Mi chiquitín acaba de superar maravillosamente los retos de esta semana:
Por un lado, durmió como los dioses donde su abuela; le costó un poquito más dormirse, pero la pasó bien y, a la mañana siguiente, cuando fuimos a buscarlo, estaba tranquilo y feliz, jugando con el gato de mi mamá y con mi hermano. ¡Me sentí muy orgullosa de él!!
Por otro lado, ha logrado volver a dormir toda la noche, desde las 10h30 hasta las 6h30, cuando se despierta; lo ponemos en nuestra cama y ronca una hora u hora y media más. Eso sí, durante el día las siestas son casi imposibles de lograr: sencillamente tiene demasiadas cosas en la cabeza y necesita seguir jugando hasta el cansancio. Se pone un poco malgenio, pero si el juego está bueno, se le quita.
No hemos logrado aumentar el número de horas de sueño por día en total, pero sí el número de horas seguidas. Estoy muy, muy, muy feliz y AGRADECIDA.
Un beso,
Gracia.