El caso es que ayer fui, y estoy más sana que una manzana. siempre he tenido los valores de todo bien, pero esta vez los tenía más mejor...
En algún sito he contado que hace poco he cambiado "de rumbo" en el curro. Antes trabajaba con unos temas diferentes (que era lo que tenían en la base de datos) y ahora, al trabajar con muestras humanas debería estar vacunada de hepatitis (yo lo había mirado por mi cuenta, de hecho la iba a pedir en la revisión, nadie me lo había explicado), y me ofrecieron la vacuna antes de que yo la pidiera.
No conozco al médico más que de un par de veces, y cuando le dije que la vacuna de la hepatitis sí era compatible con la lactancia, que me la pusiera, que ya lo había mirado yo, pero que la del tétanos lo tenía que mirar, me quedé esperando a ver cual era su reacción (yo ya tenía preparada un batería de respuestas para un montón de posibles comentarios), y me quedé más a gusto que un arbusto cuando el hombre siguió con la conversación (sabiendo la edad de mi hijo) con la misma naturalidad con la que estábamos. Desde aquí le hago la ola, porque entré en la consulta pensando que igual tenía que dar explicaciones que nadie me tendria que pedir, y así fue: nadie me las pidió .
Acabo el mensaje con una confesión: no estoy más sana que una manzana, sino que estoy más sana que muchísimas manzanas , ya que el médico me recordó esos kilos de más que he adoptado en los últimos tiempos y de los que no me consigo desprender (aunque reconozco que tampoco hago demasiado por ello, lo que me sirve de consuelo, espero que el día que tenga la cabeza una poco en orden pueda volver a empezar a poner en orden mi cuerpo ).