de los 18 meses es cuando decir no se puede convertir en un asunto a tener en cuenta. Los padres pueden empezar a transmitir una actitud de “así es la vida, y yo confío en que puedas con ella.”. Hacia los dos años, los niños son expertos en decir no.
1.10.3 Use alternativas creativas al no
Una mañana cuando tenia 18 meses, Lauren, que estaba atravesando una fase impulsiva, revoloteaba alrededor de la casa escalando todo y metiendose en todas partes. Se estaba poniendo en peligro y revolviendo toda la casa. Tras el no número 20, yo estaba cansado de oir esa palabra, y mi hija tambien. En la parede de la habitación de uno de mis hijos, hay un poster en el que un gatito atrapado por una pata en lo alto de un arbol dice: “señor, protégeme de mi mismo”. Mi hija necesitaba ser protegida de su propia impulsividad. Necesitaba un cambio de aires. Pasamos el resto del dia fuera de casa. Parques y areas de juego, proveen un espacio y un lugar de sies, en el que correr y escalar. Si se encuentra usted con un niño pequeño, revoloteando de cosa en cosa y con usted persiguiendole alrededor de la casa diciendo no, considere cambiar a algo más divertido: salga, lleve un libro con usted, colóquese en lugar seguro y déjele correr.
TIP DE DISCIPLINA: CUANTO MENOS NO, MEJOR EL DIA PASÓ.
1.10.4 Enseñe signos de parar
Incluso en los meses tempranos debe enseñar al bebé a reconocer el lenguaje corporal que significa “para”. Su bebé necesita estar expuesto a estos signos de lenguaje corporal antes de oír la palabra no. El primer mordisco en su pezón durante la lactancia, supondrá un signo de ¡hay! en su cara. La primera vez que su bebé alcanza algo peligroso, su cara registrará alarma. Usted obtendrá mejores resultados de sus signos de “parar” si su bebé está habituado al lenguaje corporal positivo, de forma que cualquier cambio, le haga prestar atención. Sus noes serán mas eficaces con el niño pequeño si el ve un montón de lenguaje corporal positivo (mucha aprobación y orgullo, gestos de gusto y placer, contacto ocular, cosquillas y rostros iluminados que dicen ”te quiero mucho, eres fantástico”).
Nos hemos dado cuenta de que los niños criados con apego, que pasan muchas horas en brazos y en contacto cara a cara, aprenden fácilmente a leer la cara de los padres y su lenguaje corporal. Tener mucho contacto y comunicación cara a cara en los primeros años, hace la comunicación cara a cara más fácil en los años por venir. Algunos niños son tan impresionables por el lenguaje corporal que usted puede obtener lo que desea sin decir una palabra. Una madre expresiva de un niño pequeño apegado nos dijo: “habitualmente todo lo que tengo que hacer es mirar hacia ella con el ceño ligeramente fruncido, y para de comportarse mal”
1.10.5 Enseña sonidos de parar
Con frecuencia un cambio en su humor o en su lenguaje corporal no es suficiente para redirigir las acciones impulsivas. En este caso se necesitan palabras. Los niños aprenden pronto que parabras “educativas” conllevan más fuerza y demandan una respuesta más rápida. Y tambien que tono de voz significa “tienes un problema” y cuales permiten cierta laxitud. Armese de una variedad de sonidos que signifiquen “detén lo que estás haciendo”. Elabore la intensidad del sonido en función de la gravedad del comportamiento. Reserve los sonidos realmente grandes para el peligro real.
1.10.6 Entrene “la mirada”
Con frecuencia se puede corregir a un niño sin usar una palabra. He notado que los maestros en educación utilizan una mirada de desaprobación que para el comportamiento, pero preserva la autoestima del niño. Martha, después de educar a 8 hijos, ha perfeccionado “la mirada”: la cabeza ligeramente torcida, los ojos penetrantes. exactamente la expresión facial que corresponde con las palabras “no me gusta lo que estas haciendo, te aprecio y se que puedes hacerlo mejor”. Recuerde que sus ojos revelan lo que realmente está usted pensando o sintiendo. si lo que sientes es ira, eso será lo que el niño lea en sus ojos. si reconoce que esto el lo que está pasando debe disculparse por la dureza del sentimiento que se está leyendo en sus ojos. Asegúrese que los signos y sonidos de “para” detienen los malos comportamientos, y no el crecimiento de la autoestima en su hijo. Este debe comprender que usted desaprueba el comportamiento y no al niño. Para estar seguro de que pone la nota correcta, tras “la mirada” haga un gesto cariñoso, una sonrisa o diga: no me gustaba el comportamiento, pero tu si me gustas.
