- Dom, 29 Mar 2009, 11:16
#322170
Os voy a soltar un rollo porque el tema me interesa...
A mí personalmente no me gustan nada los cuentos clásicos. Pienso que ya hay suficientes peligros reales como para asustarles también con peligros imaginarios.
Tengo entendido que, en realidad, los cuentos de hadas que durante generaciones se han leído a los niños en origen no estaban, ni mucho menos, dirigidos a niños sino a adultos. Los que se conocen como autores de los cuentos de hadas (los hermanos Grimm, Charles Perrault, etc) no se los inventaron, recopilaron y escribieron los cuentos populares que se relataban oralmente.
Y las versiones originales tienen tela. La Bella Durmiente no se despierta de un sueño de cien años con un casto beso, mientras está dormida es violada reiteradamente por un rey malvado, se queda embarazada y da a luz a gemelos, y se despierta cuando uno de los bebés, intentando mamar, le saca accidentalmente la aguja. Las hermanastras de la Cenicienta se cortan un trozo de pie para calzarse el zapato, y de camino al castillo el príncipe es alertado por una paloma, que le dice que no es la chica que está buscando porque el zapato está lleno de sangre. Solo son un par de ejemplos, los hay a docenas.
Incluso las versiones más edulcoradas, las que se suelen leer a los niños, no se libran de aspectos crueles: asesinato (aunque se trate del "malo"), abandono de menores (Hansel y Gretel, Pulgarcito y sus hermanos abandonados en el bosque por los padres que no los pueden mantener), canibalismo (el ogro que se come a sus hijas confundiéndolas con Pulgarcito y sus hermanos), racismo (un cuento poco conocido de los hermanos Grimm donde la princesa huye porque su padre la quiere casar con un príncipe negro y "naturalmente" ella no quería casarse con él).
Como dice Laye, en los cuentos de hadas el bien siempre triunfa, pero sabemos que la vida real no es así.
Además, creo que a los niños pequeños les cuesta más distinguir la realidad de la imaginación, y esos cuentos les pueden inculcar un miedo real a algo que en realidad es simbólico. El lobo feroz de Caperucita representa lo desconocido, alerta sobre el no dejarse engatusar por extraños, pero para un niño pequeño es simplemente un lobo, que le puede comer y hacerle daño. La madrastra de Blancanieves simboliza la envidia y la codicia, pero para ellos puede es una persona de carne y hueso, la madrastra porque la madre murió (lo que le puede hacer pensar que
su madre también puede, o va a morir).
Para concluir, que sinceramente le encuentro muchas desventajas y ninguna ventaja.
A mi peque le gusta que le cuente cuentos, pero que me los invente. Él propone un tema y yo pienso una historia sobre la marcha: "cuéntame el cuento de la tortuga azul", "quiero un cuento sobre unos taquitos de jamón", (¡no creáis que sea fácil!). De este modo, puedo colar avisos y moralejas, pero de forma controlada y sin asustarle (un niño que no come no tiene fuerzas para jugar, un conejito que no comparte sus zanahorias se ve apartado de los demás conejitos), en fin, en mis cuentos el bien también triunfa pero no hay "malos", hay personas y animalitos que hacen cosas que no están bien, pero al final se arrepienten y cambian de actitud, sin necesidad de ser castigados.
Ojo, es solo mi opinión... (y perdonad que me haya extendido tanto)
♥ Mamá de dos polluelos que dieron forma a mis sueños y los hicieron realidad ♥
Escritora, bloguera, traductora, y un montón de cosas más... Mi blog: El mundo de Kim