Pues bien, hoy os escribo para contaros que todo ha mejorado muchísimo, no sólo los despertares, sino la manera de dormirse y el sueño en sí.
-Ahora se despierta tres o cuatro veces en toda la noche, toma teta y sigue durmiendo.
-Apenas nos cuesta dormirlo, cosa que antes era un suplicio.
-En alguna ocasión he conseguido que se durmiera el solito en su cuna meciendolo y cogiendome la mano.
-para la siesta ya no necesita el pecho para dormirse y alguna vez ha dormido 2horas!! (increíble en él) del tirón.
No sé sí me dejo algo, porque los cambios han sido tantos... Cómo lo hemos conseguido? Primero con una paciencia infinita, segundo mimandole y dándole todo el amor del mundo e intentando comprenderlo y ponernos en su lugar y tercero, poco a poco él solito ha ido madurando el tema del sueño y va aceptando mejor las rutinas.
Es cierto eso que dicen de que el sueño se va madurando y afianzandose con el paso del tiempo igual que lo es el aprender a andar o a comer. Nosotros somos un claro ejemplo de ello.
A los que estáis en la misma situación en la que estábamos nosotros hace nada deciros que con paciencia y cariño todo se consigue, y que, aunque a veces es todo muy duro y el cansancio y la desesperación nos puede, al final todo se logra y nuestros pequeños van creciendo y estabilizandose.
A nosotros todavía nos queda un largo camino, pero lo que hemos conseguido en este corto período de tiempo es ya todo un logro y estamos muy contentos principalmente por nuestro hijo.