Todo no. Vimos un paté que hacia años habiamos probado, nos hizo ilusión y lo compramos. Tb compramos un paté apto para ella. Cada paté tenia su propio cuchillo y sus panes, todo el mundo avisado, nada de mezclar cuchillos ni panes.
La fiesta fue muy bien.
Recogimos la mesa. En la mesa de la cocina habia, uno al lado del otro, los 2 platos de paté a la espera que los guardara en la nevera. Me doy la vuelta y Aina se estaba comiendo un poquito del paté-no-apto.
La cogí al vuelo, le limpiamos las manos, la boca, la lengua y como era de noche y ya se iba a acostar le dimos el antihistaminico. (el jueves la hija de una compañera tuvo un shock anafilactico grave)
Nunca coge nada de los otros. Nunca coge comida de los platos.
El sábado aprendimos que el nunca no existe.