Confieso que no he tenido un buen día e iba más que dispuesta a sacar la artillería ante el más mínimo comentario estilo supernanny .
En cambio, me he llevado una grata sorpresa, porque su futura maestra me ha parecido muy cariñosa, cercana y empática.
Lo primero, me ha quitado los dos grandes miedos que tenía:
- El habla: me ha dicho que el 99% de los niños bilingües tarda en arrancar, que si entiende lo que se le dice y vemos que va incorporando nuevas palabras a su vocabulario aunque sea despacio significa que vamos por buen camino y no tenemos de qué preocuparnos.
- El pañal: le he comentado que estamos en ello, a veces pide y a veces no, con lo cual no le puedo asegurar al 100% que de aquí a septiembre controle esfínteres. Y que de paso, sus normas al respecto me parecían bastante estrictas e intransigentes. Me comentó que eso es cosa de la dirección, que a ella no le importa cambiar a un niño que tenga escapes, me sugirió que si no estamos de acuerdo lo comentemos con la dirección porque suelen hacer excepciones en casos concretos. De todos modos, como estamos en ello, me ha recomendado que compremos algún libro o video sobre el tema (¿me recomendáis alguno?), que no hay que forzar y tampoco frenar, que lo ideal es esperar a que el niño muestre interés y cuando llega ese momento, ir animándole para darle confianza (menos mal porque me esperaba el consejo de las pegatinas).
Las aulas son bastante amplias y las mesas ocupan menos de la mitad del espacio, la parte central está libre. Una de las primeras cosas que nos ha dicho es que a esta edad los niños no necesitan aprender a leer o escribir, que lo que necesitan es jugar, que así también aprenden, e ir socializando poco a poco. Ella propone actividades y los niños son libres de decidir si participan o no, tienen un rincón con almohadas donde pueden ir si les apetece tumbarse, descansar o echar una cabezada, otro rincón para pintar, estanterías con libros, juguetes y materiales varios a su altura para que cojan lo que les apetece. No hay silla de pensar ni castigos, comenta que uno de los objetivos es que los niños aprendan a convivir y a respetarse mutuamente, que a algunos les cuesta menos y a otros más, pero todos lo consiguen.
Acerca de la adaptación, que cada niño va a un ritmo distinto, a algunos les cuesta al principio, otros parecen integrarse bien y se descolocan después... que si lloran obviamente les va a consolar, que enfrentarse a las dificultades y a las frustraciones es parte del crecimiento, pero que se logra mucho mejor si te acompañan y te guían en el proceso...
Lo bueno es que puedo hacer la adaptación con ella antes de volver a trabajar.
La semana que viene vamos con ella, estará una hora en su clase y conocerá a la maestra y a sus compañeros, me ha dicho que deje que haga lo que quiera, si le apetece explorar y/o interactuar con los demás niños estupendo, si quiere estar conmigo todo el rato estupendo también, la idea es que se vaya familiarizando con el ambiente.
He entrado así y he salido así , ¡algo bueno tenía que tener el día de hoy!
Mañana las notas del polluelo mayor .
Besos.
Escritora, bloguera, traductora, y un montón de cosas más...
Mi blog: El mundo de Kim