Se la acabo de contar a Margarita, con un nudo, en la garganta, porque es muy pronto, demasiado pronto ¡y además estamos en Julio! Las navidades pasadas es cierto que hizo un montón de preguntas que no tenían respuesta fácil, preguntas de tipo logístico, vamos. Me metió en un buen atolladero, pero recurriendo a la fantasía solucionas temas como el del aparcamiento de los camellos o que las tiendas de juguetes (esas que se convierten en 'almacenes de los RRMM' en navidad, sabéis cuáles os digo, no?) estén cerradas a media noche.
Llevaba dos o tres días soltando así como quien no quiere la cosa cosas del tipo: 'pues yo creo que los Reyes Magos son los papás', a lo que respondíamos con algo del tipo: -Papá, pásame la sal o -hay que ver qué faena le han hecho a Alonso en esta carrera, eh?. Pero hoy ya no ha colado. Como le ha salido un diente delantero y otro apunta, en segunda fila detrás de los de leche, que no se le han caído y la tengo que llevar al dentista que probablemente le quite alguno, en la cena le he preguntado yo al papá que si el ratoncito Pérez también traia regalos cuando era el dentista el que te los quitaba en vez de caerse solos. Y ella ya nos ha dejado muy claro que el ratoncito Pérez eran los padres. Y de paso, los Reyes Magos.
El cuento de esta noche ha sido ése, la verdadera historia de los RRMM. He intentado mantenerle la ilusión un poco más, pero se ha cabreado porque no le contaba la verdad, y además, la duda que tiene -y que no le he solventado, faltaba más- era 'si nos vestíamos y nos íbamos a buscarlos esa noche o los teníamos ya'.
Además, la magia no existe porque son trucos con un libro de instrucciones (maldito regalo de cumpleaños...).
Eso sí, le he dicho que la magia la llevaba ella en la cabeza y que esa nunca, jamás, desaparecería.
Margarita cumplió los cinco años en abril. Aün lleva pañal por la noche.
Y yo tengo un nudo en el estómago.
Así que muchas, muchas gracias por la historia, no sé qué hubiera dicho de no haberla conocido. Además, sirve para que no le desvele el secreto a los primos, mayores y más pequeños que ella, que de todo tiene, y ningunno lo sabe aún.
Nadie me dijo que esto era una de las cosas más... más...¿difícil? ¿triste? ¿o no, o qué? que te pasan con un hijo.
Besos a todos,