- Vie, 31 Mar 2006, 11:50
#26551
Hola, quería comentaros algo que me sucedió ayer, no es nada de otro mundo pero me hizo pensar y quiero compartirlo con vosotros.
Fui a hacer la compra con mi madre y con Tani y cuando salimos, nos encontramos con los padres de amiga mía. Esta amiga mía, murió cuando teníamos 16 años, para mi esta muerte marcó un antes y un después, y me costó mucho aceptarla porque era la primera persona cercana a mí que moría.
Ya han pasado 12 años, y todavía la recuerdo muchas veces, y cada vez que veo a los padres, me pongo un pelín nerviosa, porque me da tanta pena.
Ellos demostraron siempre una entereza increíble y hablan de ella con toda naturalidad, en fin, que me enrollo:
La madre, se acercó a Tani, y me dijo, ya es hora de que le traigas un hermanito,
yo le dije que también nos apetecía, pero que como acaba de estar enferma pues aún tenía el corazón un poquito asustado y que no me daba decidido y me dijo:
- Como sabes Mónica (su hija, la que murió), se llevaba cinco años con el mayor (tienen otros dos hijos más), siempre me llenó de satisfacción verlos jugar juntos y como disfrutaron los tres.
Hoy ella no está, pero nosotros no estamos solos, no cometáis la locura de quedaros sólo con ella, y no tardéis mucho en tener otro, porque todo el tiempo que disfrutéis vosotros de vuestros hijos y vuestros hijos de vosotros y de sus hermanos, nadie os lo quitará y nunca se sabe cuando se acabará este tiempo.
Me quedé pensando en que debe ser tan doloroso afrontar la muerte de un hijo, que está claro que si tienes más no te van a sustituir al que falta, pero sí, van a estar ahí, te van a hacer compañía, y ellos, gracias a que tienen los otros dos e incluso una nietita, han aprendido a llevar "mejor" la muerte de su hija.
No lo había pensado nunca así, y a veces, los quehaceres de la vida, nos hacen apartarnos de nuestros sueños y posponemos la decisión de tener hijos o de tener más, por motivos totalmente insignificantes. No sé porque esta conversación me tocó en todo mi corazón. No puedo ser tan egoísta de no darle a Tani la oportunidad de jugar con un hermanito, ufff, no sé.
Sé que igual decíis que no tiene nada que ver con el tema, pero a mí me ha hecho pensar, si debo esperar a que todo se tranquilice o si ya debo decidirme y afrontar lo que venga.
¿qué pensáis?.
Besitos, y gracias por "escucharme", me encanta compartir con vosotros estos momentos.