- Vie, 08 Jun 2007, 19:49
#149487
"Desde tiempos de la biblia, los bebés se ponían en cuna" me dijo mi mamá hoy por la mañana cuando le llamé para contarle que anoche Viviana se cayo de la cama. Varias veces la quité de la orilla, y se empeñaba en acostarse atravesada hasta que empujó la barrera de cojines y cuando desperté ella ya estaba en el suelo llorando más asustada que nada. Claro que se encendieron luces, y las gemelas se pusieron a leer cuentos con el papá que después de más de una hora despiertos (extraña circunstancia) se vino a acostar con nosotras, aunque después de un rato se volvió para su colchón del suelo. Yo claro, apenas logré dormir algo con el pendiente de que se fueran a caer de nuevo. Ahora el desvelo más el pensar que no se cómo solucionar esto me traen bastante deprimida.
Los barandales móviles quedan bajos en mi cama, que es muy alta, El colchón en el suelo que es donde duerme el papá, pero que originalmente era para ellas, no lo quieren para dormir, vaya, ni siquiera se acuestan en él aunque mueran de sueño.
Las cunas, sólo si aceptamos el hecho de varios despertares hasta mudarse a media noche a la cama con mamá. La cuna en sidecar, no queda por la altura de la cama e igual se mudan con mamá a media noche.
La cama no puede pegarse a la pared porque no hay paredes disponibles y si les armo las cunas sólo con medio barandal me preocupa que de igal modo se caigan o sigan mudándose conmigo que más que remedio, sería nuevo problema.
Mi papá ayer (antes de la caída) sugirio que las dejara llorar. "pregunta al pediatra y te dirá que es lo mejor" Entonces le contesté: "me parece bien, tu y el pediatra se van a venir a quedar con ellas a dejarlas llorar hasta que se acostumbren a dormir en sus cunas, cuando lo logren, me llaman y ya regresaré yo, bien descansada y a dormir como reina...." Fin de la discusión....
Desde que nacieron, hace casi ya dos años, mi habitación ha sido la suya, pues la de ellas es muy pequeña. En la mía durmieron en minicuna hasta los 6 meses, ahí juegan, se visten y ven la tv, ahí se arrullan sobre mi cama y sobando mis manos. ¿como las convenzo de que no es su cuarto, si en el suyo sólo caben las dos camitas -cuna. ni juguetes ni sillas ni espacio para que mamá se acueste ni nada? Ya me duele demasiado la espalda, y aunque dormimos toda la noche, despierto cansada por tenerlas encima de mi a las dos.
La depresión de papá y sus problemas para dormir son harina de otro costal, pues él duerme en otra cama, en otra habitación, desde antes de que ellas nacieran.
Los barandales móviles quedan bajos en mi cama, que es muy alta, El colchón en el suelo que es donde duerme el papá, pero que originalmente era para ellas, no lo quieren para dormir, vaya, ni siquiera se acuestan en él aunque mueran de sueño.
Las cunas, sólo si aceptamos el hecho de varios despertares hasta mudarse a media noche a la cama con mamá. La cuna en sidecar, no queda por la altura de la cama e igual se mudan con mamá a media noche.
La cama no puede pegarse a la pared porque no hay paredes disponibles y si les armo las cunas sólo con medio barandal me preocupa que de igal modo se caigan o sigan mudándose conmigo que más que remedio, sería nuevo problema.
Mi papá ayer (antes de la caída) sugirio que las dejara llorar. "pregunta al pediatra y te dirá que es lo mejor" Entonces le contesté: "me parece bien, tu y el pediatra se van a venir a quedar con ellas a dejarlas llorar hasta que se acostumbren a dormir en sus cunas, cuando lo logren, me llaman y ya regresaré yo, bien descansada y a dormir como reina...." Fin de la discusión....
Desde que nacieron, hace casi ya dos años, mi habitación ha sido la suya, pues la de ellas es muy pequeña. En la mía durmieron en minicuna hasta los 6 meses, ahí juegan, se visten y ven la tv, ahí se arrullan sobre mi cama y sobando mis manos. ¿como las convenzo de que no es su cuarto, si en el suyo sólo caben las dos camitas -cuna. ni juguetes ni sillas ni espacio para que mamá se acueste ni nada? Ya me duele demasiado la espalda, y aunque dormimos toda la noche, despierto cansada por tenerlas encima de mi a las dos.
La depresión de papá y sus problemas para dormir son harina de otro costal, pues él duerme en otra cama, en otra habitación, desde antes de que ellas nacieran.
