El caso es que esta noche de repente a las 3,30 le sentí muy nervisoso y al ponerle el termómetro TENÍA 39,8 , me asusté muchísimo. Le di antitérmico y le puse pañitos fríos en la frente y en la nuca, pensando que si en unos 30 minutos no se había pasado o iba a más nos íbamos corriendo a urgencias. Finalmente la fiebre empezó a remitir y esta mañana no tenía ni una décima.
No sé si será una otitis de la que terminé de medicarle el miércoles de la semana pasada y que no se haya curado bien, puesto que no tiene moquitos ni tos.
Esta tarde le llevaré a la pediatra y ya os contaré, pero es que lo hemos pasado fatal porque él nunca había tenido fiebre tan alta .