Si ves que al niño le cuesta mucho mantener el equilibrio, ayúdale al principio dándole la mano. Cuando vaya cogiendo confianza podrás soltársela.
La búsqueda del tesoro
Cuando bajéis al parque es muy sencillo improvisar un juego de pistas. Lleva algún juguete, caramelos, cualquier cosa atractiva que se pueda esconder. Si no puedes distraerlos, deberán mantener los ojos cerrados mientras escondes los objetos.
Al principio no les des pistas. Observa cómo se comportan, cómo y por dónde buscan. Luego puedes ayudarles indicando “frío” o “caliente” según se acerquen a los tesoros. Si tienen dificultades ofréceles pistas sobre los lugares a modo de acertijos o adivinanzas. Una variante muy interesante y que a los niños les vuelve locos es que sean ellos mismos quienes escondan los tesoros para que tú los busques.
Procura siempre que no haya lugares peligrosos, ya que con tal de ponértelo difícil serán capaces de trepar hasta el sitio más alto e inaccesible que encuentren.
La campana misteriosa
Para este juego se necesitan varios participantes. Entre 5 y 10 niños puede ser un buen número. Uno llevará atada a un tobillo una pequeña campana que arrastrará por el suelo, de manera que cuando se mueva siempre haga ruido. El resto tendrá los ojos vendados.
El jugador que lleva la campana no se puede estar quieto. Procura que la campana no sea muy grande, que no moleste llevarla atada al tobillo, pero que tenga un timbre que se distinga con facilidad. El resto tendrán los ojos vendados y tratarán de coger al de la campana. El primero que le toque pasará a ser quien lleve la campana misteriosa.
El terreno de juego debe ser limitado y libre de obstáculos. Debes tener cuidado con los choques que se puedan producir si alguno se sale del terreno de juego. Aunque es difícil, hazles ver que es importante mantener silencio para poder escuchar bien por dónde se mueve la campana... y es que las risas y los gritos de nerviosismo suelen ser inevitables.
Atrapar parejas
Para este juego se necesitan varios jugadores, siempre en número par. Los participantes forman parejas y dándose la espalda se atan por la cintura.
También se pueden atar los tobillos. Una de las parejas tiene que coger a las demás. Si el juego se prolonga demasiado, se puede introducir un cambio: que la primera pareja en ser cogida sea quien se la ligue.
Carrera de obstáculos
Sólo necesitas algunos briks de leche o de zumo vacíos. Prepara un recorrido donde los envases vacíos sean obstáculos para saltar.
A medida que lo vayan dominando puedes incrementar la dificultad colocando más briks unos encima de otros. Si hay más de un niño en el parque podéis echar carreras preparando dos recorridos. Quien tire los briks debe detenerse a colocarlos como estaban.