El lunes cuando llegué a casa llamé al papá para que viniera en cuanto pudiera y se hiciera cargo de la nena para poder acostarme: yo no podía, me dio una especie de ataque de agotamiento con náuseas, un agudísimo dolor de cabeza, mareo...
De nuevo se despierta otra vez gritando, chillando -arggggggg!!! aggggg!!. Vale, tiene justificación, le han salido de golpe (tomar nota): los cuatro colmillos ¡y una muela está apuntando que tiene un bulto tamaño garbanzo! Pero conozco a mi Margarita y lo peor de los dientes ha pasado, y ayer y hoy no era eso. Simplemente, era que no se dormía. Me reclama teta como nunca, incluso me abre la blusa de un golpe en la calle si no le doy lo que quiere cuando nunca jamás me ha pedido teta en la calle, se echa a llorar desconsolada si ve que me pongo a hacer la cama en vez de ir a jugar con ella, ayer se puso a gatear por el pasillo reclamándome!! Anoche quería bracitos para dormir (a las dos de la mañana) y como intenté darle teta en su cama y no quería eso, me mordió un pezón ¡y tiró! (sí, ese grito que oísteis a las tres de la mañana era yo). No aguanta que le tapemos, no aguanta dormir en nuestra cama, no aguanta estar en su colchón con papi o mami al lado porque nos patea, nos busca para patearnos, el papá lleva un zarpazo en el cuello de esta mañana acojonante...
Hasta hace una semana y salvando rachas, o se dormía a la teta o la echaba en el colchón y se dormía solita conmigo al lado sin tocarla ni nada, con uno o dos como mucho despertares de olerme la teta y dormirse ipso facto, que jolines, hasta yo le daba un ida y vuelta por el pasillo por el gusto de tenerla tan dormida en bracitos, incluso llegamos a poder tarparla y se la veía agustito agustito debajo del nórdico arrebujadita, a veces ni me pedía teta, simplemente gruñía un poco y acariciándole la espalda se volvía a quedar tranquila.
Sí, lo sé, son rachas. Se pasarán, son rachas. Son rachas, se pasará.Son rachas, se pasará. Son rachas, se pasará. Son rachas, se pasará. Son rachas, se pasará. Son rachas, se pasará...
Edito para apuntar que bueno, está un poco más llorona de lo habitual, pero que por lo demás, cuando realmente le dedico su tiempo (jugar en el parque, cenar, estar con ella pero no de paseo que eso ya no le vale), sigue siendo mi Margarita encantadora de siempre, y que está muy mayor. Y sí: necesito dedicarle más tiempo, pero por poner un ejemplo ayer me acosté a las 12:30 cosiéndome el botón de una chaqueta que se me cayó el lunes y plegando la ropa de las cuatro lavadoras que tenía desde el viernes, y que algunos lamparones del suelo de la cocina siguen ahí ... ¿de dónde saco más tiempo?
Por fortuna: la semana próxima estoy de vacaciones.
Vuelvo a editar: pobrecilla mía, si es que seguro que si pudiéramos hablarlo no lo pasaría(mos) tan mal. Pobrecilla. Y encima no entiendo más de la mitad de las cosas que me dice . Y encima me enfado un poquito con ella, pero en estas noches a veces es lo único que le hace reaccionar para calmarse.
Y ya vale, no me enrollo más.