por fin me animo a escribir sobre este tema. La semana pasada estaba tan impactada y tan afectada, que era incapaz de hablar de esto. Pido perdón por adelantado por el ladrillo.
Creo que ya he comentado en algún post que de momento estoy siguiendo el embarazo por la SS y por lo privado, porque quiero dar a luz en un hospital público y llevarles el seguimiento, pero no me gusta como lo hacen en la SS. Sé que no es el mejor método, y que puede traer más problemas que otra cosa (como he podido comprobar por mí misma), pero de momento no he encontrado la manera ideal de hacerlo.
El caso es que el lunes pasado fui a hacer la eco de las 12 semanas en lo privado. Las medidas estaban genial, pero no tenían los resultados en sangre hasta pasados unos días. Con las medidas me fui tranquila (así lo conté en el post de las embarazadas). Al día siguiente, martes, tenía la misma eco en la SS. También todo muy bien, los análisis de la SS me los pidieron para el miércoles. El jueves por la mañana me llamaron al móvil desde la SS, para adelantarme la cita para darme los resultados combinados del triple Screening al día siguiente a primera hora. Podréis imaginar que casi me da un patatus, porque eso significaba malas noticias. Me tuve que marchar del trabajo, casi me caigo redonda en la reunión donde me pilló la llamada y luego no hacía más que temblar. Llamé a mi marido y le pedí que viniera a recogerme. Nos fuimos al hospital privado donde me llevan el embarazo, recogimos los resultados de los análisis y rogamos que nos los viera un médico esa misma mañana. Al final nos los revisó un ecografista (los que te hacen las ecos especiales, la de la 12 semana, la de la 20, etc). Nos dijo que juntando las medidas ecográficas con los resultados en sangre, la edad, peso, etc, salía un riesgo moderado (1/330 para la trisomía 21, que aclaro que significa que de cada 330 embarazos, uno ha salido con Sindrome de Down).También nos tranquilizó diciendo que lo que más peso tenía en los cálculos eran las medidas de la ecografía, que los datos de la sangre tampoco es que estuvieran horribles, y que lo que "estropeaba" el resultado era la edad (tengo 36). En definitiva nos dijo que según su opinión y a la vista de la eco, no estaba indicada la amnio, pero nos la ofrecía si nos quedábamos más tranquilos, y también la posibilidad de hacer un análisis de sangre bastante novedoso, que tiene resultados más fiables que el triple screening (previo pago de 700 euros). También nos ofreció hacer una eco adicional a las 16 semanas igual que la de la 20, para revisar de manera precoz que todo estuviese bien.
Nos fuimos de allí ya un poco impactadillos y tristes, aunque ligeramente tranquilizados por los consejos de la ecografa. Al día siguiente fuimos a la consula de la SS.
Ya he comentado que la doctora de la SS es un poco zorra, uy, quiero decir, no es de mi agrado. Fue bastante desagradable. Los resultados allí eran peores (1/249), (también el ecografo era bastante peor, no se veía un pimiento y alguna medida salió diferente), y nos dio el teléfono de Genética para hacer la amnio. No dio su opinión en ningún momento. Inicialmente me había llevado los resultados del otro sitio para comentarlos con ella, pero viendo el ambiente al final, pasé.
Entonces vino uno de los momentos más difíciles. ¿Qué hacíamos? A mí 1/330 tampoco me parece tan escandoloso, pero por lo visto, el riesgo se considera alto a partir de 1/270. Entre 270 y 1000 se considera moderado, y de 1000 en adelante, bajo. La prueba en sangre que nos habían ofrecido no daba una certeza como la amnio, también daba una estadística, es decir, no decía si SI o si NO, también era del tipo 1/XXXX. Lo único que proporciona una certeza 100% es la amniocentesis, pero también lleva un riesgo de aborto de 1% y de infecciones posteriores de 5%. Lógicamente no tenía mucho sentido pasar de un riesgo de 1/330 a 1/100 para luego no hacer nada, sólo tenía sentido si queríamos abortar en caso de confirmarse el Sindrome de Down.
Siempre pensé que si se me presentaba el caso no dudaría y seguiría adelante, pero ay! cuando tu eres la protagonista de ese caso ... todo cambia. Pensaba mucho en Alejandro, muchisimo, pensaba en el futuro bebé, en las posibles complicaciones, porque la mayoría de las veces un Síndrome de Down viene acompañado de alguna otra cosilla. Y también pensaba en qué derecho teníamos nosotros a terminar con una vida, sólo porque tenga un "defecto", por mucho que legalmente pudiéramos hacerlo.
Después de hablarlo mucho con mi marido, de unas cuantas horas angustiada, triste, llorosa, tomamos una decisión. Estamos seguros que el bebé está bien (ahora entiendo de verdad lo que signfica la FE), pero si no lo está... lo querremos igual o más, lo cuidaremos igual o más, porque por algún motivo que no podemos entender este bebé ha querido que nosotros seamos sus padres, y lo queremos respetar.
No quiero más analíticas, ni amniocentesis ni porras en vinagre. Lógicamente me encantaría saber que está todo bien, pero no pienso correr riesgos para tener esa seguridad.
Han sido unos días bastante horribles, pero ahora que la decisión está tomada, otra vez me siento serena y feliz, con un peso menos en mi mochila. Deseadnos mucha suerte y mandad todas vuestras buenas vibraciones.
Un besito