Ella estaba super dispuesta a comer AC, de hecho hacía ya un mes que intentaba robarme la manzana cuando me veía comérmela, o el plátano... Y siempre está dispuesta para probar lo que haya en mi vaso o en el plato, es decir, que no es que ella lo rechace.
Evidentemente, cuando vimos el panorama volvimos a la LME. A mi modo de ver se trata de inmadurez de su sistema digestivo. De momento seguimos las 2 tan felices, pero no he comentado el tema con el pediatra. ¿Debería hacerlo o también os ha pasado con vuestros hijos? Lo pasó tan mal que me da miedo volver a probar por ahora, pero tampoco sé si debo posponerlo mucho.