- Sab, 20 Jun 2009, 14:15
#336308
La primavera es una epoca mala para las depresiones y ansiedades asi que os cuelgo información:
Las mujeres, independientemente de su nivel socioeconómico y de su nacionalidad, tienen unas tasas significativamente más altas de depresión que los hombres. Las causas de esta incidencia más alta parecen ser una
mezcla de factores biológicos y culturales. Cambios Hormonales Todas
las mujeres tienen riesgo de oscilaciones emocdo experimentan cambios
hormonales extremos. El papel de las hormonas en la depresión no está
claro, pero las hormonas femeninas juegan papeles en la disforia premenstrual y la depresión postparto.
-Premenopausia: las mujeres premenopáusicas (entre los 20 y los 45 años) fueron más susceptibles a la depresión, y un 22% de este grupo reportaron síntomas de depresión mayor. La disforia premenstrual (depresión severa antes del periodo) afecta específicamente alrededor del 3 al 8% de las mujeres en su edad reproductiva.
-Depresión post-parto: casi todas las madres primerizas experimentan un periodo corto de depresión ligera siguiendo al parto (conocido como "baby blues"). Sin embargo, no se considera una depresión posparto a no ser que persista más de una semana o dos y sea muy severa. Los estudios han informado de que entre el 8% y el 20% de las mujeres tienen una depresión postparto diagnosticable en los tres primeros meses después del parto, y en un estudio, el 5% de ellas tenían pensamientos suicidas.
¿Pero qué es la depresión?
La mujer deprimida tiene distorcionado el estado afectivo, de pensamiento, y esto puede tener repercusiones importantes a nivel corporal. La mujer deprimida presenta las siguientes características:
Se siente triste o vacía.
Presenta una disminución acusada en sus intereses y en la capacidad de
sentir placer en todas o casi todas las actividades que realiza.
Presenta pérdida o aumento de apetito casi cada día, lo que repercute en
su peso corporal; insomnio o hipersomnio.
Agitación o enlentecimiento en las actividades motrices que realiza.
Fatiga o pérdida de energía; baja autoestima, culpa excesiva, sentimientos
de inutilidad o inapropiados.
Indecisión, disminución en la capacidad de pensar o concentrarse, y en
ocasiones pensamientos recurrentes de muerte.
Si varios de estos síntomas se presentan durante un período de más de dos semanas estaremos hablando de un espisodio depresivo que sin duda requiere la intervención de un profesional.
Las mujeres, independientemente de su nivel socioeconómico y de su nacionalidad, tienen unas tasas significativamente más altas de depresión que los hombres. Las causas de esta incidencia más alta parecen ser una
mezcla de factores biológicos y culturales. Cambios Hormonales Todas
las mujeres tienen riesgo de oscilaciones emocdo experimentan cambios
hormonales extremos. El papel de las hormonas en la depresión no está
claro, pero las hormonas femeninas juegan papeles en la disforia premenstrual y la depresión postparto.
-Premenopausia: las mujeres premenopáusicas (entre los 20 y los 45 años) fueron más susceptibles a la depresión, y un 22% de este grupo reportaron síntomas de depresión mayor. La disforia premenstrual (depresión severa antes del periodo) afecta específicamente alrededor del 3 al 8% de las mujeres en su edad reproductiva.
-Depresión post-parto: casi todas las madres primerizas experimentan un periodo corto de depresión ligera siguiendo al parto (conocido como "baby blues"). Sin embargo, no se considera una depresión posparto a no ser que persista más de una semana o dos y sea muy severa. Los estudios han informado de que entre el 8% y el 20% de las mujeres tienen una depresión postparto diagnosticable en los tres primeros meses después del parto, y en un estudio, el 5% de ellas tenían pensamientos suicidas.
¿Pero qué es la depresión?
La mujer deprimida tiene distorcionado el estado afectivo, de pensamiento, y esto puede tener repercusiones importantes a nivel corporal. La mujer deprimida presenta las siguientes características:
Se siente triste o vacía.
Presenta una disminución acusada en sus intereses y en la capacidad de
sentir placer en todas o casi todas las actividades que realiza.
Presenta pérdida o aumento de apetito casi cada día, lo que repercute en
su peso corporal; insomnio o hipersomnio.
Agitación o enlentecimiento en las actividades motrices que realiza.
Fatiga o pérdida de energía; baja autoestima, culpa excesiva, sentimientos
de inutilidad o inapropiados.
Indecisión, disminución en la capacidad de pensar o concentrarse, y en
ocasiones pensamientos recurrentes de muerte.
Si varios de estos síntomas se presentan durante un período de más de dos semanas estaremos hablando de un espisodio depresivo que sin duda requiere la intervención de un profesional.
