Me gustaría explicaros el testimonio de una madre de otro foro (www.acaronar.com), que me ha autorizado a traducir y publicar su caso aquí. (Gràcies Goga)
Una madre se planteaba dónde estaba el origen de la violencia en las aulas: si en el sistema educativo, en el ejemplo de la familia, en la sociedad...
Goga responde lo siguiente:
“Es un conjunto de cosas, no sólo una.
Daré mi opinión en tanto que madre y profesora de ESO (Secundaria).
Soy profesora de Secundaria y me he encontrado con muchos casos de adolescentes violentos o muy, muy rebotados y siempre que intentaba ponerme más chula que ellos, gritar, castigar, expulsar, la cosa empeoraba: Yo acababa de los nervios y ellos también, y en clase predominaba un clima de estrés insoportable.
Un día la madre de un alumno magrebí a quien debía empezar a darle clases particulares me dijo: Trátalo como si fuese tu propio hijo, por favor. En ese momento no lo entendí, porque yo aún no tenía hijos. Pensé que era sólo una manera de hablar y basta.
Cuatro años más tarde tuve a mi primer hijo y, al reincorporarme en mi trabajo de profesora, me vino a la mente la frase de aquella madre y empecé, desde el primer día, a tratar a mis alumnos con mucho cariño, pensando en cuánto les gustaría a sus padres verlo si nos pudiesen espiar por un agujerito.
Desde que hago esto NUNCA he tenido que volver a expulsar a nadie de clase, ni a los más conflictivos, NUNCA he tenido que enfadarme, ni volver a gritar como una loca, ni perder los nervios. Es más: profesores de otras materias (compañeros míos) se quedan muy sorprendidos cuando les digo que tal alumno no me da problemas, cuando resulta que ellos en cada clase han de expulsarlo.
Os diré más:
Un día, uno de los más conflictivos –que conmigo no era conflictivo- me preguntó medio de broma (aunque en el fondo sé que lo preguntaba muy seriamente): “Profe, ¿tú me quieres?” y yo, alucinando, le dije: “pues claro que te quiero”. Entonces empezaron todos: ¿y a mi?,¿y a mi?, y yo les dije: “Os quiero a todos, claro que sí” y nos pusimos todos a reir, jajaja. Después ya empezaron todos haciendo broma entre ellos “pero a mi me quiere más que a ti” y cosas por el estilo, jajaja.
Lo tengo súper comprobado: SI les trato con cariño, ellos me corresponden igual, o incluoso más. Les quiero tanto que cada fin de curso acabamos todos llorando y abrazándonos sabiendoq eu no nos veremos más (no tengo plaza fija y cada año me envían a un instituto distinto).
Repito: Tanto encasa como en la escuela la ternura es lo que hace que todo funcione de maravilla.
Lo que la maternidad me ha aportado a nivel personal es precioso, pero a nivel profesional ha sido sencillamente increíble.
Una mezcla de cosas: un sistema educativo y una sociedad (de la que los padres forman parte) que no están pensadas para los niños y esto tiene sus consecuencias cuando son adolescentes.
Está más que demostrado que los primeros años de vida de un niño son los más importantes y que serán claves para el posterior desarrollo de sus capacidades, y a pesar de ello vivimos en una sociedad en la que el contacto de los padres con los hijos está mal visto: Está mal visto dar el pecho a los bebés (y no digamos ya a los que ya no son bebés y siguen con la lactancia); está mal cojerlos en brazos; deben dormir solos y debemos dejarles llorar hasta que rebienten; cuanto antes vayan al cole mejor; cuantas más horas estén sin vera sus padres mejor; con 2 y 3 años deben aprender a contar de 1 a 10 encerrados 6 horas en una aula en lugar de estar chapoteando agua y ensuciándose de arena en el parque...
No se respeta el ritmo de crecimiento madurativo del niño, sinó que se le hace ir al ritmo que la sociedad espera de él. Se le presiona (“mi nene tiene 2 años y ya sabe contar”, “mi nena tiene 6 meses y ya se ata los zapatos”...). No se respeta la necesidad de contacto que el niño tiene de sus padres: Cuando es pequeño, el ser humano es el más vulnerable de los mamíferos
Y todo esto, que se hace para que sean más “autónomos”, que supestamente es por su bien, conseguimos el efecto completamente opuesto: Generamos adolescentes inseguros de eloos mismos, con miedos, con mucho estrés, que reaccionan con violencia, que no saben enfrentarse a sus problemas, que se frustran con fac¡lidad, con altos índices de fracaso escolar, con problemas como la hiperactividad o la falta de atención... ”
Podéis ver el debate completo, incluyendo este testimonio, en el siguiente link (es en catalán):
http://www.acaronar.com/phpBB2/viewtopic.php?t=358
Gracias por compartirlo
Elena