Anoche, justo cuando empezamos nuestra rutina de buenas noches, de repente Margarita se puso toda afanosa a coger la colchoneta que le habíamos puesto en su cuarto para dormir la siesta (y que nunca ha utilizado más que para jugar a hacer nono arrodillada fuera de ella y poniendo la cabeza). Imaginaos el retaco de 16 meses, levantándola e intentando sacarla de allí mientras los papás la dejamos hacer atónitos a ver a dónde quería ir a parar. Como pudo, y chocando contra todo, la entró a nuestro cuarto y la dejó en el único hueco de la habitación que dejaba libre nuestra cama y su cuna, y se tumbó encima diciendo 'nono, nono'.
Nos miramos y rápidamente el papá sacó el colchón de la cuna, movimos la cuna y pusimos en su lugar el colchón... (¿será eso lo que quiere?)...
Pues sí: :D qué contenta se puso! empezó a bailar, a tirarse en el colchón, a reir, a hacer de todo emocionadísima. no quería ni baño ni teta ni nada, quería irse a su nueva camita!
Por supuesto, hubo baño, poner pijama, teta y a hacer nono: 9:30
Pues bien: a las dos lloriqueó un poco, me costé a su lado, le enchufé la teta (hay que solventar el problema técnico de que no cabemos las dos en el colchón, pero eso es lo de menos) y después de un poquito se soltó ella sola, dio media vuelta y a dormir. Como se revolvía en sueños le di un paseo por el pasillo (ida y vuelta solo) y 'yastá'.
A las 5:30 o 6:00 se volvió a despertar y no sabía lo que quería. Al final, teta en la cama grande y a dormir.
Yo me he venido a trabajar a las ocho (bueno, y media) y seguía dormida.
En fin, que gracias a las que contáis por el foro lo de los colchones en el suelo porque a mi, probablemente, ni se me hubiera ocurrido.