El Recién Nacido - Los Patrones del Sueño
¿Cuáles son los patrones del sueño del recién nacido?
El recién nacido promedio duerme durante gran parte del día y la noche; se despierta únicamente para alimentarse cada dos horas. Para los nuevos padres suele ser difícil saber cuánto tiempo y cada cuánto debe dormir el recién nacido. Desafortunadamente, durante las primeras semanas los recién nacidos no tienen un horario establecido y muchos de ellos confunden el día con la noche, piensan que deben estar despiertos durante la noche y dormir durante el día.
Por lo general, los recién nacidos duermen aproximadamente ocho a nueve horas durante el día y aproximadamente ocho horas durante la noche. La mayoría de los bebés no duerme toda la noche (entre seis y ocho horas) sin despertarse hasta cumplir los tres meses de vida o hasta alcanzar un peso de 5,5 a 5,9 kg (12 a 13 libras). Los recién nacidos y los bebés de corta edad tienen un estómago pequeño y deben despertarse cada dos horas para comer. En la mayoría de los casos, el bebé se despierta para comer aproximadamente cada tres a cuatro horas. No es necesario despertar al bebé para alimentarlo salvo que así lo haya recomendado el médico de su hijo. Sin embargo, no permita que su bebé recién nacido duerma más de cinco horas corridas durante las primeras cinco a seis semanas. Algunos bebés prematuros deben alimentarse con mayor frecuencia y es necesario despertarlos para lograrlo.
Observe los cambios en los patrones de sueño de su hijo. Si un bebé que acostumbraba a dormir varias horas seguidas comienza a despertarse repentinamente, es posible que tenga algún problema, por ejemplo, una infección del oído. Algunas molestias del sueño son simplemente consecuencia de cambios en el desarrollo o sobreestimulación.
Nunca ponga a un bebé a dormir con un biberón apoyado para que se alimente. Es peligroso y puede causar infecciones de oído y atragantamiento.
¿Cuáles son los estados de sueño de un recién nacido?
Los bebés, al igual que los adultos, tienen distintas etapas y grados de profundidad del sueño. Según la etapa, es posible que el bebé se mueva o permanezca inmóvil. Los patrones del sueño de los bebés comienzan a formarse durante los últimos meses de gestación (primero, el sueño activo, luego, alrededor del octavo mes, el sueño tranquilo). Existen dos tipos de sueño:
sueño REM (de movimientos oculares rápidos; su sigla en inglés es REM):
Sueño liviano durante el cual se sueña y los ojos se mueven rápidamente hacia atrás y hacia adelante. A pesar de que los bebés duermen aproximadamente 16 horas por día, casi la mitad de estas horas transcurre en la etapa de sueño REM. Los niños de más edad y los adultos duermen menos horas y la cantidad de sueño REM durante las horas de sueño es menor.
sueño no REM (de movimientos oculares no rápidos):
El sueño no REM consta de 4 etapas:
Etapa 1: Somnolencia. El bebé se duerme con los párpados caídos, posiblemente abriendo y cerrando los ojos
Etapa 2: Sueño liviano. El bebé se mueve y puede sobresaltarse o saltar al oír ruidos
Etapa 3: Sueño profundo. El bebé está tranquilo y no se mueve
Etapa 4: Sueño muy profundo. El bebé está tranquilo y no se mueve
Al comienzo del ciclo del sueño, el bebé se encuentra en la etapa 1, luego, pasa a la etapa 2, a continuación, a la 3, luego, a la 4 y, posteriormente, regresa a la etapa 3, luego a la 2 y después al sueño REM. Es posible que estos ciclos se repitan mientras duerme. Los bebés pueden despertarse al pasar del sueño profundo al sueño liviano y, durante los primeros meses de vida, es posible que les resulte difícil volver a dormirse.
¿Cuáles son las distintas fases de alerta de un recién nacido?
Los bebés también presentan diferentes grados de alerta mientras están despiertos. Cuando un recién nacido se despierta al final de un ciclo de sueño, suele atravesar una fase de alerta tranquila. Durante ese momento, el bebé permanece muy tranquilo, pero despierto y atento al entorno. Durante el período de alerta tranquila, es posible que los bebés observen o fijen la mirada en objetos y respondan a sonidos y movimientos. Esta fase generalmente progresa hasta la fase de alerta activa, en la que el bebé está atento a lo que escucha y lo que ve, pero se mueve activamente. A continuación de esta fase, sigue una fase de llanto. El cuerpo del bebé se mueve sin dirección y es posible que llore en forma ruidosa. Los bebés pueden sobreestimularse fácilmente durante la fase de llanto. Generalmente, lo mejor es tratar de calmar al bebé y proporcionarle un entorno tranquilo. Sostener al bebé junto a su cuerpo o envolverlo en una manta puede ayudar a calmarlo cuando llora.
Habitualmente, lo mejor es alimentar a los bebés antes de que entren en la fase de llanto. Durante la fase de llanto, es posible que el bebé se sienta muy molesto y rechace el pecho o el biberón. En los recién nacidos, el llanto es una señal tardía de hambre.
Cómo ayudar a su bebé para que duerma:
Es posible que los bebés no logren establecer sus propios patrones de sueño e interrupción del sueño, especialmente para disponerse a dormir. Para ayudar al bebé a conciliar el sueño, debe reconocer señales que indiquen que está listo para dormir, enseñarle que se duerma solo y proporcionarle el entorno adecuado para lograr un sueño cómodo y seguro.
