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Cuando era jovencita (ahora soy joven ) tenía miedo al dolor que pudiese causarme, a la agonia y a lo desconocido.
Después tuve miedo de perderme a mí misma, mi yo, eso era lo que me aterraba (y me sigue aterrando). Cuando alguien para consolarme me dice que tal vez exista la reencarnación, no me consuela porque yo lo que quiero es no dejar de ser YO, no sé si me explico.
Pienso que (si no es una muerte repentina, claro) con los años vamos asumiéndolo y serenándonos y que incluso, al final de sus días, muchos lo desean porque están cansados y dejan de tener miedo. Es como si alguna fuerza o energía nos ayudase en ese momento a sentir paz y echarle narices.
Una mala comparación es lo que me pasó en mi embarazo, durante años pensé en ser madre y me aterraba el parto ¿que necesidad tenía yo de pasar por un hospital y tal vez por un quirófano, de que me diesen unos puntos, etc, si estaba como una rosa? ¿qué necesidad tenía de pasar por tanto dolor?
Pero a medida que avanza el embarazo, una fuerza extraña te da esa "serenidad" lo asumes, sabes que tiene que ser así y ya está.
Ahora cada día estoy más convencida de que no perdemos nuestro YO. No sé si existe la reencarnación, no sé si hay un Dios, si hay un cielo y un infierno...pero creo que existe algo y además creo que en el caso de que exista un "cielo" o un "infierno", éste último está aquí en la Tierra y que cuando nos despojamos de nuestro cuerpo y sólo queda ese YO, esa materia o energía, tenemos menos sufrimiento.
Lo malo de ésta etapa es que me pongo mala cuando pienso que voy a morir y no podré abrazar a mi princesa si lo necesita, me perderé su vida, tal vez algún nieto, su vejez, y no podré estar con ella para arroparla cuando lo necesite, eso es lo que ahora da vueltas y vueltas en mi cabeza.
- Mamá no quiero que te mueras-
Y yo le respondí con un tono de broma para quitar hierro al asunto -y yo tampoco quiero morirme cariño-
- Es que si te mueres me dará un ataque... (pausa)...y creo que hasta vomitaría-
Pobrecito mi niño, que cosas pasan por las cabezas de estos peques.
Por otro lado, coincido con lo que cuenta Vicki, mi madre lleva haciendo comentarios de ese tipo tooooda la vida. Incluso me cuenta que cuando yo nací (ella ya tenía 41 años) decía "quién llevará a mi niña al colegio", vamos que no pensaba llegar ni a los 45, jejeje. Qué mujer tan agonías...espero no ser como ella.
Mere tu reflexión es muy interesante, aunque reconozco que nunca me había planteado el tema de la muerte desde esa perspectiva.