- Jue, 14 Abr 2011, 18:38
#390362
Chicas, ante todo me alegro muchísimo de que vuestros peques estén contentos y se hayan adaptado bien (con semejantes mamis era de esperar

).
Si os interesa, os expongo mi postura, recuerdo que es una opinión personal y por tanto perfectamente discutible.
En mi caso, si por motivos económicos no consigo alargar la excedencia todo lo que me gustaría, la polluela tendrá que ir a la guardería. Puede que a partir del año que viene o un poco más adelante. Trataré de que sea lo más tarde posible, el mínimo número de horas posible y que la guardería sea de lo más respetuoso. Y vendré aquí todos los días a contar lo bien (o lo mal) que ha ido, y a llorar

.
Dicho esto, de entrada soy anti-guardería. Para empezar, la misma existencia de la guardería supone un fallo del sistema. No voy a entrar en debates políticos, pero sabemos de sobra que el permiso por maternidad es ridículo y la conciliación en la mayoría de los casos imposible, lo cual hace necesario dejar al niño al cuidado de extraños durante horas desde la más tierna infancia. Por desgracia, que el niño vaya a la guardería es "lo normal" (si váis al parque un día de diario, veréis que hay poquísimos niños mayores de 1 año y prácticamente ninguno mayor de 2).
Pero aún así las detesto por una razón personal. De hecho, mi relación con la familia política empezó a deteriorarse a raíz del tema guardería. Mejor dicho, a raíz de mi negativa a mandar al polluelo a la guarde, a mi modo de ver, sin necesidad. Me consideraron poco menos que una madre desnaturalizada, me acusaron de estar privando a mi hijo de una experiencia que iba a serle de gran utilidad en la vida, de convertirle en una especie de inadaptado social, y sobre todo, las razones que me dieron para que le mandara fueron las que me convencieron a
no hacerlo.

"Para que aprenda": mientras estuvo bajo mis alas protectoras, el polluelo aprendió a hablar en dos idiomas, contar, cantar, pintar, dibujar, cocinar, jugar, saltar, disfrazarse, hacer puzzles, construcciones de lego y figuras de plastilina. Más o menos lo mismo que hacen los niños que van a la guardería. Lo hemos hecho a su ritmo, sin forzar, y lo más importante de todo, lo hemos disfrutado los dos. Para mí, ha sido como una licenciatura en psicología infantil
honoris causa, y espero poderla repetir con la peque.

"Para que socialice": aquí también habrá de todo. Hay niños muy sociables que lo pasarán estupendamente en la guardería. Pero mi hijo mayor era un niño muy tímido. Le costaba mucho, muchísimo relacionarse con gente (incluso niños) a quien no conocía. Pues bien, en mi humilde opinión, la guardería no es ninguna cura contra la timidez. No ganamos nada por lanzarle al mundo antes de tiempo, no aprenderá a soportar mejor los palos que le dé la vida por llevárselos antes o en mayor cantidad. Durante sus primeros 3 años, intenté en la medida de lo posible favorecer su socialización, quedamos a menudo con amigos que tenían niños de su misma edad, fuimos al parque, a la piscina, a ludotecas. La diferencia es que al estar yo allí, pude funcionar como "muleta emocional" mientras se labraba su parcela de independencia. Pudimos estirar el cordón umbilical sin necesidad de cortarlo. Ahora, con 5 años, es sociable como el que más, le gusta la compañía de otros niños, no tiene ningún problema de relación. No es ningún crimen que no quieran socializar con 1 o 2 años.

"Para que se acostumbre a estar sin sus padres": viene a ser más de lo mismo. Llegará un día en que no querrá estar con sus padres ni sobornándole, para qué adelantar ese momento.

"Porque hoy le dan una torta y mañana la devuelve": esta razón es verídica, me lo han llegado a decir y fue la gota que colmó el vaso, lo que me hizo decir ATPC, mi polluelo está perfectamente bajo mi ala y allí seguirá hasta que empiece el cole, o hasta que él pida expresamente salir volando. En qué mundo vivimos si pensamos que dar y recibir tortas es una lección que merece ser aprendida.
En resumen, no estoy en contra de la guardería, estoy en contra de la actitud de mucha gente hacia la guardería, los que presumen de las horas que pasan sus niños allí, los que nada más recogerlos los aparcan delante de la tele porque para educarles ya está la guardería, los que
presumen de lo mucho que han llorado al principio, los que se desentienden de ellos en los parques porque ya están acostumbrados a estar sin sus padres.
Y luego está la guardería. Os leo, y deseo de corazón que cuando nos llegue el momento podamos encontrar una guardería donde sepan apreciar a mi polluela, comprender su forma de ser, donde no intenten hacerla entrar con calzador en un molde prefabricado igual para todos, donde no pretendan formar una legión de niños uniformados que coman, duerman, jueguen y aprendan las mismas cosas al mismo tiempo y del mismo modo.
Para hacer un ejemplo, espero no tener que mandar nunca a mi padre a una residencia. Si algún día tengo que tomar esa decisión, que sea porque necesite unos cuidados que yo no puedo darle, y aún así, que sea un sitio donde le traten con dignidad y respeto. No lo haría nunca para que se relacionara con gente de su edad ni para irme de vacaciones con tranquilidad. Y sobre todo, no lo haría para que aprendiera a estar sin mí.
Perdón por el tostón

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(Edito por faltas).
♥ Mamá de dos polluelos que dieron forma a mis sueños y los hicieron realidad ♥
Escritora, bloguera, traductora, y un montón de cosas más...
Mi blog: El mundo de Kim

