- Lun, 10 Sep 2007, 17:00
#179879
Hola a todas, hace meses que me paso por el foro, para leer de vez en cuando testimonios de otras mamis y darme ánimos. Como dice mi madre, mal de muchos, consuelo de tontos.
Hoy me he decidido a escribir a ver si alguien me da alguna idea o por lo menos ánimos.
Mi peque, se llama Héctor, hace una semana que cumplió 18 meses, y por supuesto es el más guapo y el más listo para sus papis y sus abuelos y sus tíos, pero lo suyo no es el dormir.
Casi desde el principio hemos tenido problemas para dormir, comenzando con los conocidos gases, luego múltiples enfermedades gracias a la guardería, etc. Siempre le costó muchó dormirse, tenía que estar con él más de una hora en el cuello o más tarde dándole la mano al lado de su cuna para que se durmiera y siempre se despertaba varias veces por noche.
Al principio sólo había oído hablar del Dr. Estevill y compré su libro, para tirarlo en cuanto leí la parte que habla de la lactancia y los horarios. Aquello me sonó fatal, pues decía todo lo contrario a lo que me indicaba mi estupenda matrona.
Empecé a investigar un poco, encontré este foro y también me compré el libro de Rosa Regás y el de Dormir sin Llorar. Empecé a aplicar las rutinas (baño, masaje, pecho - cena, cuello, nana), con algunos pequeños cambios según ha ido creciendo.
Antes de las vacaciones habíamos mejorado mucho, casi se dormía solo, despertaba una vez por noche, a veces dos, le dábamos bibi y a dormir. Incluso le cambiamos la cuna a su habitación, parecía muy contento y hasta despertaba menos pues cada vez que hacía un ruidito yo le tocaba y al final le molestaba más que otra cosa.
Pero en las vacaciones todo se alteró, no quería la cuna de viaje ni a tiros, al final colchón al suelo, papá, mamá y peque los tres durmiendo juntos y nosotros a caernos y quedarnos sin sitio con un dolor de espalda horrible porque no para y nos empuja, pero eso sí, él más o menos dormía, salvo los primeros días que había que hacer rondas de inspección por la casa a las tantas de la madrugada para que viera que estaba todo bien y no había nada raro.
Al volver a casa el 23 de Agosto esperábamos recuperar la normalidad en 2 ó 3 semanas, pero ni hablar. No quiere irse a dormir, se despierta por la noche y tampoco quiere volverse a dormir. Yo acabo sentada en su habitación, en un sillón al lado de su cuna, dándole la mano durante 1/2 hora, 1 hora o lo que sea hasta que deja de dar vueltas y se duerme.
Lo peor son lo lloros y los disgustos que se pilla para ir a la cama o para salir de ella. Siempre le acostábamos sobre las 09:30 - 10:00, pero lo hemos ido retrasando para que jugara con nosotros tranquilamente hasta las 11:00 o las 11:30h de la noche, pero sólo funcionó un par de días que se fue tranquilo para la cama. Ahora vuelve a llorar y ponerse súper nervioso, aunque lo acune y lo coja en cuello y le de el chupete y le hable con suavidad para tranquilizarle.
Lo peor es que ves que está cansado y con sueño pero te deja bien claro que no quiere ir a dormir.
Ya no sé lo que hacer, creo que no volveremos a ir de viaje en una larga temporada.
Gracias por leerme y espero vuestras ideas, a mi se me han acabado.
Hoy me he decidido a escribir a ver si alguien me da alguna idea o por lo menos ánimos.
Mi peque, se llama Héctor, hace una semana que cumplió 18 meses, y por supuesto es el más guapo y el más listo para sus papis y sus abuelos y sus tíos, pero lo suyo no es el dormir.
Casi desde el principio hemos tenido problemas para dormir, comenzando con los conocidos gases, luego múltiples enfermedades gracias a la guardería, etc. Siempre le costó muchó dormirse, tenía que estar con él más de una hora en el cuello o más tarde dándole la mano al lado de su cuna para que se durmiera y siempre se despertaba varias veces por noche.
Al principio sólo había oído hablar del Dr. Estevill y compré su libro, para tirarlo en cuanto leí la parte que habla de la lactancia y los horarios. Aquello me sonó fatal, pues decía todo lo contrario a lo que me indicaba mi estupenda matrona.
Empecé a investigar un poco, encontré este foro y también me compré el libro de Rosa Regás y el de Dormir sin Llorar. Empecé a aplicar las rutinas (baño, masaje, pecho - cena, cuello, nana), con algunos pequeños cambios según ha ido creciendo.
Antes de las vacaciones habíamos mejorado mucho, casi se dormía solo, despertaba una vez por noche, a veces dos, le dábamos bibi y a dormir. Incluso le cambiamos la cuna a su habitación, parecía muy contento y hasta despertaba menos pues cada vez que hacía un ruidito yo le tocaba y al final le molestaba más que otra cosa.
Pero en las vacaciones todo se alteró, no quería la cuna de viaje ni a tiros, al final colchón al suelo, papá, mamá y peque los tres durmiendo juntos y nosotros a caernos y quedarnos sin sitio con un dolor de espalda horrible porque no para y nos empuja, pero eso sí, él más o menos dormía, salvo los primeros días que había que hacer rondas de inspección por la casa a las tantas de la madrugada para que viera que estaba todo bien y no había nada raro.
Al volver a casa el 23 de Agosto esperábamos recuperar la normalidad en 2 ó 3 semanas, pero ni hablar. No quiere irse a dormir, se despierta por la noche y tampoco quiere volverse a dormir. Yo acabo sentada en su habitación, en un sillón al lado de su cuna, dándole la mano durante 1/2 hora, 1 hora o lo que sea hasta que deja de dar vueltas y se duerme.
Lo peor son lo lloros y los disgustos que se pilla para ir a la cama o para salir de ella. Siempre le acostábamos sobre las 09:30 - 10:00, pero lo hemos ido retrasando para que jugara con nosotros tranquilamente hasta las 11:00 o las 11:30h de la noche, pero sólo funcionó un par de días que se fue tranquilo para la cama. Ahora vuelve a llorar y ponerse súper nervioso, aunque lo acune y lo coja en cuello y le de el chupete y le hable con suavidad para tranquilizarle.
Lo peor es que ves que está cansado y con sueño pero te deja bien claro que no quiere ir a dormir.
Ya no sé lo que hacer, creo que no volveremos a ir de viaje en una larga temporada.
Gracias por leerme y espero vuestras ideas, a mi se me han acabado.
Ana I.
Mis niñas tienen un añito y me he decidido y hemos comprado un colchón nuevo, para volver a colechar las noches que haga falta (una de mis niñas también se despierta muy angustiada, como si fueran pesadillas o dolor de dientes, pero tenemos la suerte que normalmente hasta las dos o las tres no empieza, o se que la dormimos en su cuna)