1.10.7 Cree alternativas a la palabra no
Decir no constantemente hace que esta palabra pierda su fuerza. Como los sonidos de “para” sirven básicamente para proteger, intente utilizar palabras qe se ajusten más específicamente a la situación. Por ejemplo, cuando un niño se acerca a la caja de las deposiciones del gato, su primera reacción es decir ¡no!, pero seguido de una explicación: está sucio. te pondras malito. La proxima vez que lo haga ( y seguro que lo hará) en lugar de no, diga solamente: está sucio, te pondrás malito. esto y una expresión de disgusto en su cara, ayudará al niño a comprender el porque del comportamiento que se espera, y la caja del gato perderá su atractivo.(suponiendo que la caja del gato esté situada fuera de los trayectos habituales del niño, ya que la basura, sí como la arena son irresistibles en caso contrario). Los bebés empiezan a necesitar noes alrededor del 6º mes.
Un día nuestra hija de dos años, apareció en nuestro estudio esgrimiendo una bolsa de cacahuetes. En lugar de arrancar los cacahuetes de su mano y gritar no, mártha miró a lauren directamente a los ojos, y con mucha clama le dijo: no para lauren. su tono de voz y su mirada detuvieron a lauren en sus pasos. matha tomó a lauren en brazos y (aun con los cacahuetes en la mano) se dirigió con ella a la despensa, donde le proporcionó un snack más seguro.. Utilizando la frase estándar: no para lauren, y dándole una alternativa, lauren no tuvo tiempo para pensar en retarnos o tener un berrinche, cosa que un no seguramente hubiera producido. En cualquier familia hay cosas que no son para los más pequeños. Cuando usted utiliza esta frase con calma y consistencia desde bien temprano en la niñez, el pequeño comprende que usted le está protegiendo.
El no es un apalabra fácil de decir. No requiere pensar previamente, y es automática, aunque irritante y opresiva. Decir “no puedes” comunica más y se utiliza con más reflexión, en situaciones en las que verdaderamente el bebé no debe seguir. Con esta expresión, usted está protegiendo su mente y su cuerpo. En nuestra experiencia los bebés responden mejor al “para” que al “no”. y detiene el comportamiento por un tiempo suficiente como para permitirle a usted elaborar otras estrategias. Para es protector antes que punitivo. El no invita a una lucha de voluntades, pero incluso los bebés muy cabezotas habitualmente se detendrán un momento al escuchar la palabra “para”, para evaluarla. Estos mismos niños habitualmente ignoran el no. si lo han escuchado miles de veces antes. Pero incluso la palabra “para” pierde su poder si se utiliza con demasiada frecuencia.
1.10.8 Utilice “la voz”
Además de perfeccionar “la mirada”, reserve un tono de voz especial para aquellas ocasiones en que es importante hacerse escuchar. Una educadora veterana, compartió con nosotros su secreto: yo soy una madre de buen compás, pero mis hijos conocen tan solo por mi tono de voz cuando han traspasado la línea. Un día, mi hija de dos años estaba comportándose mal y mi hijo de 4 años le dijo: no juegues con mamá cuando habla así.
1.10.9 Proporcione sustitutos positivos
Presente un positivo con su negativa: no puedes coger el cuchillo, pero si la cuchara. Utilice una expresión de convencimiento para “vender” el puedes hacer y ablandar el no puedes. No puedes cruzar la calle, dice usted con un tono apropiado a las circunstancias, y después diga cuidadosamente: pero puedes ayudar a mamá a barrer el porche. Debe haber un poco de marketing creativo en cada madre.
