Le hemos dado a elegir la del gato con botas y la de las ardillas y ha elegido la segunda....
Al mediodía he cogido las entradas por internet, y todo el mundo ha debido pensar lo mismo que yo, porque casi no quedaban butacas libres para las 18.15
Cogemos el autobús, compramos chuches, entramos al cine. En ese cine no hay elevadores para pequeños, y justo delante se ha sentado un chica (no era ni demasiado alta ni se ha sentado muy estirada, la verdad), y sin decirme nada a mí, va el enano, se levanta, le toca el hombro y le dice: oye, perdona, pero que no me dejas ver si te sientas aquí... y la chica no se podía mover porque estaban 2 madres con 8 niñas, y a ella le tocaba "esa esquina" (menos mal que era maja y el niño ha sido educado), y entonces, pues le he cambiado de sitio yo a mi hijo.
Y la peli le ha gustado hasta que caaaaasi al final, un volcán se pone en erupción y mi hijo se pone a llorar, se levanta como alma que lleva al diblo gritando vámonos, vámonos, que el volcán va a estallar Y claro, toooodo el mundo mirando, y yo le he tenido que coger y sentarle encima, diciéndole bajito que era una peli, que la explosión era de mentiras, que estaba con nosotros y que no le iba a pasar nada..... y 3 veces más ha intentado salir despavorido, y he conseguido retenerle explicándole que nos teníamos que quedar, para que viera que se salvaban tooooodos, y que no les iba a pasar naaaaada
Pobrecillo.
La verdad es que un ratín me he sentido mal al obligarle a quedarse, pero también es verdad que luego se lo ha pasado muy bien con el final. Además, un par de veces que le he tapado los ojos cuando salía el volcán, me ha quitado la mano porque quería ver bien lo que pasaba.
Me he alegrado mucho de no haberle llevado nuuuunca a una peli de 3D, ya que creo que su cerebro no está preparado para integrar ese tipo de infromación. Además, otras veces hemos visto pelis de dibus, y esta es de animación, pero con personas y paisajes reales, así que igual le ha costado más entender que "era todo de mentira". Luego en la cena nos ha contado que lo peor de su día ha sido pensar si se hubiera roto el cristal del cine y nos hubiera explotado el volcán
Pues nada, que eso os cuento, gracias por escuchar