Selena tiene ya 8 años y Casandra 6 años. Cuántas noches en vela, cuántos temores pasados... Ahora lo pienso y no me creo que haya podido tener dos bebés.
Pero lo que sí estoy contenta es de haber disfrutado cada segundo de ese tiempo.
¿Qué cambios hay?
Selena es ya una niña muy independiente, sigue teniendo una personalidad muy fuerte y a la vez es muy reservada. Duerme en su cama ella, pero seguimos con la rutina del cuento antes de dormir.
Primero leemos nosotros en voz alta y luego ella se va a la cama y se lee un capítulo.
Casandra, jejeje, sigue durmiendo en la cama adosada a la nuestra. Qué le vamos a hacer, le gusta y a nosotros también.
Tiene temporadas que se va a su cama y se duerme ella sola y otras en las que regresa a nuestra habitación. Como ella dice tiene dos camas para elegir.
La mayor ya no tiene tantas rabietas, ahora se enfada cuando siente que le llamamos la atención sin motivo.
Están ahora peleándose más entre ellas. Juegan mucho juntas y eso hace que tengan momentos de disputa para elegir el juego. Esto viene bien porque así aprenden a resolver conflictos, a tener empatía por los sentimientos de la otra persona y a respetar las ideas de los demás.
Casandra quiere dar también su opinión y si su hermana no la escucha se enfada y ahí la tenemos. Procuro no entrar en el conflicto a no ser que me pidan ayuda o si veo que la cosa se está poniendo muy fea. Aunque la mayoría de las veces lo solucionan entre ellas muy bien.
El vínculo que tiene Selena con su padre sigue siendo muy fuerte.
Hoy mi niña de 6 años se ha quedado dormida encima mío abrazada a mí con la cabeza apoyada en mi pecho y ha sido precioso. Qué paz sentía notando cómo cerraba los ojos, cómo se iba relajando y cómo se quedaba dormida. Qué seguridad dan unos brazos y el regazo de una persona que te quiere.
Tal vez por eso, por la nostalgia que me ha entrado, me he acordado de este post y quería compartirlo con mi familia del foro.