- Lun, 08 Sep 2014, 21:34
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macasher escribió:ummmm....yo se los haría...pero lo del dolor, hay que explicarlo bien, si es importante...ya sabes que con mi sobri casi que nos vamos para casa solo con un agujero hecho!!!!
A decir verdad, lo del dolor es casi lo que menos me preocupa, porque no deja de ser algo pasajero, como el pinchazo de la vacuna. Digamos que sarna con gusto no pica, y creo que esa parte la entiende y estaría dispuesta a pasar por ello. Lo que no tengo claro es si entiende el largo plazo, si está preparada para la incomodidad a la hora de dormir con los pendientes, si entiende que no va a poderlos cambiar en un par de meses, si tendrá paciencia de dejarse hacer las curas aunque al principio le escueza, si no se los enganchará... en fin, que la veo muy pequeña para entender al 100% lo que implica el ponerse pendientes.
lolilolo escribió:Mi hijo quiere ponerse pendientes y hacerse tatuajes. Qué crees que le hemos dicho? Pues lo mismo le diría si fuese hija.
Cuando sea más mayor podrá decidir si hacerse aujeros o dibujos permanentes en el cuerpo. Mientras tanto de vez en cuando copramos unos tatoos y una plantilla de aretes autoadhesivos. Suficiente.
Además yo recuerdo que mi madre accedió a que me los ponga cuando tendría unos 5 años y aun recuerdo el sufrimiento, se me infecto el arete de oro en el lobulo, un desastre, un dolor, todo para que luego se me acabaran cerrando los aujeros. Bueno, ya luego volvi a intentarlo con 13 años y fue bien pero siempre cuidando de usar solo plata. Ya ves, un rollo,
Loli, en mi opinión un pendiente no es comparable a un tatuaje o un piercing. Ni a nivel estético, ni en cuanto al dolor, ni en cuanto a las posibles consecuencias que pueda tener. El polluelo lleva tattoos de esos adhesivos por cierto, aunque me ha dicho que cuando sea mayor se tatuará una espada (de tal palo...
).
Ahora en serio, mi propia historia con pendientes, tatuajes y demás se resume en una eterna batalla contra mi madre, yo reivindicando mi derecho a modificar mi aspecto y ella tratando de convertirme en lo que a mí me parecía un ser amorfo y conformista. Total, que acababa por hacer las cosas a escondidas, y no me gustaría que el día de mañana la polluela me echara en cara el haberle impedido hacer algo que le gustaba.
Finalmente, lo que realmente me hace dudar no es cuando pide que la lleve a la farmacia a hacerse los agujeros, sino la carita de pena que pone al ver pendientes ajenos, como algo bonito pero inalcanzable para ella
. Qué lío, anda que no llevo tiempo machacando a todo el mundo en busca de consejo y sigo sin tenerlo claro...
♥ Mamá de dos polluelos que dieron forma a mis sueños y los hicieron realidad ♥
Escritora, bloguera, traductora, y un montón de cosas más... Mi blog: El mundo de Kim