La verdad es que llegamos el domingo para incorporarnos al trabajo el lunes y las vacaciones han sido una delicia: 15 días tranquilísimos en un pueblecito del Ripollés, una semana en Cartagena con mi hermana y otra en un hotel en Oliva.
En resumen, que en términos generales hemos sido muy felices, hemos disfrutado de nuestra hija mucho, ella se ha adaptado muy bien a los cambios(estuvo gruñona el primer día de Cartagena) y nosotros hemos hecho lo posible por respetar sus ritmos y sus horarios: resultado: los tres contentos.
Aaayyy..la verdad es que es una pena dejarla para ir a trabajar, el lunes estaba por los suelos, la echaba mucho de menos y no veía la hora de llegar a casa a jugar con ella.
Afortunadamente :( , ya se me ha pasado bt y he cogido el ritmo.
Bueno, quería saludar y deciros que me encanta estar de vuelta.
Besos a todas...y a todos, claro.