1.10.10 Evite situaciones engorrosas
Si usted lleva a su hijo a una tiendo de juguetes a comprar algo para el cumpleaños de un amigo, sea consciente de que está acercándose a una confrontación, ya que su hijo puede querer comprar todo lo que vea en la tienda. Para evitar el no, no puedes tener eses juguete antes de entrar explíquele que están en la tienda para comprar un juguete par su amigo y no para el. de este modo estará preparado para no pedir un juguete.
1.10.11 No también es una palabra de niños
Esté preparado para ser usted quien reciba la palabra no. Nuestra hija de dos años acaba de salir corriendo por la puerta, le pedimos que vuelva y ella chilla ¡no!. su primera reacción será: esta pequeña ardilla no me va a responder de esta manera, le enseñare quien manda aquí. Comprender que hay detrás de esa niña de dos años y de esa palabra de dos letras, le ayudará a aceptar este comportamiento normal en un niño pequeño. No se tome ese no como algo personal. Decir que no es saludable para el desarrollo normal del niño y para establecer su identidad como individuo. No se trata de un desafío ni de un rechazo de su autoridad. Algunos padres sienten que no pueden tolerar ningún no en absoluto de sus hijos, pensando que esto socava su autoridad. Se enfadan interrumpiendo un importante proceso de auto afirmación. Los niños tienen que experimentar donde termina su madre y donde empiezan ellos. Los padres pueden aprender a respetar los deseos individuales, y seguir estando al cargo y manteniendo los limites. A medida que su hijo se hace mayor, la habilidad de pasar ciertas situaciones (robar, engañar, drogas…) dependerá de su habilidad para decir no.
A los 18 meses, lauren tenia asumido que no significaba que nosotros quisiéramos que detuviera lo que estuviera haciendo. Un día estaba jugando felizmente con agua en el fregadero de la cocina. Cayendo vio que me aproximaba y anticipando que yo le prohibiría el juego, emitió un enfático “¡no papá!”. lauren había marcado su territorio, y concluido que tenia derecho a hacer aquello. Su no significaba que estaba preservando su espacio.
1.10.12 Use un no divertido
Una tarde marta y yo entramos en la habitación de la televisión y encontramos a mi hijo pequeño y un amigo viendo una video que sus hermanos mayores habien estado viendo el dia anterior. Al echar un vistazo a la cinta me di cuento de que no jme gustaba que la vieran, y en cualquier caso era la hora de jugar en la calle. así que en un momento de inspiración, mientras apagaba la televisión, me lance´ a un monologo imitando los gestos y la voz del protagonista. Debí hacer un buen trabajo de imitación, porque se quedaron los dos mirandome con los ojos como platos, como si ho fueran capaces de creer que su madre estuviera así de loca. los dos saltaron del sofá y se dirigieron a la puerta, riéndose aun, mientras el personaje les decia que buscaran algo mejor que hacer.
1.10.13 Personalice el no
Estamos convencidos de que lauren esta destinada a las relaciones publicas: Su “no papá” es la forma diplomática de decir no. Añadiendo “papá” personalizó su mensaje. Mejor que recibir un no dictatorial, añadimos el nombre del nño. Si usted tiene tendencia a gritar, añadir el nombre suaviza algo el tono, y transmite respeto al interlocutor.
1.10.14 Tenga un día de “si”
Una madre me confesó: no me gusta lo que me esta pasando: me gusta ser madre pero pasamos el día entero discutiendo los dos. A andrew no le importa que yo le diga que haga la cosa más sencilla, así que siento que estoy enfadada todo el tiempo. Me gustaría ser una madre más feliz. Le pedí que le dijera a su hijo exactamente o lo que deseaba: ser una madre más feliz, o bien que le diera a escoger: ¿que prefieres una mamá feliz o una mamá enfadada?. para ayudar a ser una mamá feliz sugiere un día de “si”: cada vez que digas que si, mamá (o el ) ponen un si en un tablero. y cuando hay más sies que noes, verás como mamá es mucho más feliz., y haremos algo especial juntos.
1.10.15 Sea considerado
Cuando es necesario detener un comportamiento no hay razón para ser rudo. Por ejemplo: su bebé acaba de descubrir que el rollo de cinta adhesiva que alguien ha dejado a su alcance es un juguete estupendo, en lugar de abalanzarse sobre el y arrancárselo de las manos, haciendole llorar, puede tomarse unos instantes, explorar el objeto con el bebé, decirle después adiós y alejar al niño a una distancia prudente de tan atractivo objeto, y proporcionándole una actividad más adecuada para su edad a cambio.
