Los niños alegres suelen disfruat de salud y energia, ys u propia felicidad es una fuerte motivación para todo. En general, los niños satisfechos aceptan las decepciones y los obstaculos con más calma e intentan hallar otras formas de sortearlos. La felicidad claro estña, favorece todo tipo de contactos y actividades sociales; la gente suele reaccionar positivamente a la alegría, y los niños contentos suelen tener una expresión feliz, cosa que abre las puertas a las relaciones personales.
La infelicidad, sin embargo, socava la fuerza y la energia del niño y debilita su estado fisico general; todo ello obstaculiza la canalización de sus impulsos hacia actividades utiles y le hace despilfarrar energias en soñar despierto, lamentarse y compadecerse de si mismo, con lo que se acentua la tendencia a la introversión y al egocentrismo. La infelicidad, por otra parte, ahoga la motivación, la voluntad y el deseo del éxito, y abona, en ala mayorai de los casos la propensión a las rabietas, convierte al niño en una carga y le impide aprender de la experiencia.
La felicidad puede solidificarse como habito , y depende de vosotros que vuestro hijo lo adquiera.De la misma forma, la infelicidad llega a cuajar en su caracter si no lo prevenis a tiempo. Claro está que una infancia feliz no es una garantia del exito en la vida, pero si coloca los ciminientos para un futuro satisfactorio, mientras que la infelicidad solo procura el fracaso.
Articulo de la Dr.a Miriam Stoppard