Menudo viajecito nos hemos pasado... Los primeros días vimos la zona donde estábamos y la verdad es que nos defraudó un poco. Es como una provincia de Alemania, todo está en alemán, en lugar de Canarias es "guirilandia". Los extranjeros están tan acostumbrados a que se les hable en su idioma que ni se molestan en aprender a decir buenos días u hola. Vista la zona Sur, llena de hoteles, cafeterías, restaurantes, shopping center, supermarket y un largo etc por el estilo, no teníamos ganas de ver más... Nos fuimos al norte, a la capital y la cosa cambió un poco, nos acercamos al noroeste y mejoró bastante. Pero caímos en la tentación de hacer una de esas excursiones que tienen los turoperadores... Pues menos mal que la hicimos! porque conocimos lo bello de la isla, montañas verdes, palmerales, almendros, bosques de pinos que parecían de cuento, hasta se veía el Teide a lo lejos... al otro lado del mar. Xoel lo pasó genial todo el viaje. La verdad es que se adapta muy bien a todos los lugares, se hizo amigo de todo el mundo, y la gente está encantada porque es tan sociable... ayer vinieron a despedirse de él la mitad del gremio del hotel!
Lo único que empeoró fue el sueño. Llevábamos una racha magnífica antes del viaje con 2 semanas en que el máximo eran 3 despertares, y el último día sólo 1. Pero en el hotel fatal, el mínimo cada noche eran 6-7 despertares, tengo las tetas superdoloridas, además las siestas se retorcieron un poco por los horarios, en los 2 días de excursión durmió por la mañana y por la tarde, así que al llegar la noche no se dormía ni de coña hasta las 12 (la 1 de aquí). Se ponía muy lloroso cuando le entraba el sueño, fueron los únicos momentos en que estuvo -como decimos en tierras gallegas- "repugnantiño". Pobre, pidiendo teta todo el día y toda la noche cada vez que quería dormir. Supongo que aunque estuviese contento y a gusto, todo lo que vivía durante el día le afectaba, demiasadas cosas para asimilar que se convertían en sueños y despertares... habló mucho de noche y finalmente repetía la que yo llamo su frase del viaje: "una teta mamá vale?" una y otra vez hasta que lo ponía,pero sin llorar, lo decía tranquilamente.
En fin, ya estamos de vuelta a la vida real. Ayer en el avión le dejamos dormir poco para que al llegar la noche no hubiese problemas y el pobre estuvo llorando y pidiendo teta casi todo el viaje, me daba penita pero no se la quería dar para que no durmiese, sólo en el ascenso y en el descenso. La verdad, se nos agotaron los recursos de entretenimiento. pero bueno, ya pasó. Aunque me sentí mala mala.