1.10.16 Cuando lo diga hágalo con intención
Siga sus propias directivas. Durante meses le dijimos a lauren que para que le contáramos su cuento tenía que lavarse previamente los dientes. Durante meses funciona, unas veces con facilidad y otras con más resistencia. Una noche decidió ponerme a prueba. por su gesto me di cuenta de que ese día no funcionaria las “coacción” ni el humor. Así que, apagué las luces mientras decía con calma: de acuerdo, hoy no hay cuento. Tras esto, nunca más cuestiono el cepillado dental.
1.10.17 Es usted una madre que no puede decir “no”
En su preocupación por darle a su hijo todo lo que necesita, algunos padres caen en el error de darle todo lo que quiere, siendo el no un extraño en su estilo de educación.
Es importante que una madre se sienta cómoda diciendo no a su pequeño desde el principio. en realidad esto comienza cuando se enseña al bebé a prenderse correctamente al pecho, para que pueda alimentarse adecuadamente, y evitar las grietas, o cuando el bebé muerde el pezón. Algunas madres no pueden hacer esto. Tienen miedo de ser asertivas por no hacer llorar a su bebé. Prefieren permitir que el bebé lo haga mal, y tirar con le dolor. Decirle que no , porque hace daño, esta comenzando a enseñarle limites. El no dicho en serio comienza cuando es un niño pequeño (toddler: desde los 18 meses más o menos). Más allá del decir no hay otras vías para comunicar que algo no es seguro o apropiado. cuando una madre dice detente, o deja eso, o no es seguro. o cuando redirige físicamente al niño a otra actividad, está modificando gentilmente el comportamiento y enseñando limites. Con cualquier terminología, decir no , no tiene que ser una cosa negativa, también es una forma de dar, y requiere mucho esfuerzo. Las madres que son incapaces de decir no, tendrán un grave problema al final del camino.
Cuando una madre dice no en los momentos apropiados, con confianza, firmeza y con amor, esto no amedrenta al niño. Puede disgustarle unos minutos, ya que no le gusta oir para o espera.
1.10.18 Cuando un niño no acepta el no
Algunos niños, especialmente aquellos algo testarudos pueden tratar de desgastar a sus padres. Están convencidos de qu deben tener algo y si no su mundo no puede seguir. E insistirán continuamente hasta obtener un si. Esto es educación fallida. Escuche atentamente a su hijo. si su petición puede ser razonable, muéstrese dispuesto a negociar. Alguna vez puede usted darse cuenta de que es sabio cambiar de opinión después de haber dicho que no. Usted desea que su hijo entienda que cuando dice no quiere decir no, pero también desea mostrarse cercano y flexible. En este caso ayuda detener el no hasta haber escuchado cuidadosamente a su hijo. si usted percibe que su hijo se enfada de forma inusual por una negativa suya, escuche su punto de vista. <puede ser que tenga un punto de vista que usted no haya contemplado o su petición supone para el algo mucho más importante de lo que le había parecido. Cuando haga esto, asegúrese de que comprende que no han sido sus tácticas de desgaste, sino su razonamiento, lo que le ha hecho cambiar de idea.
Nuestra hija erin, parece destinada a ser abogado, por la forma lógica y emocionante con la que defiende sus peticiones. erin quería tener un caballo. Le dijimos que no (ya tenemos demasiados dependiendo de nosotros), pero con el tiempo hemos aprendido que los deseos de un niño siempre merecen ser escuchados con atención. le dijimos: erin, sabemos cuanto te apetece tener un caballo, te lo pasarías muy bien montando y algunos de tus amigos tienen uno (demostramos que comprendemos su punto de vista) pero tenemos que decir que no, y no cambiaremos de idea. Sentémonos a explicar porque (dejar claro que no cambiaremos de idea hará que el niño no persista en su insistencia). Aun no estás preparada para cuidar un caballo (enumeramos las responsabilidades que tendría). Cuando termines otros 6 meses de lecciones, y nos demuestres que estás preparada para atender a un caballo, hablaremos de nuevo. Nueve meses más tarde, tuffy, pasó a ser una boca más que alimentar en nuestra familia. Erin obtuvo su caballo y aprendió algunas lecciones valiosas: como aplazar la satisfacción y que con los privilegios vienen responsabilidades.
