Algunas ya sabéis que mi hija ha sido siempre muy apegada a mí, desde que nació se pegó a mí (a la teta, para ser más exactos) y ahí se quedó... Los dos primeros años fueron "sólo con mamá", mamá para todo, todo, todo. A partir de los dos años empezó a querer estar más con papá, pero seguíamos con mamá para dormir, imprescindible, igual que cuando se enfadaba y buscaba consuelo. Colechó cn nostros hasta los tres años, que le hicimos ja habitación y me mudé yo con ella
Hasta los tres años y medio no aceptó a nadie más para dormir, siempre mamá y la teta. Se destetó a los tres y medio pero la teta seguía estando presente para irse a dormir, ya no mamaba pero tenía que tocarla El destete fue tan gradual que yo ni me di cuenta. En serio, me acuerdo de que un día pensé: ¡anda, pero lleva un montón de días sin mamar antes de dormirse! ¡Se ha destetado y ni me he enterado!
Os podéis imaginar que los vaticinios por parte de conocidos y demás eran espeluznantes. Pero nosotros ahí, cabezonas, seguimos igual. A partir de los tres años y medio empezó a querer dormirse con papá y a desapegarse de mí. Y a partir de ahí ya cada vez fue a más. A los 4 años empezó a "despegar", y ahora tenemos una niña que duerme en su habitación toda la noche, incluso se levanta a hacer pipí a media noche sin decirnos nada (alguna vez la he oído); una niña que no tiene miedos ni pesadillas una niña que acaba de tener una hermanita y que NUNCA ha estado celosa al ver que mamá está todo el día con el bebé en brazos y dándole teta; una niña que incluso alguna vez ha querido quedarse a dormir en casa de los abuelos, se ha hecho la maleta y se ha ido tan contenta; una niña que no necesita estar pegada a su madre todo el día porque durante más de cuatro años ha podido comprobar que mamá está ahí, día y noche, siempre presente cuando la necesita. Y así seguirá siendo.
Conozco a otros niños de la edad de la mía a los que de más pequeños se les ha "forzado un poco" a desapegarse de mamá. Y en su momento tuvieron resultados, mientras que la mía seguía pegada a su mamá. Pero ahora resulta que tienen miedos por la noche, que les falta confianza, que necesitan buscar la aprobación de sus padres para sentirse más seguros.
A mi hija le ha costado cuatro años tomar la confianza necesaria para soltarse, para "despegar", que digo yo. Pero una vez lo ha hecho, ya no hay marcha atrás. Estoy orgullosa de ella, y de nosotros, qué caray. A veces nos empeñamos en querer empezar la casa por el tejado. Pero primero hay que poner los cimientos, el resto viene luego.
Así que os digo: CRIAD CON APEGO, y hacedlo sin miedos.