Jesús ya tiene 21 mes, y como os decía ha estado malito y hospitalizado y no había avanzado casi en algún tiempo.
Esta semana no lo he llevado a la guardería, pues a pesar de estar mejor quería que se recuperara totalmente.
Pues bien, estoy muy contenta del avance de esta semana. De golpe ha aprendido a decir las vocales, todas y cada una, ha aprendido a decir otras sílabas, bu bu, po po... me ayuda a desnudarlo, le quito una prenda a medio y él se la termina de quitar (abrigo, pantalón, calcetines, hasta la camiseta), y lo más importante de todo, el progreso psicomotor; está empezando a gatear (buf, por fin!) se arrastra boca a bajo aunque no levanta del todo el torso, se está empezando a agarrar a algo e intentar levantarse, y tiene una mejor coordinación (aun muy torpe) cuando está de pies y tiene que cambiar los pies para desplazarse lateralmente.
Todo esto es muy agradable para su padre y para mí y mucho más para él
que está como loco viendo lo que es capaz de hacer y me reclama sin parar para que lo vea.
Lo que menos me ha gustado es el informe del centro de atención temprana, pues el niño fué evaluado un poco de correprisas pues es tan tímido que no respondía muy bien a ciertas cosas aún sabiendo yo que no era así, en el cual se refleja un cierto retraso que ya nos dijeron que desde entonces bien por su timidez inicial bien por su avance no tenía nada que ver cómo respondía ahora, aún así ese día no tuve valor a contároslo, pues esos días se me cae el cielo encima