1.11 Ya crecerá
Con cuanta frecuencia ha escuchado la frase “ya crecerá”. Aunque parcialmente cierta, esta es una excusa para no corregir ciertos comportamientos, que demuestra un conocimiento incompleto del desarrollo infantil. El crecimiento y el desarrollo solían ser representados como las tallas de ropa. El niño crece y la ropa le queda pequeña, y la descarta, poniéndose otra mas grande que se le ajuste mejor. En realidad no es así de sencillo. Los niños no siempre descartan comportamientos propios de una edad cuando pasan a otra. El mal comportamiento que no es corregido en una etapa, puede continuar en la siguiente. Por otra parte, tampoco hay que alegrarse demasiado ni preocuparse excesivamente por ver un comportamiento bueno o malo aislado. Puede ser un comportamiento que el niño se “prueba” a ver si le queda bien., y que descarte rápidamente porque no se le ajusta.
El desarrollo del comportamiento infantil, es como un viaje en ascensor por una tienda con varios departamentos. Las puertas se abren y dos niños salen a buscar lo que necesitan en cada piso.
Uno de ellos no tiene ayuda para realizar la compra. Explora libremente. Se pone un montón de ropa nueva, y entra de nuevo en el ascensor para ir al siguiente piso. Cuando llega, se da cuenta de que lleva sus anteriores ropas puestas, y que las nuevas por tanto no le ajustan bien, peor continúa ascendiendo solo, poniendo ropas nuevas encima de las anteriores, acarreando mas y mas exceso de equipaje a cada nuevo piso. Pronto es derribado por capas y capas de ropa que debería haber descartado anteriormente. Y cada vea tiene menos y menos sitio para nuevas vestiduras.
El otro pequeño comprador obtiene la ayuda de un educador experto. Ha visto a muchos niños bajarse de ese ascensor y sabe exactamente lo que el niño necesita. “déjame ayudarte a que te pruebes algunas ropas nuevas, pero tendremos antes de pensar que hacemos con las viejas. Algunas parece que aun te sientan bien, asi que las conservaremos, te serán útiles mas adelante. Vamos a librarnos de las que ya no te sirven para hacer sitio a unas nuevas que te sienten mejor”. El niño educado, llega a cada nueva planta no solo con mejores ropas, que se le ajustan, sino también sin exceso de equipaje que endentezca sus progresos.
¿Qué comportamientos desaparecerán con el crecimiento y cuales requieren nuestra atención?
El comportamiento que esta ligado a necesidades especificas, metas o limitaciones propias de una determinada etapa del desarrollo. Probablemente es mejor dejarlos solos. por ejemplo: la succión digital en un niño pequeño, el negarse a todo en un niño de dos años, la timidez antes los extraños de un niño de 4 o 5 años. El comportamiento que es comprensible a determinada edad, pero que igualmente es malo debe ser trabajado. por ejemplo tirar la comida, molestar al perro de la familia, agresiones a los padres.
Los niños necesitan limites que les ayuden a ser educados, reflexivos, y cuidadosos.
Su trabajo como padres es armar a su hijo con herramientas de auto control que puedan ayudarle a hacer la transición de una etapa a otra.
1.12 Porque con tres años son mas faciles de educar
Con tres años es mas facil al convivencia. Con tres años tienen las habilidades lingüísticas que permiten la comunicación real en dos direcciones. permiten las conversaciones. El niño de tres años es una persona mas establecida, habiendo empleado el ultimo año en perfeccionar sus habilidades verbales. Usted puede llevarse a su hijo de 3 años de compras, y disfrutar con ello.
