En verano parecía que Adrián había dejado atrás las rabietas, pero ha sido empezar al cole (y yo a trabajar con nuevo horario) y volver, con más fuerza si cabe.
SOn rabietas tontas, que las coge por cualquier cosa, y no atiende a razones, ni se calma solo, al final acaba callandose por cansancio, puede tirarse hasta una hora berreando a pleno pulmón. Yo no soy de pegarle, y lo paso muy mal, porque en es emomento no me escucha, no sirve de nada hablarle, y aunque intente ignorarle, le ha dado por pegarme muy fuerte, patadas, puñetazos, etc. Estoy desesperada. Además no comparto que mi marido acaba perdiendo los nervios y lo baja al portal, o le termina x dar un cachete en el culo. Y al final, acabamos los dos discutiendo, y yo llorando en una esquina.
Pôr favor, necesito alguna pauta. Luego el niño cuando no tiene casquetas, es delicioso, amoroso, muy inteligente, y en el cole y con los abuelitos se porta fenomenal. Un modelo de niño. Pero sobre todo lo hace cuando estoy yo o estamos su padre y yo.
Espero vuestras ideas, gracias. (Adrián tiene ahora 3.5años)