Yo iba super convencida de que estaba haciendo lo mejor para él, contenta por la posibilidad de tener un poco de tiempo para mí mientras él esté en su escuelita, etc. Ni siquiera lloré al dejarlo.
Lo recogí después de 2 horas, obviamente estaba llorando, y me dijo la señorita que estuvo llorando todo el tiempo (cosa que ya me esperaba). Hasta ahí todo normal. Ya en la noche, hizo popó, y al cambiarle el pañal noté que hizo color verde, verde totalmente verde... Me extrañó, pues no comió nada de ese color... Le comenté a mi marido y me dijo que quizá fuera bilis.
Entonces investigué en internet, y pues sí, la caca verde está asociada con un exceso de bilis... Entonces, mis convicciones de la mañana se tambalearon. QUiero que haga amiguitos, que tenga un espacio para jugar, etc., pero no quiero someterlo a semejante estrés!
Hemos pensado reducir el tiempo de estancia a 30 minutos, a ver si logramos que se adapte sin que tenga que estar sufriendo tantas horas...
¿A alguna de ustedes le pasó algo así? ¿Algún consejo?
Gracias.