El autor en este libro redefine el término "malcriar" que tan erróneamente se usa cuando abuelas o vecinas nos ven que corremos ante la primera lágrima de nuestro chiquitin o lo tomamos demasiado en brazos.
Gracias a este libro no me permití caer en los métodos conductistas que están tan de moda y que ponen a nuestros hijos en el rol de tiranos.
Estoy segura que gracias a gente como ustedes lograremos una sociedad más humana y solidaria.
Gracias y espero les sirva mi aporte.
Mel