¿Cuáles son las señales que indican que el bebé está listo para dormir?
A continuación se detallan señales que pueden indicar que el bebé está listo para dormir:
se frota los ojos
bosteza
aparta la mirada
se queja
¿De qué manera puede ayudar a su bebé para que duerma?
Aunque parezca sorprendente, no todos los bebés saben dormir. Llegada la hora de dormir, muchos padres prefieren mecer o amamantar al bebé para ayudarle a conciliar el sueño. Establecer una rutina de este tipo a la hora de dormir es una buena idea. Sin embargo, asegúrese de que el bebé no se duerma en sus brazos. Esto puede transformarse en un hábito y el bebé esperará que lo sostengan en brazos para dormirse, y cuando se despierte levemente durante un ciclo de sueño, no logrará volver a dormirse por sí solo.
La mayoría de los especialistas recomiendan dejar que el bebé entre en un estado de somnolencia en brazos y luego colocarlo en su cama estando aún despierto. De esta manera, el bebé aprende a dormirse solo. Otra buena idea para ayudarle a establecer una rutina a la hora de dormir es poner música suave mientras se está durmiendo.
¿Cuáles son las mejores posiciones para dormir para un recién nacido?
Durante muchos años, en los Estados Unidos los bebés se han puesto a la cama en sus estómagos. En muchos otros países, los bebés se colocan boca arriba para dormir. Se comprobó que existe una relación entre el síndrome de muerte súbita del lactante (su sigla en inglés es SIDS) y los bebés que duermen en sus estómagos (posición de cúbito ventral).
En la actualidad, los especialistas coinciden que la posición más segura para dormir para un bebé es boca arriba. También se puede colocar de costado, pero esta posición implica un riesgo más alto que la posición boca arriba. Además, se ha comprobado que los bebés que duermen sobre superficies blandas, con sábanas sueltas y demasiado arropados con mantas también presentan mayores riesgos de padecer SIDS. Cuando los bebés duermen boca abajo y sobre una cama mullida, el riesgo de síndrome de muerte súbita del lactante (su sigla en inglés es SIDS) es aun mayor. Los bebés de madres fumadoras también tienen riesgos importantes de padecer SIDS, al igual que los prematuros y aquéllos que reciben malos cuidados prenatales. Desde que la Academia Estadounidense de Pediatría (American Academy of Pediatrics, AAP) recomendó que los bebés deben dormir "boca arriba" en el año 1992, el índice de SIDS disminuyó en más de un 40 por ciento.
Además, existen otras razones que determinan que dormir boca arriba es más seguro. No se ha comprobado que los bebés son más propensos a vomitar o ahogarse con su propia saliva cuando duermen boca arriba. De hecho, son mayores las probabilidades de que se ahogue en la posición de cúbito ventral.
El comité de la Comisión de Seguridad de Productos de Consumo de Estados Unidos (US Consumer Product Safety Commission, CPSC), la Academia Estadounidense de Pediatría (American Academy of Pediatrics, AAP) y el Instituto Nacional para la Salud del Niño y el Desarrollo Humano (National Institute of Child Health and Human Development, NICHD), brindan las siguientes sugerencias sobre cómo acostar a los bebés:
Coloque a su bebé boca arriba sobre un colchón firme y sujeto a la cuna conforme a las normas de seguridad actuales.
Quite las almohadas, acolchados, edredones, pieles de cordero, juguetes de peluche u otros objetos blandos de la cuna.
En vez de cubrirlo con mantas, acueste al bebé con pijamas y sin taparlo.
Si utiliza una manta, acueste al bebé con los pies hacia el pie de la cuna. Ajuste una manta delgada alrededor del colchón de la cuna y cúbralo sólo hasta el tórax.
Asegúrese de que la cabeza del bebé permanezca descubierta mientras duerme.
No acueste al bebé sobre una cama de agua, un sofá, un colchón blando, una almohada u otra superficie blanda.
Según el informe del comité, en algunos casos, si el bebé comparte la cama con otra persona puede correr ciertos riesgos. El informe recomienda lo siguiente:
Los padres deben colocar la cuna del bebé cerca de la cama para permitir el contacto con los padres y una lactancia más conveniente.
Si la madre decide amamantar al bebé en su cama, debe cuidar que éste no se duerma boca abajo, sobre superficies blandas o sábanas sueltas, y la cama debe estar separada de la pared y de todo mueble para evitar que el bebé quede atrapado allí.
Los bebés no deben compartir la cama con otros adultos que no sean sus padres, niños ni hermanos.
Los padres que compartan la cama con el bebé no deben fumar o ingerir sustancias tales como drogas o alcohol que puedan impedirles despertarse.
Para evitar el exceso de calor, en el informe se recomienda vestir al bebé con ropa liviana para dormir y mantener la habitación a una temperatura agradable para un adulto con ropa liviana. Evite arropar demasiado al bebé y tóquele la piel para asegurarse de que no esté demasiado acalorado.
Investigaciones adicionales demostraron que los bebés no deben dormir sobre un sofá, solos o acompañados, ya que esta práctica aumenta el riesgo de síndrome de muerte súbita del lactante.
Si bien los bebés deben dormir boca arriba, pueden adoptarse otras posiciones mientras están despiertos. Puede colocar al bebé boca abajo mientras está despierto para contribuir en el desarrollo de los músculos y los ojos y para ayudarle a prevenir el aplanamiento en la zona posterior de la cabeza.