1.12.1 Interiorizar
“le he pedido a mi hijo de 18 meses una y otra vez que no le tire del rabo al gato” Le suena familiar? Las madres se encuentran a si mismas diciendo la misma cosa una y otra vez a los niños mas pequeños., y es como si no lo hubieran escuchado nunca. Muchas ordenes no llegan a calar hondo, y no es porque el niño sea desafiante, sino porque muchos niños menores de 3 años no tienen la habilidad cognitiva para recordar y reflejar instrucciones previas. Usted debe repetirse a si misma: así es como aprenden a esta edad. Un dia usted se dará cuenta de que no ha advertido a su hijo que no debe tirar del rabo del gato durante una semana. Entre los 2 y los 3 años un niño empieza a interiorizar lo que usted le dice. Presta mas atención a las ordenes y las guarda en su memoria como parte de su sistema operativo. Cuando usted le dice “no cruces la calle” a un niño de 18 meses, puede actuar como si fuera la primera vez que lo oye. Cuando usted le dice lo mismo a un niño de 3 años, su reacción parecerá reflejar: “ah, si, ya recuerdo”. Esta habilidad para hacer que las normas formen parte de si mismo (auto disciplina) hace la educación mas sencilla.
1.12.2 Compartiendo emociones
El niño de 3 años es menos egocéntrico y se da cuenta de que hay otras personas en el mundo tan importantes como el. Este sentimiento de compañerismo puede funcionar como ventaja o desventaja de los cuidadores en la educación. Mientras que un niño de 2 años nota las emociones de sus padres, el niño de tres años se ve implicado en ellas. Un comentario del diario de nuestro hijo Mathew cuando tenia 3 años: Marthe (su madre) le pidió que recogiera sus bloques de madera como aparte de nuestro rato diario de “hora de que los niños recojan”. Matt remoloneaba e iba dejando que su hermana mayor hiciera todo el trabajo. Martha le dijo que se estaba poniendo muy triste porque el no obedecía, pero se dio cuenta de que Matt necesitaba tiempo para reconsiderar su posición. Ella se alejó por unos minutos y en ese momento Mathew comenzó a realizar su trabajo. Mientras recogía sus bloques, preguntó: “aun me quieres?” Martha se lo aseguró: “incluso cuando lloras y gritas y desobedeces, te quiero” Matt continuó “te gusto?” Martha contestó: “si, tu me gustas, pero no me gusta cuando no escuchas ni ayudas. Me gusta cuando tomas las decisiones adecuadas”. Cuando finalizó el trabajo, Mathew se dirigió a Martha, la abrazó y le pidió disculpas. Martha sonrió y se disculpó a su vez por haberle gritado. Unos minutos mas tarde, Mathew preguntó “¿estas contento conmigo mamá?”. Esta es la profundidad de intercambio emocional que usted puede esperar entre los 3 y 4 años de dad. Realmente desean hacerla feliz. Usted encontrará mucho más fácil vivir con niños si les da ocasiones para agradar.
Un niño de 3 años se puede encontrar mas satisfecho consigo mismo. A los tres años comienzan a recompensarse a si mismos. Por ejemplo, una noche nuestro hijo Mathew anunció: “he encendido el árbol de navidad yo solo”, reconocimos su triunfo, y el exclamó “estoy tan satisfecho de mi mismo”.
1.12.3 Normas en casa
Los tres años son a menudo descritos como “el sueño absoluto de una madre”, principalmente porque los niños de tres años son mas obedientes. Los noes de los 2 años se vuelven sies a los 3. “de acuerdo mamá”, se vuelve mas rápido y mas colaborador. Mientras que siguen apareciendo discrepancias, usted podrá ahora respirar con mas facilidad, sabiendo que es mas fácil que se encuentre un niño de 3 años colaborador que uno niño de 2 años negado a todo. Mientras que un niño de 2 años piensa que nadie puede tener una agenda tan importante como la suya, los de 3 años consideran las necesidades ajenas. Espere de ellos que acudan a su llamada, que dejen los juguetes cuando deben (casi siempre) y en general, querrá agradarle. Pero estos cambios no aparecen del día a la noche.
