HELLP son las siglas en inglés de de hemólisis, enzimas hepáticas elevadas y bajo recuento de plaquetas. Las mujeres que lo padecen pueden tener problemas de sangrado, hepáticos y de presión sanguínea, inconvenientes éstos que pueden hacer mucho daño tanto a la madre como al bebé.
Los síntomas del Síndrome HELLP son: náuseas, vómitos, dolores de cabeza, agotamiento, hinchazón (especialmente en la cara y las manos) y dolor en la zona abdominal superior derecha; rara vez se nota un sangrado de las encías.
Aproximadamente el 10 por ciento de las embarazadas con preeclampsia grave desarrolla este trastorno, aunque también puede darse sin preeclampsia entre 2 y 7 días antes del parto. Es probable que si la mujer embarazada presenta este síndrome durante un embarazo, vuelva a desarrollarlo durante el siguiente; la segunda vez, por lo general, es menos grave.
Las estadísticas indican que quienes tienen mayores probabilidades de tener esta enfermedad son las mujeres blancas y mayores de 25 años de edad, así como también aquellas mamás que ya tuvieron niños o las que anteriormente han tenido un problema con algún embarazo.
El tratamiento principal para el síndrome HELLP es dar a luz al bebé. Esto puede tener que suceder antes de la fecha prevista para el parto. Un par de días después de dar a luz, la mayoría de las mujeres que padecen la enfermedad comienzan a sentirse mejor. Posiblemente el médico recete un esteroide. En caso de sangrado, puede requerir transfusiones sanguíneas.
No existe un tratamiento preventivo para esta enfermedad. Lo mejor que puedes hacer, como siempre te recomendamos, es visitar al médico con regularidad.