El niño de 3 años comprende las normas de la casa y las consecuencias de romperlas. Comienza a interiorizar también los valores de los padres. Usted puede ampliar gradualmente las explicaciones sobre lo que usted espera de ellos, de acuerdo con la madurez mental del niño. Los niños de dos años actúan asociando actos y consecuencias (por ejemplo: si pego, mi mamá me baja de sus brazos), mientras que un niño de tres años puede entender porque no debe utilizar su triciclo en la calle: comienzan a pensar antes de actuar (aunque no debemos fiarnos de esto). Aunque son capaces de predecir las consecuencias de sus actos, aun no tienen habilidad para decidir se la acción es correcta o incorrecta, solo encuentran en su cerebro la norma que usted les ha dado. A esta edad la educación aun consiste en crear en los niños una serie de condicionamientos para que actúen de una determinada manera, pero aun no es posible enseñarles a hacer juicios morales. (el concepto de bien y mal no aparece hasta los 6 años). Algunas técnicas educativas que son marginales para niños de 2 años, funcionan muy bien con los de 3. Un niño de 3 años fuera de control, puede entender el “tiempo fuera” si no se plantea como un castigo, sino como un tiempo para retomar el control sobre si mismo. Los padres se preguntan cuanto comprende su hijo. Como regla informal para todas las edades, haga una estimación de cuanto cree usted que comprende, y multiplíquelo por dos
1.12.4 Opciones, opciones, opciones
A lo s niños de 3 años les encantan las opciones. Compartir con ellos el proceso de selección les hace sentirse importantes y les hace mas propensos a colaborar.. Comparta con el niño de tres años sus procesos de selección: “¿Qué vestido se pondrá hoy mamá? ¿el rojo o el azul?”. Los niños con personalidades persistentes necesitan opciones (esté seguro de que le gustan todas las alternativas). La mayor parte de los niños se sienten mejor con dos opciones: mas puede sobrepasarles. No sienta que debe usted ser psicológicamente correcta todo el tiempo. En algunas situaciones seguirá siendo necesario seguir estando al mando y dar algunas ordenes directas.
1.12.5 Imaginación vivida
La habilidad de vivir en un mundo imaginario, ayuda a los niños a aprender sobre el mundo real. Hacen juegos de rol permanentemente: juegan a ser animales, mamá y papá, medico y paciente, conductores de camión, profesores, princesas…..comparta con ellos su juego imaginativo (¿Quién vendrá a tu fiesta?). El juego imaginativo de los niños es una ventana excelente a lo que sucede en su cabeza.
Se puede utilizar la imaginación de los niños para obtener su colaboración. La madre de un niño de tres años le enseñó de la siguiente manera a cepillar los dientes: “brandon, en tu cepillo de dientes hay una imagen de Barney, (y haciendo la voz de Barney, o cualquiera que sea el personaje que hay en su cepillo) “hey, Brandon, ¿hay algo de suciedad en tus dientes?, déjame mirar.” Esto hizo que Brandon abriera su boca inmediatamente, para permitir a Barney mirar y retirar la suciedad de los dientes. Después la madre habló con Brandon sobre la necesidad de limpiarse los dientes para no dejar que se acumule la basura en ella..Desde entonces el cepillado de los dientes se ha vuelto mucho más fácil, ya que su madre ayudó a Brandon a cooperar.
La mente de un preescolar es rica en fantasía. Para los niños de tres años Epi y Blas son reales. No desperdician energía intentando separar realidad de ficción: tan solo disfrutan de ello. Los padres pueden sentir la urgente necesidad de purgar la frágil mente de sus hijos de estas cosas irreales: resista este impulso. Haga un balance. Deje que el niño desfrute sus fantasías. A medida que sus procesos mentales se van haciendo mas sofisticados, irá aceptando que estos caracteres de ficción son irreales. Usted no tiene que manipular su entorno para mantener la ficción, de la forma que algunos padres hacen para que su hijo continué creyendo en santa claus o el conejo de pascua. Disfrute de estos juegos como lo que son: irreales. Santa Calus es una figura amable, no de castigo. Y todo el mundo disfruta con la fantasía, incluso para los adultos puede resultar terapéutica.. Utilice el comportamiento de su hijo como barómetro para saber si estas experiencias le resultan beneficiosas o perjudiciales. La misma mente imaginativa que crea fantasías también crea miedos. Nosotros siempre nos hemos asegurado de que nuestros hijos supieran que los regalos en navidad los traen papá y mamá. No estamos de acuerdo con decirles a los niños cosas como que “santa claus está observándote para ver si eres bueno”. Sea muy cuidadoso con los dibujos animados.